José Tobar es un volante salvadoreño que juega para el Mictlán de la Segunda División de Guatemala. EDH Deportes platicó con él sobre uno de sus más recientes logros en el deporte rey.
Ya con Pablo Punyed se convierte en otro entrenador salvadoreño que cuenta con menos de 30 años de edad, pero que aún le falta recorrido para colgar los botines y tomar la pizarra para preparar las estrategias.
Esto nos contó:
¿Cómo surgió la iniciativa de ser entrenador?
Cuando estaba en Siquinalá, se me acercó un amigo que sabía que me gustaría dirigir ya que creo que tengo condiciones para hacer en el futuro. Entonces me ayudó a ir donde podía hacer los cursos, me indicaron las fechas y nos fuimos metiendo poco a poco. Acá en Guatemala son licencias, yo tengo la Licencia C y B, todavía me falta la A y la Pro, que me permitiría ya dirigir en cualquier país. Antes de que la FIFA interviniese la Federación de Fútbol de Guatemala las licencias se dividían de otra manera, pero ahora son tres y la máxima. Con las licencias que tengo ahorita puedo dirigir escuelas de fútbol, reservas, tercera división y puedo ser auxiliar en segunda división. Con la A ya podría dirigir el Ascenso y ser auxiliar en Primera; con la Pro ya puedo dirigir en Primera pero esa licencia ya se saca en poco tiempo en comparación a las otras. Acá a Guatemala han venido entrenadores como José Luis Rugamas y Xavier Azkargorta, pero no pude aprovecharlos debido a que no tenía la Licencia A.
¿Esto fue un esfuerzo propio o te ayudaron?
Ha sido un esfuerzo personal, hay clubes que les pagan los cursos a los entrenadores, pero en mi caso todo me lo he pagado. Esto fue mi iniciativa, algo que le nace a uno; uno también aprende mucho de los entrenadores con los que he trabajado.
Licencia B de entrenador en Guatemala
Todo a su debido tiempo ?? pic.twitter.com/ZAYdUOaDg6
— Jose Tobar (@JoseTobar23) July 18, 2019
¿Te gustaría algún día el doble rol?
Sería muy complicado, hay que hacer uno bien nada más. Si hay que hacer una cosa, hay que hacerlo bien, vi el caso de “Loco” Abreu quien al final desistió de la idea. Mire, para qué le voy a mentir, no es el mismo respeto el que existe entre compañeros al que existe entre jugadores y entrenador. Con el compañero se bromea, pero con el entrenador se va con más respeto. Pero yo diferencio y no quisiera hacer las dos cosas.
¿Ya tienes trazado a qué edad te gustaría ser entrenador?
No, sinceramente. Yo saqué los cursos porque soy una persona que me gusta aprender, si los futbolistas hoy en día llegan a 35 años es una bendición. Al extranjero se le complica más acá, en tanto al nacional no tanto y puede seguir jugando luego de la edad que le dije. Siempre he dicho que me retiraré hasta que ningún equipo me llame, así me den chance a los 36 ó 37 años. La meta que me he puesto es llegar hasta los 35 años jugando, hay entrenadores que se me han acercado para decirme que podría trabajar con ellos como auxiliar en el futuro, pero me dicen que me siga preparando.
¿Quiénes se le han acercado para adentrarse en el mundo de la dirección?
Al entrenador que tengo ahorita en Deportivo Mictán, José Garnica, hace 8 años lo conozco y me dijo que podría tomarme en cuenta para su cuerpo técnico. Hay otros tres o cuatro entrenadores que se me han acercado. En Mictlán me molestan porque a veces cuando hacemos la oración me quedo sin querer cerca del cuerpo técnico y me dicen: “Ahhh es que vos ya están en ese lado (con el cuerpo técnico)”, y hay varias bromas con respecto a los cursos que he sacado, hay muy buen ambiente. Hay que empezar de abajo, conocer todas las categorías para llegar mejor preparado.
¿Fuiste el alumno más joven de los cursos?
En el curso de la Licencia B quizás yo, pero ya en la liga de ascenso ya hay un entrenador joven, se llama Carlos Alberto Caceros, quien ahora dirige al Deportivo Achuapa (con quien Mictlán juega el derby de su zona); él tiene 25 años. También hay un preparador físico que realizó sus estudios en Cuba pero se me va el nombre. Caceros es el más joven dirigiendo en fútbol profesional de Guatemala.