Flor Marina Méndez, la madre de dos policías que fue asesinada en Juayúa, Sonsonate, administraba un mesón que era propiedad de su esposo.
Juan Carlos Díaz Nájera y Marlene del Carmen Flores Díaz, quienes son compañeros de vida y están detenidos por ese crimen, eran inquilinos del mesón y siempre se atrasaban con el pago del alquiler del apartamento donde vivían.
Como Méndez era exigente en el cobro de la renta del apartamento, la situación entre la víctima y los detenidos se fue agravando poco a poco hasta llegar a roces y discusiones subidas de tono, según las investigaciones policiales.
Esos problemas personales entre Méndez y la pareja que a través de los meses se profundizaron habría sido el detonante para que ellos planificaran su asesinato, explicaron fuentes de la Policía.
Foto EDH/ Francisco Campos
“Tenía problemas con los vecinos, en la comunidad, se discutieron, al parecer venían con conflictos desde semanas atrás y los homicidas confesaron que habían sido ellos los que habían planificado el hecho”, dijo ayer Rogelio Rivas, ministro de Justicia y Seguridad Pública.
La hipótesis anterior refuerza lo que se dijo en un primer momento: que “a ella no la asesinaron por ser madre de dos policías, sino que fue un hecho producto de la violencia social”, según el ministro Rivas.
El director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas explicó que “hubo una planificación y todo se debe a la intolerancia, al no respetarse mutuamente sino que es parte de ofenderse, de estar discutiendo”.
Y aunque las autoridades de Seguridad y de la Policía señalan que el asesinato de Méndez no tiene vínculos con pandillas, pero si reconocen que al menos un pandillero participó en el crimen.
A este pandillero ya lo tiene identificado la Policía, por lo que desde el día que se conoció el crimen lo buscan, pero aún no ha sido detenido.
La interceptan cuando regresaba de comprar pan
Flor Marina salió la noche del domingo a comprar pan francés a una tienda cercana. En los momentos en los que regresaba a su casa, Díaz Nájera y el pandillero la interceptaron para raptarla. Ellos se la llevaron al final del pasaje cuatro de la colonia IVU de Juayúa, Sonsonate. Ya en este lugar, los dos le habrían causado una lesión con arma blanca en el cuello y enseguida la habrían lanzado al barranco.
No fue hasta las 9:00 de la mañana del día siguiente, el lunes pasado, que vecinos hallaron el cadáver de la madre de los policías en el fondo del barranco, por lo que alertaron al sistema de emergencias 911 del hallazgo del cuerpo.
El asesinato de la madre de los policías despertó el repudio de algunos agentes de la corporación, quienes escribieron en sus cuentas de redes sociales que el hecho era un acto cobarde de parte de los criminales al atacar a una persona indefensa.
El presidente Nayib Bukele escribió el lunes pasado en su cuenta de twitter que la Policía tiene pruebas irrefutables en contra de la pareja y del pandillero que aún sigue prófugo.
Agregó que la Fiscalía General y el sistema judicial “están en la obligación de llevarle justicia a esta familia de héroes”.
En los próximos días, Díaz Nájera y Flores Díaz serán llevados a los tribunales de justicia para que respondan por el asesinato de Méndez, madre de los dos policías.