Cinco salvadoreños fueron víctimas de la negligencia, de la matonería de un funcionario y de un sistema judicial que sigue en deuda ya que los procesos están en la impunidad; como la muerte de la niña Camila Salguero de 8 años, quien murió tras caer de un juego mecánico en el interior de una escuela.
Además, el ataque de un vigilante contra una estudiante que le provocó ceguera. También el Estado abandonó a un joven que usaba la marihuana para mermar su padecimiento de psicosis y depresión.
Estuvo preso seis meses sin medicamento y atención médica. También, la justicia permitió la conciliación entre una ciudadana contra un asesor del gobierno quien fue acusado de resistencia, portación irresponsable de arma de fuego y expresiones de violencia contra la mujer, entre otros.
La muerte de camila que sigue en la impunidad
Camila Sofía, una estudiante de tercer grado del Centro Escolar Católico Corazón de María, murió el 9 de abril, tras caer de una Chicago. Las autoridades señalaron que tres menores estaban jugaban en una de las góndolas de la rueda, y en un descuido el hierro de seguridad del juego mecánico se soltó.
Camila cayó al piso mientras que los otros dos niños quedaron agarrados de los barrotes. Las autoridades de la escuela le dieron la espalda a los dolientes, según el padre de la niña. El pasado 9 de agosto, la Fiscalía presentó la acusación contra Delia Lilian Cornejo, directora del centro escolar; Ernesto Rosales, dueño de las ruedas; y la profesora Cinthia Cañas por homicidio culposo y lesiones culposas.
Los juegos mecánicos estaban en la institución por la celebración de los intramuros. Pero el trato entre la directora y Rosales era que de las ganancias que generaran los juegos mecánicos era repartida.