Industria cosmética propone trámites más sencillos para aumentar su inversión

La Cámara Centroamericana y del Caribe de Cosméticos y Aseo (Cacecos) considera que los requisitos actuales para colocar un producto cosmético en el mercado regional son demasiado técnicos y desiguales.

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Un 15 % de las importaciones centroamericanas de 2017 fueron hechas por El Salvador. Según datos de Cacecos, es el tercer país de la región con más participación en las importaciones.

Por Vanessa Linares

2019-05-28 5:00:34

Los más de 48 millones de centroamericanos representan un atractivo mercado para las inversiones de la industria de productos de cosméticos y de aseo de uso doméstico; sin embargo, uno de los obstáculos o retos para los que son más optimistas, es el marco regulatorio actual.

La Cámara Centroamericana y del Caribe de Cosméticos y Aseo (Cacecos), que agrupa a unos 15 afiliados -entre grandes empresas y algunas cámaras de los seis países del istmo- considera que la región exige requisitos demasiado técnicos para los productos cosméticos y, además, las autoridades de cada país aplican las normativas de manera distinta; de ahí que, la vigilancia regulatoria es precisamente una oportunidad de mejora de inversiones a nivel regional.

De acuerdo con la presidenta de Cacecos, Melissa Pérez de Patterson, en octubre de 2014 se presentó una propuesta borrador para crear un nuevo reglamento técnico centroamericano o, al menos, para revisar el vigente.

“Proponemos que la supervisión que realizan las autoridades sanitarias, que en lugar de previa y documental, sea de manera física, en el mercado, con la práctica”, explicó la representante.

Actualmente, para que los productos cosméticos estén al alcance de los consumidores, las empresas deben presentar un documento escrito de acuerdo a especificaciones dictadas por las leyes internacionales de medicamentos.

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Existen laboratorios clandestinos donde se fabrica maquillaje de bajísima calidad sin las medias higiénicas adecuadas. Estos productos llegan al mercados bajo una marca reconocida y a precio accesible para todos. Sin embargo contienen elementos nocivos para la salud como pegamento, pintura y gasolina.

Como la categoría “cosméticos” no se limita a aquellos productos que usualmente utilizan las mujeres para el rostro, sino que también incluye, por ejemplo, a las pastas dentales, los champús, acondicionadores, cremas para peinar, rasuradoras y cremas para afeitar, perfumes, etc; cumplir con este detalle tiene impacto en el ritmo de crecimiento de la industria.

Según Patterson, estos requisitos, al ser pensados como fármacos y de tratamiento medicinal incluso hospitalarios, “son más de contenido técnico que (los que) requeriría un producto cosmético, que es de bajo riesgo”.

“Nuestra propuesta es que esta supervisión que realizan las autoridades sanitarias que, en lugar de previa y documental, sea de manera física en el mercado”.

Melissa Pérez de Patterson, presidenta Cacecos

La industria asegura que, de fondo, su intención no es imponer un método diferente de supervisión, sino acordar un mecanismo que permita a las autoridades un monitoreo más efectivo y que al mismo tiempo facilite el acceso de los productos a los mercados centroamericanos. De hecho, dijo Patterson, “más allá de impactar en la comercialización, tiene más que ver con modernizar a la región”, facilitar el comercio y atraer la inversión extranjera.

Los datos de Cacecos, a partir de las estadísticas de importaciones de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), señalan que las importaciones de productos cosméticos e higiénicos en la región crecieron 3% en promedio en el último quinquenio hasta alcanzar los $1,945 millones en 2017.

Las compras entre los mismos países de Centroamérica alcanzaron los 501 millones, lo que representa un 25.7% de las importaciones totales de la región. La mayoría de las importaciones fueron hechas por Guatemala, Costa Rica y El Salvador.

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El objetivo es eliminar cualquier requisito o trámite innecesario o arbitrario. Los trámites que no tengan base legal no podrán ser exigidos a los particulares.

Aunque en la región ya hay empresas grandes de manufactura de cosméticos, y de igual modo otras pequeñas han surgido como emprendimientos, los inversionistas no suelen ver a cada país por separado como tierra fértil para su capital, porque el mercado resulta demasiado pequeño, insistió la titular de la Cámara.

En ese sentido, ya que “no tiene sentido invertir $25 millones en un mercado pequeño”, contar con un marco regulatorio más abierto y accesible “abriría el compás” para la entrada de nuevas empresas y productos.

“Nos posicionaría como región, como un mercado muy atractivo para atraer un nuevo tipo de inversiones. De productos novedosos a los que los consumidores no pueden acceder en una góndola en los supermercados y que para tenerlos, la mayoría lo que hace es pedirlo o yendo a comprar fuera”, apuntó la empresaria.

Finalmente, el sector privado de este rubro reconoció los desafíos en términos de capacitaciones, equipo informático, acceso a internet y ancho de banda que son necesarios para implementar mejoras.