Más de 5,000 hectáreas se consumen por incendios cada año en El Salvador

El país se enfrenta a vientos, altas temperaturas y acciones humanas que provocan incendios de grandes magnitudes.

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Los fuertes vientos y las altas temperaturas en marzo y abril favorecen siniestros que afectan la cobertura boscosa del suelo. Foto EDH Archivo

Por Alejandra García

2020-03-10 9:00:36

Un promedio anual de 5,124 hectáreas (un promedio de 50 kilómetros cuadrados) de bosque y maleza se han extinguido a causa del fuego. Según datos de Bomberos desde 2006 hasta 2017 los incendios consumieron 61,496 hectáreas con árboles, cultivos y maleza seca en El Salvador, sucesos que además de contaminar el medio ambiente, acaban con la vida de flora y fauna, que se vuelven cada vez más escasos.

Durante este lapso se registraron 1,658 incendios, de los cuales 879 fueron provocados, 701 por causas desconocidas, 74 se dieron por descuido, dos debido a un cortocircuito, uno se propagó por los fuertes vientos, y uno por la explosión de un globo aerostático.

Según Raúl Rodas, agrónomo de la Comisión Intersectorial para la Restauración Ambiental de Morazán (CIRAN), existen diversos factores que contribuyen a que se den estos incendios, uno se refiere a las altas temperaturas y el viento, pero sobretodo la falta de conciencia de las personas al no acatar las recomendaciones que dan las autoridades en relación a esos siniestros.

Entre los ejemplos más comunes que establecen las autoridades está el lanzar las colillas de cigarro en carreteras o predios, la quema agrícola no controlada, la “mano criminal” y las personas que sacan colmenas o animales de cuevas.

En el tema de la quema agrícola, el experto en el área recomienda realizarla en la mañana debido a que son horas más frescas, también inspeccionar el área para asegurarse que no exista peligro de propagación del fuego.

Por su parte, el teniente Alexander Quintanilla, jefe de Bomberos de la estación de La Unión, manifestó que en esta época las personas inician la preparación de los suelos, y hacen quemas “controladas”, que luego no pueden manejar y repercute en grandes pérdidas.

“Aún hay agricultores que realizan esta quema. Es necesario de alguna forma eliminarla porque el problema es que el suelo es un conjunto de microorganismos, (y) al quemarlo estás matando muchos de estos elementos”, señala Rodas.

Según él, los agricultores lo hacen para evitarse la inversión de dinero y tiempo en la limpieza del terreno, pero a la larga pierden más porque se convierte en un suelo más pobre, en donde esa cobertura vegetal podría ayudarles a mejorarlo. Desde el punto de vista técnico se considera que debería eliminarse esta práctica.

El impacto ambiental de estos percances son: la pérdida de cobertura boscosa, debido a que al dejar descubierto el suelo existe mayor erosión, además de la gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono, la disminución de árboles e incluso la pérdida de inversión en lugares donde se ha reforestado.

En cuanto al daño total del suelo, expresó que estos siniestros no afectan directamente toda la superficie, pero al realizar quemas en algún lugar se ocasionan repercusiones en el tema de emisiones de dióxido de carbono y enfermedades respiratorias, debido a que muchas veces se encuentran familias cerca y el humo las molestará.

El teniente Quintanilla explicó que el impacto de los incendios en el departamento de La Unión es bastante fuerte, debido a que es una de las localidades más deforestadas y más calientes del país, por lo tanto estos sucesos aumentan el calor e incrementa la deforestación.

Como Estación de Bomberos de La Unión, hasta la fecha en el 2019 se atendieron 30 emergencias que la población solicitó, mientras que en 2020 a la fecha se registran 70, con un incremento de 40, en diferentes áreas como maleza, viviendas, accidentes, falsas alarmas, expulsión de abejas, tala de árboles, entre otros.

En cuanto a incendios en maleza seca y forestales en 2019 a la fecha, se registraron 14 incendios con una afectación de 75 manzanas. En el presente año se cuenta con 39 emergencias atendidas en maleza e incendios forestales, entre árboles maderables y frutales, provocando daños en 120 manzanas, un total de 45 más en comparación al año anterior.

Se debe recalcar que la diferencia entre maleza y forestal radica en el entorno en el que se desarrolla el fuego; se utiliza el término de maleza cuando el zacate está a una altura menor de un metro, y forestal cuando el daño incluye árboles de diferentes especies.

