Japón presionó a Bukele para evitar influencia de China

Según medios japoneses, el mismo primer ministro de ese país advirtió riesgos que trae Pekín.

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En noviembre del año recién pasado, el presidente Nayib Bukele tuvo una reunión con el primer ministro japonés, Shinzo Abe. Foto EDH / archivo

Por Ricardo Avelar

2020-01-02 5:35:32

El gobierno japonés hizo presiones a su contraparte de El Salvador para evitar que una corporación con sede en China obtuviera los derechos de operación del puerto de La Unión.

Según un reportaje del medio Japan Times, fuentes diplomáticas de ese país revelaron a inicio de esta semana de diversos esfuerzos para mermar la influencia de al menos una compañía china.

Esto, pues el Puerto La Unión fue construido con un préstamo concesionario japonés por $101 millones. Según estas fuentes diplomáticas citadas por el Japan Times, la creciente influencia china podría poner en riesgo estos fondos.

Esta posición del gobierno en Tokio coincide con la postura de Estados Unidos, que en 2018 elevó las alertas por las pretensiones de la compañía Asia-Pacific Xuanhao Project Investment (APX) de obtener los derechos de operación del puerto, además de terrenos aledaños a este. Esto sucedió a inicios de septiembre de ese año, solo unos días después de que el gobierno del FMLN rompiera lazos con Taiwán y abriera vínculos con la República Popular China.

De acuerdo a Japón, esto representa un riesgo importante para El Salvador: que China esté pensando en proyectar su poder militar en la región, al tiempo que expande su esfera de influencia económica en América Latina.

De hecho, según el Japan Times, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, le hizo saber al presidente salvadoreño Nayib Bukele su preocupación por la creciente influencia de Pekín. Asimismo le reiteró las advertencias de una posible escalada militar china en la región, uno de los puntos principales que Estados Unidos ha expresado al país.

Ambos países, EE. UU. y Japón, han dedicado esfuerzos para advertir los peligros de la iniciativa de Cinturón y Carretera (Belt and Road en inglés), el programa de megainversiones chinas con que buscan tener presencia económica en gran parte del mundo. Este programa, explican funcionarios de Washington y Tokio, ofrece alivio temporal a países pequeños que luego quedan ahogados en deuda y, en ocasiones, deben incluso ceder obras públicas o partes de su territorio al verse incapaces de pagar.

Según Japan Times, el presidente Bukele le hizo saber a su contraparte nipón que no permitiría que China se involucre en infraestructura importante.

Sin embargo, justo después de su visita a Tokio, Bukele partió a China, donde reafirmó lazos con este gigante asiático y anunció que el país asiático construirá en El Salvador un nuevo estadio, una biblioteca en el Centro Histórico de la capital y una planta de saneamiento de aguas, entre otros proyectos no reembolsables.

Casi de inmediato, esto generó reacciones de la embajada americana, así como funcionarios del gobierno de Donald Trump que volvieron a advertir que esta cooperación puede resultar peligrosa.

Con respecto al puerto, fuentes diplomáticas revelaron al citado medio japonés que este país condicionaría la permanencia de su asistencia para el puerto siempre que el contrato de operación satisfaga sus intereses.