Jacqueline se quedó sin dinero durante la cuarentena, aprendió a hacer pizzas en línea y así paga su carrera universitaria

Tras varias semanas sin poder generar ingresos, Jacqueline y su familia se quedaron sin recursos. La joven aprendió a elaborar pizzas con tutoriales en Internet y así es como paga su carrera universitaria.

Por Jonathan Tobías

2020-07-21 11:06:41

Jacqueline Ortiz es una joven cocinera y emprendedora de 23 años que vive en el municipio de San Juan Opico, La Libertad. Ella cursa en línea una carrera universitaria en una institución educativa de San Salvador. Frente a la falta de recursos para pagar sus estudios durante los meses de la cuarentena, tuvo la idea de aprender a preparar pizzas caseras y con lo que recaudara pagar sus estudios.

“En varias ocasiones pensé en ya no seguir”, confiesa Jacqueline y asegura que los gastos comenzaron a aumentar y las ganancias que recibía, de una tienda que tiene junto a sus padres, eran insuficientes para solventar las necesidades en el hogar. “Las jornadas son duras, pero me siento feliz de poder recompensar un poco de lo que mis padres hacen por mí”, señala.

Cada mañana, la joven realiza las compras de los ingredientes para sus pizzas y comienza con su preparación en casa. Durante la tarde, cuando termina de cocinarlas en un pequeño horno artesanal, avisa a sus amigos, familiares y conocidos a través de las redes sociales. “Mis clientes me dicen que me queda deliciosa y eso me motiva a seguir vendiendo”, dice Jacqueline. Luego, dedica tiempo para salir a entregar cada pizza a sus clientes.

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Los precios de cada pizza rondan entre los $8 y $14 dólares, dependiendo de las especialidades que el cliente solicite, las más populares son de queso con loroco, pepperoni, carne, piña y mixta.  “Me siento feliz porque con el dinero recaudado ya pagué mi inscripción del nuevo ciclo”, expresa. “Las únicas personas que siempre estarán contigo será tu mamá y papá”, señala agradece a su familia todo su esfuerzo para seguir luchando por alcanzar sus sueños.

Jacqueline no es la única que ha decidido dedicarse a la elaboración de pizzas para salir adelante. Una compañera de estudios de la joven pasa por una situación similar, por lo que ella la impulsó a hacer lo mismo en su comunidad. “Con una pequeña idea pude seguir adelante. Nunca hay que darse por vencido”, reflexiona.

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