Familias son beneficiadas con víveres en Intipucá

Funsalprodese entregó paquetes de víveres a hogares de las comunidades rurales Nuevo Amanecer y Santa Lucía. También les darán apoyo para poder cultivar.

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Foto EDH / Insy Mendoza

Por Insy Mendoza

2020-02-20 7:22:48

LA UNIÓN. Un total de 65 familias de las comunidades rurales Nuevo Amanecer y Santa Lucía, de Intipucá, recibieron paquetes con víveres por parte de la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (Funsalprodese).

La ayuda consiste en 15 libras de frijol, 25 de maíz, 10 de arroz, 13 libras de azúcar, cuatro botellas de aceite, sal, Incaparina, café y espaguetis. El donativo tiene un costo de $50.00.

La ayuda es parte del proyecto “Respuesta a los efectos de la sequía y las inundaciones en América Central, en los países de Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador”.

La organización financiera es la Fundación Bill & Medina Gates con una inversión de $819,365 para los cuatro países de la región, con una duración de 18 meses.

Las familias también contarán con una asistencia técnica en las buenas prácticas agrícolas, les darán los insumos para que hagan sus huertos caseros, recolectar agua lluvia y que les ayuden a mitigar un poco el problema de la sequía que afecta la zona identificada como el corredor seco mesoamericano.

En El Salvador priorizaron cinco comunidades de los municipios Intipucá, de La Unión; Chinameca, de San Miguel; y Alegría, en Usulután, que fueron identificadas como de severa pobreza, afectadas por el fenómeno de la sequía entre los años 2018 y 2019.

Rubén Quintanilla, director ejecutivo de Funsalprodese, dijo que el año pasado hicieron un diagnóstico de las comunidades que están más afectadas por el nivel de pobreza, y que durante la sequía perdieron la totalidad de sus cultivos.

Éntimo de Jesús Hernández, de 77 años, de la comunidad Nuevo Amanecer, se dedica al cultivo de maicillo y maíz. Trabaja en pequeñas parcelas de tierra que le arriendan a cambio de dejar la broza para pasto del ganado.

Hernández vive en un pequeño rancho de lámina con su compañera de vida, Pastora Sorto, de 67 años. Sobre él está la responsabilidad de llevar los alimentos a su humilde hogar, y dice que hay días donde no tienen ni la tortilla para comer con sal.

“Lo poco que logré cultivar se me perdió el año pasado debido a la falta de agua lluvia en la zona, perdí cerca de 200 dólares en el maíz y el maicillo; jamás logré recuperarme de esas pérdidas”, agregó Hernández.
Maritza Ventura, presidente de la asociación de desarrollo comunal de Nuevo Amanecer, manifestó que la donación de los víveres les ayudará en la alimentación de las familias.