Juzgado libera a exjefe del GRP procesado por caso Carla Ayala

El subcomisionado Flores Castro, acusado de incumplimiento de deberes, habría invitado a víctima a la fiesta donde luego fue raptada y asesinada por el agente Juan Josué Castillo. Él está prófugo.

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En abril de 2018, el subcomisionado Julio César Flores Castro, quien era subjefe de la Delegación de Soyapango, fue suspendido indefinidamente de sus funciones. Foto EDH / Cortesía

Por Diana Escalante

2019-09-18 4:30:36

El subcomisionado Julio César Flores Castro, exjefe del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) y exsubjefe de la Subdelegación de Soyapango, enfrentará en libertad el proceso judicial por el delito de incumplimiento de deberes, en el caso de la privación de libertad y asesinato de la agente Carla Ayala. El crimen fue cometido la madrugada del 29 de diciembre de 2017.

El Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres le decretó libertad con medidas al imputado, quien aspira a ascender a comisionado. La audiencia especial fue el 10 de septiembre, a petición de la defensa, informó la Oficina de Comunicaciones de los Tribunales.

La fuente agregó que la decisión que benefició a Flores Castro fue tomada por el Juzgado con base al informe del Consejo Criminológico; y tras conocer los resultados de un examen psicosocial que le practicaron forenses del Instituto de Medicina Legal. Este reveló que el subcomisionado sufre de ansiedad y otros padecimientos a causa de su detención provisional.

El oficial, junto con otros nueve policías, fue aprehendido en junio de 2018, seis meses después del crimen en contra de la agente, quien pertenecía a la Unidad Disciplinaria de la Policía y madre de dos adolescentes.

Las investigaciones indican que Flores Castro invitó a la víctima a la fiesta de fin de año que se realizó la noche el 28 de diciembre. El festejo, en el que los asistentes tomaron licor, fue en la base donde funcionó el GRP, en la residencial San Fernando, al sur de San Salvador.

En la madrugada, el policía élite, Juan Josué Castillo, (a) “Samurái”, y dos compañeros recibieron la orden de llevar a la víctima a su casa, en Apopa. En el trayecto, según la Fiscalía, Castillo le disparó en la cabeza a Ayala, sin que sus colegas lo detuvieran; después los dejó en el GRP y huyó con Ayala.

Su cadáver fue hallado nueve meses después en una fosa en un cantón de San Francisco Javier, Usulután. “Samurái” sigue prófugo.