Javier Simán, presidente de ANEP: “Nos preocupa ver que el país se hunde mientras muchos aplauden ciegamente”

El titular de la ANEP llega a Washington DC, en parte por asuntos personales, pero también para mantener los contactos con la comunidad salvadoreña y otros actores del sector privado estadounidense.

descripción de la imagen
Javier Simán lamenta que el gobierno de Bukele opte por rivalizar en lugar de buscar acuerdos de alto nivel político. Foto EDH / Tomás Guevara

Por Tomás Guevara

2020-10-11 9:00:29

El titular de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Javier Simán, habla sobre la encrucijada del país, con una economía debilitada en gran parte por el efecto de las medidas de confinamiento para contener la pandemia y los garrafales errores del Ejecutivo para responder ante la mayor prueba que enfrenta el país en su historia moderna.

“Hay miedo de que si el gobierno actúa tan burdamente hoy, cómo lo haría si tuviera la Asamblea Legislativa en sus manos. Todo eso aleja las inversiones en momentos cuando más necesitamos promoverlas".

, .

Es de todos sabido que la presidencia de Nayib Bukele parece considerar un enemigo al empresario Javier Simán, a quien ataca en cuanta oportunidad tiene con el aparato del Estado a su mando; las afrontas personales y acoso a las empresas de su familia. Pero Simán no tienen reparos en señalar los problemas de fondo y los pronósticos para el país sino se enmienda el rumbo desde el Ejecutivo.

“El gobierno no quiere ver que estamos en una situación económica muy delicada, con el nivel de endeudamiento que ha llegado al máximo, entonces sería un momento para unificar esfuerzos y no estarse peleando con todo el mundo".

, .

Habla con El Diario de Hoy desde una terraza en el centro de Washington DC, en una pausa entre reuniones previstas durante su visita de unos días a la capital estadounidense.

“Lo más grave que vemos es cómo se deteriora la seguridad jurídica y cómo algunos funcionarios por razones político electorales utilizan el aparataje del estado para destruir, desprestigiar y desacreditar a aquel que opina diferente”.

, .

¿Cuál es el objetivo de esta visita a Washington?

Es una visita prevista por razones personales, pero ya estando aquí en Washington, donde mantengo muchas amistades, he aprovechado para ver a personas con las que de algún modo compartimos las preocupaciones sobre nuestro país.
Vemos que hay choque del ejecutivo de Nayib Bukele con el sector privado y su persona.

“Vemos persecución política contra empresarios, políticos y todo aquel que opina diferente, este gobierno no tiene tolerancia, ni respeto por opiniones diferentes, y todo eso genera un clima social muy turbulento".

, .

¿Qué hay de fondo en todo esto?

Desde que yo asumí la presidencia de la ANEP, a finales de abril, el presidente Bukele me desconoció, no sé las razones porque yo nunca me he reunido con él. Al tomar el cargo en la gremial, le envié una nota pidiéndole audiencia para empezar a trabajar de la mano.
Por alguna razón hay alguna animosidad, pero nosotros seguimos haciendo nuestra labor, porque a mí quien me eligió no fue el presidente de la república, sino las 55 gremiales del sector privado en una elección con voto unánime, por lo que yo me debo a ellos.

¿Hay algún rol de la ANEP que incomoda?

En ANEP nuestra responsabilidad es proponer políticas públicas y, claro, en nuestro rol somos críticos de las actuaciones de los gobiernos y eso no gusta. Nosotros necesitamos que los actores políticos respeten la ley y generen un clima donde se pueda invertir, emprender negocios, encontrar empleo y donde a toda la ciudadanía le vaya bien. Nuestro rol es trabajar de la mano con los gobiernos de turno, pero también señalar las cosas que no se está haciendo bien y eso sin duda incomoda a los políticos en ejercicio.

¿Pareciera que se está imponiendo la ley del más fuerte, una línea muy peligrosa para una democracia?

¡Preocupante! Estos días que he estado fuera del país se han dado situaciones de desobediencia a resoluciones de la Sala de lo Constitucional, desobediencia del director de la Policía Nacional Civil a requerimientos de la Asamblea Legislativa y de la Fiscalía General de la República; hemos visto cómo desde el gobierno se insulta y se descalifica a personas a modo de desprestigiar a cualquiera que opina diferente y todo eso está generando una tensión social que no le ayuda en nada al país.

¿Qué perspectivas tiene la economía como principal motor del país?

Antes de la pandemia ya teníamos una economía debilitada, y con la cuarentena de cuatro meses se debilitó aún más; se han perdido más de 80,000 empleos y más de 3,000 empresas que ya no abrieron, según datos del Seguro Social; entonces se nos viene una situación muy complicada, lo han dicho ya el Fondo Monetario Internacional, El Banco Mundial, El Banco Interamericano de Desarrollo y todos los economistas independientes también lo han señalado.

¿Los organismos multilaterales han alertado sobre el nivel de deuda?

Por todos lados, pero el gobierno no quiere ver que estamos en una situación económica muy delicada, con el nivel de endeudamiento que ha llegado al máximo, entonces sería un momento para unificar esfuerzos y no estarse peleando con todo el mundo.

¿Los linchamientos virtuales y acoso a adversarios qué impacto real tiene en la vida cotidiana y el sentir de la gente?

Lo más grave que estamos viendo en todo este fenómeno es cómo se deteriora la seguridad jurídica y cómo algunos funcionarios por razones político electorales utilizan todo el aparataje del estado para destruir, desprestigiar y desacreditar a aquel que opina diferente. Eso no genera un clima que facilite la atracción de inversiones, al contrario aleja las inversiones; y muchos inversionistas dirán: “yo esperaré a ver que pasa en las elecciones” (febrero 2021), porque hay miedo de que si el gobierno actúa tan burdamente hoy, cómo lo haría si tuviera la Asamblea Legislativa en sus manos. Todo eso aleja las inversiones en momentos cuando más necesitamos promoverlas.

