Jóvenes y empresas apuestan por más educación y pasantías

El PNUD y una organización católica realizaron un conversatorio sobre futuro de la juventud salvadoreña.

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Según el informe ???¡Soy joven! ¿Y ahora qué????del PNUD, en El Salvador, las personas jóvenes necesitan una inserción efectiva que les permita acceso a trabajos decentes. Foto Foto EDH/ Huber Rosales

Por Vanessa Linares

2019-06-20 5:00:55

La necesidad de más oportunidades de capacitación académica y en habilidades blandas, así como espacios para adquirir experiencia profesional para los jóvenes fueron las coincidencias entre aspirantes, empresarios y organizaciones relacionadas en el último conversatorio organizado por Catholic Relief Services( CRS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Y es que, a juicio de las entidades, en el futuro de la juventud salvadoreña se vislumbran grandes desafíos tanto para generar empleos como para tener profesionales altamente cualificados para los nuevos trabajos.

En el conversatorio, los jóvenes participantes aseguraron que lo más difícil para ellos es cumplir con el perfil que quieren las empresas contratantes, sobre todo el requisito de experiencia laboral.

Las empresas, en tanto, valoraron que algunos jóvenes son informales y no se presentan a las entrevistas de trabajo para las que aplican o, más por deficiencia educativa, están formados con un modelo desactualizado, pensado para labores mecánicas y no creativas.

En ese sentido, las peticiones y recomendaciones para más oportunidades incluyeron una revisión y adaptación del perfil del empleado joven, mayor participación de empresas en programas de pasantías, la creación de rutas de crecimiento dentro de las empresas a modo de incentivo laboral y un ambiente organizacional que premie el buen trabajo.

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Siete de cada 10 jóvenes que no estudian ni trabajan son mujeres

El último informe del PNUD pone en relieve el desafío de invertir en la juventud salvadoreña y empoderarla para que el país dé un verdadero salto en el desarrollo humano.

De acuerdo con el informe “¡Soy Joven! ¿Y ahora qué?” del organismo internacional, los jóvenes en El Salvador pueden clasificarse en al menos cinco grupos vulnerables: las mujeres que no estudian y realizan tareas de cuidado y los que están fuera del sistema educativo y en riesgo de deserción escolar.

También los que están en transición para incorporarse al mercado laboral, los del área rural y aquellos que están en riesgo debido a la inseguridad en la que viven.

Actualmente, solo el 17 % de los jóvenes salvadoreños tienen acceso a un trabajo decente; es decir, a uno con salario adecuado y cobertura social (prestaciones de salud y pensión).

Aunque hay distintas dimensiones que dificultan la incorporación de los jóvenes al mercado laboral, como la brecha entre la adecuación del currículum y la demanda de los sectores productivos; y la estigmatización de los jóvenes por vivir en zonas consideradas de alta violencia y peligrosidad, Rafael Pleitez, representante residente auxiliar del PNUD, recordó que el estudio, presentado en septiembre del año pasado, reveló que los salvadoreños más jóvenes son resilientes; en otras palabras, se adaptan a su realidad y buscan salir adelante pese a la adversidad.

La asesora regional de empleabilidad juvenil para CRS, Katharine Andrade, explicó que, precisamente en su labor de buscar soluciones para la juventud salvadoreña, la organización implementa desde hace una década el Modelo Jóvenes Constructores.

Este programa, que capacita a jóvenes menos favorecidos y los vincula con el mercado laboral a través de pasantías en empresas de diversos rubros, ya benefició a más de 7,000 salvadoreños y de ellos, el 63 % ya tiene un empleo, retomó sus estudios o inició su propio negocio.