Josefina le apuesta al cacao

Ante los bajos precios del café, el cacao se ha convertido en una opción agrícola a la que doña Josefina Ruiz le está sacando el provecho.

El aroma, sabor, textura son características que los productores aseguran que convierten al cacao nacional como un producto demandado por los mercados internacionales.

Por Gadiel Castillo

2019-04-26 8:20:05

La caída de los precios del café, allá por el año 2006, fue lo que motivó a Josefina Ruiz a buscar alternativas para generar ingresos y sacarle el provecho a su cafetal ubicado en el municipio de Chinameca, en el departamento de San Miguel. Luego de probar con diferentes árboles frutales decidió aventurarse con un producto que en el país está ganando terreno: el cacao, del cual solo quedaban dos plantas en su finca.

Para Josefina el cacao es un producto nostálgico pues sus padres fueron los que sembraron varias plantas. “En mi finquita ya solo quedaban dos y el cacao me trae muy buenos recuerdos de mi infancia. Me ofrecieron la semilla y no dudé tanto en sembrar”, relata la productora.

Desde ese día en el que la señora de 78 años decidió “aventurarse” han pasado 13 años y ahora, mientras prepara chocolates, bombones y otros derivados del cacao de su parcela, relata con alegría y hasta con lágrimas la decisión que tomó aquellos días.

“Con 15 plantas empezamos y es más, hasta los mozos me dijeron: ¿para que está sembrando esto? si esto es para las ardillas porque son bien dañinas. Usted no va a comer nada de esto”, cuenta Josefina.

Agrega que no hizo caso a la recomendación de sus trabajadores y les dijo que continuaran la siembra “aunque sea sombra van a dar”, les insistió. Así fue como cada año sembraban de 50 a 100 plantas, al punto que hubo una temporada en que la meta fue sembrar 500 y al siguiente año, 700 plantas.

Doña Josefina Ruiz decidió sembrar plantas de cacao y ahora elabora chocholates y otros derivados. Foto EDH/Jorge Reyes

La señora recuerda que fue hasta en 2009 cuando comenzaron a recolectar las primeras mazorcas de cacao y a producir tablillas (chocolate), horchatas y otros derivados del producto ancestral.

“El ver mis primeras producciones me llamó más la atención, me gustó y me animó a sembrar cada vez más. Vi que se le podía sacar provecho al cacao. Yo hice este asocio cuando el café cayó en precio y que este se vino bien barato pensé en sembrar cacao y otras cosas para amortiguar”, manifiesta.

Josefina es parte de los 33 miembros de la Asociación Cooperativa de Productores y de Aprovisionamiento de Cacaoteros de la Sierra Tecapa (Acoprost) que desde 2016 trabajan en conjunto con Alianza Cacao El Salvador, un proyecto de Catholic Relief Services, en asocio con Cáritas, CLUSA y Lutheran World Relief.

El programa es financiado por USAID, Howard G. Buffett Foundation y Relaciones Exteriores, a través de fondos de USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos).

Catholic Relief Services (CRS) es la agencia oficial de la Iglesia Católica en los Estados Unidos y tienen como misión salvar vidas frente a las causas y efectos de la pobreza, a promover la santidad y dignidad de la vida humana y ayudar a construir más sociedades justas y pacíficas fuera de los Estados Unidos.

Jairo Andrade, director Ejecutivo de la Alianza Cacao El Salvador manifiesta que el proyecto surgió para revitalizar el cultivo de cacao y posicionar al país como un productor de cacao fino de aroma.

Los productores manifestaron que están cambiando el café de bajío por cacao o intercalar ya que algunas de estas plantaciones son muy viejas, generan poco ingreso, tienen elevados costos de producción, y son altamente susceptibles a la roya del café (Hemileia vastatrix). Otros productores han optado por intercalar ambos cultivos en sus terrenos.

En enero de este año la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) aseguró que el sector opera con pérdidas y tiene “una rentabilidad negativa” porque tienen mayores costos en la producción que las ganancias que reciben con la venta del producto en el mercado internacional.

Andrade agregó que con el proyecto buscan dinamizar la actividad agrícola y el crecimiento económico de productores en 109 municipios del país, mediante el incremento del ingreso de 6,500 familias de productores con enfoque a los mercados internacionales de alto valor para cacaos especiales y gourmet. Además, pretenden la creación de más de 13,500 empleos.

El presidente de Acoprost , Manuel Zelaya muestra optimismo ante el programa y asegura que ha traído vientos de cambio a Jucuapa en el departamento de Usulután, pues al igual que Josefina su economía se basaba en las ganancias del café.

La hija de doña Josefina le ayuda en la elaboración de chocolate de tablilla. Foto EDH/Jorge Reyes

“Alianza Cacao ha sido recibida con las manos abiertas. Sabe que aquí ha sido una batalla con el café en esta zona ya no es rentable a menos que usted lo procese por sus propios medios”, menciona Zelaya.

El productor dice que en el cacao hay buenos precios y es un producto amigable con el medio ambiente, pues mantiene una buena sombra, el agua, las parcelas se vuelven pulmones para la zona.

