Me parece un nombramiento extraordinario para un país que está experimentando condiciones extraordinarias”, dijo Napoleón Campos, especialista en Relaciones Internacionales acerca del regreso de Jean Manes como la Encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en El Salvador.
Campos destacó que en la declaración del nombramiento de Manes se dice que “ella acumula experiencia de amplia gama de salvadoreños, desde el gobierno, la sociedad civil y el sector privado y que todos estos atributos la sitúan en una posición ideal para trabajar en colaboración para mejorar las condiciones en el Salvador”.
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En ese sentido recordó que esas condiciones son las mismas que Estados Unidos junto a países de la Unión Europea ya han señalado. “Son las condiciones de quiebre democrático, quiebre constitucional, de ruptura institucional desde el 9 de febrero del año pasado, y agravadas por las decisiones legislativas del 1 de mayo”, señaló.
"EE.UU. dice yo quiero trabajar con El Salvador, pero no puedo trabajar con un país que viole la Constitución, DD.HH. y esté llenándose de corrupción, este el mensaje que trae esta funcionaria"
Para Campos lo más importante es lo que ha dicho el Secretario de Estado, Antony Blinken, que ella viene a establecer puentes de diálogo.
Ante esto, él advirtió que quien debe hacer una lectura crítica de su nombramiento es Casa Presidencial y el Gobierno porque “está claro que ella debe estar por arribar al país tras este nombramiento y algunos comentan en Washington que la lista Engel se va a conocer los primeros días de junio, entonces ella viene a ser la cabeza, la jefe de misión en su embajada”, razonó.
En relación a eso también consideró que es probable que se agraven las circunstancias. “Viene a ser protagonista de más eventos extraordinarios y estas circunstancias extraordinarias en el marco de una relación que está por los suelos, con una pérdida de confianza absoluta y con las posibilidades que eso se agrave, que podamos estar al borde como país de entrar a un régimen de sanciones que posiblemente sean liderados por EE.UU. seguido de algunos países europeos”.
De acuerdo a su experiencia en temas internacionales expuso que el presidente Bukele ha dinamitado los puentes de comunicación y de diálogo dentro del país con la comunidad internacional, y que fue eso lo que se llevó para Washington Ricardo Zuñiga después de su segunda visita al país. El destacó que ha sido después de esto que ella aceptó regresar como encargada de negocios.
A su juicio, ella tiene muy claro lo que está sucediendo en El Salvador, y dónde exactamente se ha perdido la ruptura democrática, así como la relocalización de fondos de entidades de gobierno a entidades de la sociedad civil. “Estas ya son sanciones propiamente dichas y que por igual hay una pérdida total de confianza”, advirtió.
También manifestó que está claro de que ella viene en circunstancias especiales y cuestionó: “¿Por qué el presidente Biden no se ha decidido por nombrar un embajador o una nueva embajadora? Es una pregunta que nos queda como telón de fondo”, dijo.
¿Qué opina un exembajador?
Rubén Zamora, fue embajador en Washington para El Salvador y desde su experiencia diplomática analizó esta decisión.
A su juicio, este nombramiento es parte de la estrategia que esta siguiendo el presidente Biden de hacerle saber con claridad y firmeza al gobierno y al pueblo salvadoreño que “no les parece lo que están haciendo, que haya cambios y que se regrese al respeto a la Constitución”.
Añadió que “es una política de decirle, por favor cambie, no podemos seguir de esta manera, y se ha ido viendo pues con la lista de las personas vinculadas a corrupción , empieza con la mano derecha del presidente, o sea la primera ministro del país, y eso es grave”, sostuvo.
Zamora explicó que normalmente cuando se va un embajador, a veces no llega inmediatamente el otro, entonces en ese periodo hay un encargado de negocios, que hace las veces del embajador, pero ahora EE.UU. ha cambiado eso.
Él destacó algunos aspectos sobre el nombramiento de Manes, primero que ella viene y no pasará por el senado de EE.UU. ya que en ese país los nombramientos de embajadores les tienen que dar paso los senadores. Asimismo, destacó que ella no tiene que presentar credenciales. “Lo que Biden le está diciendo a Bukele es “señor ni siquiera quiero que mi gente se junte con usted”.
El exembajador consideró que estos son signos que el gobierno de EE.UU. envía un mensaje claro al presidente Bukele de que están dispuestos a trabajar, pero para ello deben cambiar su actuar.