¿Usted cree que hay una agenda de persecución contra el sector privado?

Lo que estamos viendo es persecución política contra empresarios, contra políticos y contra todo aquel que opina diferente, este gobierno no tiene tolerancia, ni respeto por opiniones diferentes, y todo eso está generando un clima social muy turbulento.

¿Pero usted y sus empresas lo están viviendo en carne propia?

En lo personal yo estoy siendo acosado por el Ministerio de Hacienda con auditorias a empresas mías, de mis hermanos, de mis padres, de mis primos, requerimientos de información a decenas de empresas, es un acoso fiscal y de alguna manera todo está orientado a callarme por mi rol de presidente y representante del sector privado. Está bien que el gobierno supervise y controle la recaudación fiscal porque es su responsabilidad, pero de ahí a que el Ministerio de Hacienda utilice esas herramientas de auditoría para acoso, eso ya se convierte en persecución política y eso es muy peligroso.

¿Y al final de cuentas empeora todo el entorno?

Exacto. Y afecta la seguridad jurídica, afecta el clima de confianza, sino hay inversión cómo vamos a recuperar esos miles de empleos que se están perdiendo.

¿Hay precedentes de esta forma de hacer gobierno?

Nosotros nunca habíamos visto algo así, todos habíamos pensando que con los Acuerdos de Paz de 1992 esas prácticas habían quedado en el pasado, con las reformas constitucionales quedó definido el rol de los funcionarios para que ninguno utilice las instituciones para motivos políticos y de persecución, pero es triste que estamos viendo, cómo las Fuerzas Armadas y la PNC están siendo utilizadas para propósitos político partidarios, eso es un gran retroceso en nuestra democracia.

Esta semana la calificadora de riesgo Fitch hizo un análisis sobre las finanzas del estado y los retos que enfrenta el país. ¿Qué comentario le merecen esos insumos?

Tuvimos la oportunidad de ver el informe de Fitch y viene a corroborar lo que venimos señalado: que el país está altamente endeudado, que la deuda está a intereses bien altos, que no vamos a tener capacidad de pagarla porque nuestra economía está cayendo y con eso la recaudación de impuestos está a la baja; entonces el país está en una situación muy difícil, pero lo que vemos desde el gobierno es confrontación con medios de comunicación independientes, universidad y sector privado, con los otros partidos políticos y los demás órganos del estado.

¿A nivel internacional ha logrado notoriedad por el menosprecio al imperio de la ley?

Lamentablemente, el gobierno debe dar el ejemplo de paz y armonía, pero vemos que desde Casa Presidencial viene el odio y la discordia social, todo por razones político electorales.
Aunque como sector privado no somos políticos, pero el resultado final es que las acciones que surgen nos afectan a todos, por las inversiones, negocios, por la falta de empleo y al final el bienestar de todos los salvadoreños.

La Universidad Centroamericana (UCA) difundió un editorial donde señala que el país se hunde mientras las barras bravas de afines al gobierno y delatores se disputan quien grita más y que los problemas de país son fuente para memes e insultos. ¿Qué opina al respecto?

Lo difícil es que hay mucha gente que con justificada razón está cansada de la clase política, y hay otros que ciegamente están esperanzados con un falso Mesías, y aplauden por una u otra razón las ilegalidades, la matonería, los insultos, las descalificaciones, eso en lugar de generar armonía social puede profundizar un conflicto social. Nos preocupa ver que el país se hunde mientras muchos aplauden ciegamente.

¿Usted tiene confianza que el sistema judicial pueda dirimir los casos de acoso fiscal?

El ministro de Hacienda ha sobrepasado todas las leyes, haciendo injurias falsas contra mí, con acusaciones a una empresa en la que yo no tengo nada que ver. El ministro ha cometido actos arbitrarios, ha divulgado información confidencial, ha cometido falsedad material, tiene un acumulado de delitos, todo por descalificarme solo por opinar diferente, y eso de alguna manera tenemos confianza que en el proceso judicial va lograr demostrarse que no hay ningún fundamento.
Parece que ya es una práctica semanal…

Todos los jueves están acusando empresarios, cuando el proceso legal dice que se debe acudir por la vía administrativa antes de llevarlo a la Fiscalía; pero al gobierno no le interesa si los casos después se le caen lo que quiere es hacer un show de desprestigiar empresarios.

¿Qué perspectivas ve en la continuación de su mandato al frente a la ANEP?

Primero poner en perspectiva quiénes somos el sector privado, somos todos los que no devengamos un sueldo del estado, eso incluye a emprendedores, empresarios, profesionales, trabajadores por cuenta propia, nuestros trabajadores, universidades, medios de comunicación, los que ganamos el sustento con el trabajo diario. Yo seguiré trabajando para defender la libertad de poder trabajar, y desde la ANEP vamos a seguir luchando para sacar adelante al país.

¿Qué expectativas tiene con lo que pueda traer el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos del 3 de noviembre próximo?

Estados Unidos es nuestro principal socio comercial, es nuestro principal aliado, nuestro principal donante, y en este país tenemos más de dos millones y medio de salvadoreños, que recibimos de ellos 5,400 millones de dólares en remesas, así que no podemos negar la importancia que tiene Estados Unidos y su cercanía con El Salvador, lo que pase aquí siempre tendrá un impacto en el país para bien o para mal. En el tema de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, un cambio de gobierno puede tener un cambio en la manera de relacionarse con nuestro país. Sí estamos a la expectativa de qué pasa el 3 noviembre aquí.