Simón Vega, el primer salvadoreño que expone en el Centre Pompidou de París

El artista Simón Vega fue invitado a la exposición “Cosmopolis #2: Repensar lo humano” en el reconocido centro de arte. Ahí, Vega creó un mobiliario escultórico para que los visitantes tengan un momento de distensión, dialoguen, descansen, intercambien ideas y más.

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Simón Vega se convierte en el primer salvadoreño en exponer en el famoso centro de arte parisino. / Foto Por EDH-Cortesía Ilaria Conti, curadora del Centre Pompidou

Por Sara Castro

2019-11-20 5:00:26

El Centre Pompidou, ubicado en la capital parisina, es uno de los más prestigiosos complejos de arte del mundo. Es tan importante que en él se resguardan más de 100,000 piezas y se han llevado a cabo cientos de espectáculos en vivo.

En la Galería 3 de este recinto se encuentra una escultura social, creada por el artista salvadoreño Simón Vega (1972), quien se convierte en el primer nacional en llegar a dicho templo del arte mundial.

Su instalación se enmarca en la exposición “Cosmopolis #2: Repensando el ser humano”, la que está disponible a los visitantes desde el pasado 23 de octubre.

Vega se codea con los grandes del arte contemporáneo desde varias décadas atrás. Sus creaciones de gran formato, donde prevalecen naves espaciales elaboradas con desechos o materiales reciclables, han recorrido el mundo: desde el Museo de Arte de El Salvador (Marte), pasando por el Museo del Barrio (New York), la galería Hilger Brot Kunsthalle (Viena), el Pérez Art Museum (Miami), hasta llegar ahora al célebre Pompidou.

Su arribo e inclusión a esta muestra no pueden concebirse sin el apoyo de dos galerías con las que Vega trabaja estrechamente, la Galerie Hilger Next (Viena, Austria) y Liliana Bloch Gallery (Dallas, Texas).

Pero a estos enlaces se suma el trabajo curatorial de Kathryn Weir e Ilaria Conti, quienes son las responsables del diálogo entre la instalación de Vega y el resto de piezas de “Cosmopolis #2”.

“El trabajo de Simón tiene un papel central en la exposición, ya que su ‘Archipíelago de Intercambio’ es el espacio cordial de ‘Cosmopolis’, es el espacio de encuentro e intercambio en la exposición”, declaró la curadora Conti, vía email.

Y en efecto, la instalación de madera creada por Vega fue destinada para que el público interactuara y descansara tras una agenda cargada de talleres y charlas a lo largo de los dos meses que durará la exhibición.

Es así que el artista creó cinco islas (plataformas) de madera donde cimentó su escultura social denominada: “Mercado Modular de Ideas / Space Tianguis”, que en realidad son muebles funcionales destinados para interactuar: mesas, bancos, estaciones con dispositivos electrónicos y carritos robóticos cafetaleros.

Vega entrelaza la tecnología del primer mundo “y la anti tecnología del tercer mundo”. Fotos EDH / Cortesía Ilaria Conti, curadora del Centre Pompidou.

La propuesta nació de una amalgama de ideas que por años ha desarrollado y fortalecido Vega: módulos lunares de la NASA “en diseños de ciencia ficción para colonias futuristas en Marte y dinámicas de los mercados callejeros populares de Centroamérica y México”.

Pero ¿cómo estas dispares ideas pueden confluir para “repensar lo humano”? El salvadoreño consideró que con “Mercado Modular de Ideas / Space Tianguis” pueden revalorizarse sistemas de intercambio antiguos, contemporáneos y futuros, pues en las cinco plataformas es posible desarrollar un “trueque” de ideas, soluciones, productos, servicios y, por supuesto, de cultura.

‘El Módulo Experimental de Trueque’ ofrece una serie de ejemplos de trueques realizados previamente entre miembros de la comunidad centroamericana en París, e invita a los espectadores a dejar o intercambiar objetos o servicios durante las activaciones llevadas a cabo en la sala de exhibiciones del museo, los domingos en la tarde”, explicó Vega sobre una de las plataformas de su gran instalación.

Vega también concibió el “Módulo de lectura”, que contiene folletos, libros y entrevistas en video de distintos talleres y charlas llevadas a cabo paralelamente a la exhibición.

La “estación de trabajo” fue construida con ocho mesas modulares y al centro de ellas “se ubica un pequeño jardín tropical”. Y en el “Sensing Salon” se exhibe la obra de Valentina Desideri y Denise Ferreira da Silva, en la que se realizan lecturas de las cartas del Tarot.

Los carritos robóticos cafetaleros se crearon a partir de robots exploradores de la NASA en Marte y de los carritos de venta ambulante en El Salvador. Según Vega, este último elemento otorga diversión, pues incluye sonidos callejeros que se activan cuando realizan actividades o talleres. En ellos se pueden servir café especial bourbon naranja, proveniente de una finca santaneca, Ron Cihuatán y agua de París.

Todas estas estructuras pudieron concretarse con la ayuda de carpinteros del Centre Pompidou y de la Galerie Hilger Next, de Viena. Y los carritos de café fueron hechos por un artesano salvadoreño.

Vega reconoció la relevancia de su participación en el Pompidou para su currículum, pero también destacó el desafío que significó crearla: “fue un gran reto desarrollar una obra tan compleja con tantos requerimientos y limitaciones con las que no estoy acostumbrado a trabajar. En general fue una experiencia de muchísimo aprendizaje y crecimiento y muy probablemente una con la que puntualizo una importante y prolífica etapa en mi carrera”.

 

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