El cacao salvadoreño es de gran calidad y muy codiciado a nivel internacional.
Cacao de buena calidad
El aroma, sabor, textura son características que los productores aseguran que convierten al cacao nacional como un producto demandado por los mercados internacionales. Aseguran que la meta no es competir en cantidad sino en calidad.
“Se garantiza que no vamos a estar vendiendo diabetes a la población salvadoreña, el cacao es de tomar sabor no solo aquello negro que solo se siente el azúcar”, dijo Manuel Zelaya.
Jairo Andrade informó que 945 toneladas de cacao vienen importadas de Guatemala, Nicaragua y Honduras, agregó que por el momento ya están apoyando a las personas que están produciendo chocolate “para que vayamos aprendiendo como país a mejorar lo que hacemos, ya no con cacao importado, sino con cacao nacional.”
Josefina dice que en el proceso de producción tratan de mantener la pureza del producto y que tienen la tarea de educar a los consumidores a para que se acostumbre consumir calidad, pues de acuerdo con ella lo que se está vendiendo en la mayoría de restaurantes y pupuserías es “más azúcar que otra cosa”.
La calidad de la que hablan los productores se reflejó en la competencia de cacao a nivel mundial en donde participaron 60 países. El Salvador quedó entre los 18 mejores cacaos del mundo en el Salón de Chocolate en París.
Para este año esperan quedar en la lista de los mejores cacaos a nivel internacional.
La señora se muestra alegre porque sus productos ya se comercializan en los Estados Unidos y España.
Cultivo amigable con el medioambiente
Tanto los productores como el director del proyecto, Jairo Andrade coinciden que con el cultivo del cacao están ayudando al medioambiente, aseguran que con este cultivo hay un incremento en la cobertura vegetal, se da buena filtración de agua para los mantos acuíferos, la plantación se convierte en un corredor biológico para la flora y fauna silvestre, también hay una fertilidad y aumento de materia orgánica en el suelo.
“Los productores están conscientes de su rol en el mejoramiento del medio ambiente. Saben el apoyo que la Alianza Cacao puede brindarles en este tema”, mencionó Andrade.
De acuerdo con el representante de la institución, el cacao cultivado a escala nacional tiene el potencial para mejorar las condiciones para el desarrollo y restauración de la biodiversidad del país, recuperar ecosistemas degradados y mejorar la calidad de los recursos de suelo y agua.
Proyecto que integra mujeres y jóvenes
Josefina, trabaja en conjunto con su hija, agradece la inclusión en el proyecto integrado por varias mujeres y jóvenes de la zona. “Qué bonito que a mi edad confíen en mí y me estén dando todo el apoyo para salir adelante con este negocito que ya nos sirven para satisfacer necesidades básicas en la casita”, dice entre sonrisas.
Uno de los grandes objetivos de la Alianza es impulsar el desarrollo de pequeñas empresas lideradas por mujeres y jóvenes incluyendo a proveedores de insumos, laboratorios de degustación y capacitación sensorial, viveros, transporte, construcción de sistemas de irrigación, servicios de selección y clasificación, y servicios de desarrollo empresarial.
El presidente del proyecto agregó que el acceso de las mujeres y jóvenes a la capacitación en toda la cadena de valor será impulsado en las áreas de procesamiento y transformación, así como de injertado y manejo de viveros, que son puntos de entrada estratégicos para su participación.
“Se pretende garantizar que la participación de mujeres en organizaciones de productores y productoras pueda hacer contribuciones importantes en cuanto a liderazgo organizativo, negociación y venta de productos de cacao, con la finalidad de un mayor empoderamiento, poder decisorio y mayor acceso a recursos económicos”, agregó.
Josefina y todos los productores de la Sierra Tecapa están optimistas por esta iniciativa que ya ha comenzó a dinamizar la economía de los cacaoteros del sector. Ellos aseguran que el café no generaba los ingresos que percibirán con el producto que en tiempos pasados fue nuestra moneda de cambio, el cacao.