Zelaya indica que comenzaron el proyecto en octubre de 2018 comprando una producción de alrededor de siete quintales de cacao a dos fincas de la zona, sin embargo, comenta que para este año esperan llegar a los 15 quintales mensuales, pues comenzarán a cosechar las nuevas parcelas.

En Acoprost , por el momento, producen entre 70 a 80 libras, pero los socios se han proyectado que dentro de dos años a cosecharán alrededor de tres toneladas de cacao porque en la sierra Tecapa han sembrado 90 hectáreas.

José Ricardo Torres, el vicepresidente de la Cooperativa tiene 800 plantas en su finca, de estas muchas ya comenzaron a producir y otras están en fase de injertación (cruce de plantas para una mejor calidad). Torres espera dentro de un año y medio comenzar a producir en mayor cantidad.

Al igual que los demás productores, Torres cuenta que las ganas de obtener mejores recursos lo motivaron a cultivar cacao entre el cafetal y de esta forma no solo depender del café.

“Ahora mismo hay una gran demanda, no hay la producción para hacerlo pero en un futuro planeamos importar. Tenemos varios productos en una misma parcela”, comenta.

El cacao salvadoreño es de gran calidad y muy codiciado a nivel internacional.

Cacao de buena calidad

El aroma, sabor, textura son características que los productores aseguran que convierten al cacao nacional como un producto demandado por los mercados internacionales. Aseguran que la meta no es competir en cantidad sino en calidad.

“Se garantiza que no vamos a estar vendiendo diabetes a la población salvadoreña, el cacao es de tomar sabor no solo aquello negro que solo se siente el azúcar”, dijo Manuel Zelaya.

Jairo Andrade informó que 945 toneladas de cacao vienen importadas de Guatemala, Nicaragua y Honduras, agregó que por el momento ya están apoyando a las personas que están produciendo chocolate “para que vayamos aprendiendo como país a mejorar lo que hacemos, ya no con cacao importado, sino con cacao nacional.”

Josefina dice que en el proceso de producción tratan de mantener la pureza del producto y que tienen la tarea de educar a los consumidores a para que se acostumbre consumir calidad, pues de acuerdo con ella lo que se está vendiendo en la mayoría de restaurantes y pupuserías es “más azúcar que otra cosa”.

La calidad de la que hablan los productores se reflejó en la competencia de cacao a nivel mundial en donde participaron 60 países. El Salvador quedó entre los 18 mejores cacaos del mundo en el Salón de Chocolate en París.

Para este año esperan quedar en la lista de los mejores cacaos a nivel internacional.

La señora se muestra alegre porque sus productos ya se comercializan en los Estados Unidos y España.

Cultivo amigable con el medioambiente

Tanto los productores como el director del proyecto, Jairo Andrade coinciden que con el cultivo del cacao están ayudando al medioambiente, aseguran que con este cultivo hay un incremento en la cobertura vegetal, se da buena filtración de agua para los mantos acuíferos, la plantación se convierte en un corredor biológico para la flora y fauna silvestre, también hay una fertilidad y aumento de materia orgánica en el suelo.

“Los productores están conscientes de su rol en el mejoramiento del medio ambiente. Saben el apoyo que la Alianza Cacao puede brindarles en este tema”, mencionó Andrade.

De acuerdo con el representante de la institución, el cacao cultivado a escala nacional tiene el potencial para mejorar las condiciones para el desarrollo y restauración de la biodiversidad del país, recuperar ecosistemas degradados y mejorar la calidad de los recursos de suelo y agua.

Proyecto que integra mujeres y jóvenes

Josefina, trabaja en conjunto con su hija, agradece la inclusión en el proyecto integrado por varias mujeres y jóvenes de la zona. “Qué bonito que a mi edad confíen en mí y me estén dando todo el apoyo para salir adelante con este negocito que ya nos sirven para satisfacer necesidades básicas en la casita”, dice entre sonrisas.

Uno de los grandes objetivos de la Alianza es impulsar el desarrollo de pequeñas empresas lideradas por mujeres y jóvenes incluyendo a proveedores de insumos, laboratorios de degustación y capacitación sensorial, viveros, transporte, construcción de sistemas de irrigación, servicios de selección y clasificación, y servicios de desarrollo empresarial.

El presidente del proyecto agregó que el acceso de las mujeres y jóvenes a la capacitación en toda la cadena de valor será impulsado en las áreas de procesamiento y transformación, así como de injertado y manejo de viveros, que son puntos de entrada estratégicos para su participación.

“Se pretende garantizar que la participación de mujeres en organizaciones de productores y productoras pueda hacer contribuciones importantes en cuanto a liderazgo organizativo, negociación y venta de productos de cacao, con la finalidad de un mayor empoderamiento, poder decisorio y mayor acceso a recursos económicos”, agregó.

Josefina y todos los productores de la Sierra Tecapa están optimistas por esta iniciativa que ya ha comenzó a dinamizar la economía de los cacaoteros del sector. Ellos aseguran que el café no generaba los ingresos que percibirán con el producto que en tiempos pasados fue nuestra moneda de cambio, el cacao.