Para Josselyn Borja, de 19 años, ha desarrollado destrezas en el uso del aparato de soldadura, el taladro, la sierra circular y otras herramientas que utiliza para elaborar puertas, balcones y modificar estructuras de vehículos para convertirlas en columpios.
Su pasión por el oficio de obra de banco la ha llevado a cumplir uno de sus sueños. A partir del 14 de febrero del año pasado, ella instaló, junto a 3 jóvenes más, un pequeño taller en la colonia El Carmen, del municipio de Ahuachapán.
En esa fecha, Josselyn Abigaíl Borja Mendoza estudiaba el bachillerato en mecánica industrial en el Instituto Nacional Alejandro de Humboldt, de la cabecera departamental, y parte de las clases era que tenían que practicar soldadura.
Uno de los integrantes del grupo de trabajo escolar, Rodrigo Santos, compró un aparato para soldar y las prácticas las hacían en la casa de Josselyn. El trabajo de los jóvenes estudiantes llamó la atención y comenzaron a llegar potenciales clientes para consultarles si realizaban obra de banco. Los estudiantes aprovecharon la oportunidad y comenzaron a tomar los pedidos que hacían los vecinos.
Querer aprender ese oficio surgió porque el padre y una tía de la joven, también, están relacionados a ese tipo de trabajo.
Sin embargo, la joven ahuachapaneca se va abriendo camino con su propio esfuerzo.
“Nosotras ya avanzamos como mujeres y estamos en emprendimientos que no solamente los hombres pueden hacer; sino que también nosotras, las mujeres. Me siento feliz porque con mi grupo de trabajo nos apoyamos mutuamente”, manifestó.
En julio del año pasado, personal del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (Fisdl) le explicó que podían asociarse con otros jóvenes y participar en el programa Emprendimiento Solidario (PES), que es realizado en coordinación con la municipalidad.
El 3 de abril de este año, el grupo, junto a otros emprendedores de Ahuachapán, recibieron insumos y equipo para sus iniciativas, tras haber recibido una serie de capacitaciones.
Actualmente estudia el técnico en ingeniería industrial en la Escuela Especializada en Ingeniería (ITCA-FEPADE), en Santa Tecla.
Por ello, su día inicia a las 2:00 de la madrugada. Una hora después emprende el camino hacia su centro de estudios, donde debe de estar a las 7:00 de la mañana. A veces regresa a su casa a las 3:00 de la tarde u 8:00 de la noche.
Por eso, junto a sus compañeros, se turnan para realizar los trabajos, que les hacen por encargo. Ellos elaboran e instalan puertas, balcones, portones y polines.
Combinar los estudios con el trabajo en el taller ha valido la pena porque los frutas ya son palpables, aunque reconoce que es un gran sacrificio, expuso.
Cuando el horario de clases lo permite, llega a su casa, en la colonia Las Brisas, toma su gabacha y camina por más de 10 minutos hasta donde se ubica el taller. Los fines de semana los dedica a tiempo completo para realizar los pedidos.
“Mi mamá no quería que estudiara ese oficio. Ella quería que fuera un médico. Pero le comenté que ese no era mi sueño, lo que quería era estudiar mecánica industrial y poder salir adelante junto con mis compañeros. Mis papá y mis hermanos siempre me apoyaron y estuvieron a disposición de enseñarme lo que no sabía”, dijo Josselyn, la tercera de cuatro hermanos.
Uno de los sueños de la joven es convertirse en ingeniera industrial y contribuir a su natal Ahuachapán en el ámbito laboral a través de ayudar a otros jóvenes a salir adelante.
“Mi más grande sueño es ser conocida como una mujer emprendedora que sabe lo que hace y cómo hacer el trabajo, no solamente obtener un título que me acredite como ingeniera industrial… El trabajar en campos que dicen solo son para hombres, no nos hace menos mujeres. Y los hombres no son menos hombres por realizar labores en casa”, expresó la ahuachapaneca.
Para contactarla, puede llamar a los teléfonos 7200-8146 y 7667-4046.