Entre los municipios más afectados en incendios en maleza están Conchagua con 11, La Unión con 10, Intipucá con seis, Pasaquina con cuatro, en Santa Rosa de Lima tres, en San Alejo dos, y El Carmen con uno.

Según el especial de El Diario de Hoy “El Salvador en llamas”, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) posee su propio registro sobre incendios, pero solo los que están relacionados a las Áreas Naturales Protegidas (ANP), las cuales por ley deben resguardar.

Registros del 2012 al 2017 señalan que un total de 4,672 hectáreas se quemaron en un ANP, y fue La Libertad la que sufrió mayor impacto con 1,417 hectáreas, y la menos afectada fue Morazán con dos hectáreas.

Quintanilla comentó que el Volcán de Conchagua, al que llaman “Pulmón de La Unión”, es un lugar que no ha registrado incendios en aproximadamente seis años; sin embargo, el año pasado sí se detectó fuego en zonas aledañas.

Con el objetivo de proteger esta área, el cuerpo de Bomberos cuenta con guardabosques con quienes se tiene contacto directo, y al conocer de un inicio de fuego, inmediatamente realizan las acciones necesarias para evitar que se dañe el ecosistema, que funciona como proveedor de agua para algunos municipios del departamento.

Por su parte, Rodas aseguró que en Morazán existen dos ANP que de momento no han sido afectadas, pero si en años anteriores, como el caso de La Ermita en 2019.

Asimismo, mencionó que los incendios más grandes que se desarrollaron ese año fueron en el Municipio de Torola, Morazán, donde se quemaron más de 400 manzanas.

El comportamiento de estos siniestros en algunas ocasiones es influenciado por el clima, especialmente por los vientos que ayudan a su propagación y las altas temperaturas.

El jefe de bomberos de La Unión expuso que el mes con más afectación para el departamento fue enero, donde la cifra de incendios en maleza fue de 24, más uno forestal.

Además, explicó que durante ese lapso los bomberos salían entre cuatro y cinco veces al día, haciendo énfasis en el clima y la población que no sigue las indicaciones de las autoridades.

“Hemos tenido más incendios hoy pero con menor cantidad afectada porque el año pasado, si nosotros viajábamos de La Unión a Santa Rosa de Lima, veíamos que todas esas montañas ya estaban quemadas por estas fechas”, declaró Quintanilla.

Por otra parte, dijo que esperan la Semana Santa, la cual es considerada la más seca de los vientos, y en la que las personas visitan las zonas montañosas y donde acostumbran hacer fuego para la preparación de los alimentos.

Según la investigación de El Diario de Hoy, marzo es el mes en que aumentan las emergencias por incendios forestales. Durante esa época entre 2006 y 2017 se consumieron 33,641 hectáreas (54.12%); seguido de febrero que acumuló 13,336 hectáreas (22.31%); y en tercer lugar está el mes de abril con 9,192 hectáreas (14.75 %).

En esa ocasión el gerente de Áreas Naturales Protegidas del MARN, Javier Magaña, enfatizó que además de que el tercer mes del año se caracteriza por el incremento de calor, la tendencia se debe a que coinciden dos hechos: la zafra, que incluye la quema de la caña, y la preparación del suelo para la siembra de temporada.

Según información de Global Forest Watch Fires desde el 1 de enero hasta el 23 de febrero de 2020 se han registrado 79 alertas de fuego en el territorio salvadoreño, disminución a nivel nacional en comparación a febrero de 2018 que tuvo 333, y el 2019 con 191.

El departamento de La Paz ha sido el más afectado con 23 alarmas, seguido de San Vicente con 14, La Libertad con 12, en Sonsonate 11, y los demás departamentos con cifras menores a seis o sin afectación.

La plataforma muestra que desde el 2013 las alertas de incendio se han mantenido sobre los 1,000 a excepción del 2016, tiempo en que se registraron 827. Caso contrario el año 2017 donde se identificaron 1,443 alertas de incendio, la cifra más alta durante los últimos 20 años.

Entre los incendios identificados por el personal de Bomberos en este año está el de la vegetación de la cordillera El Bálsamo, el pasado 15 de febrero, donde 40 hectáreas de maleza seca resultaron afectadas, de acuerdo a la información publicada por la institución en su cuenta de Twitter.

Debido a las reacciones de la población ante este fenómeno, los Bomberos detallaron en otro texto de la red social que “no son desastres naturales, estos incendios son provocados por las personas, más del 90 % son causados por la mano del hombre”.

Las autoridades a través de los medios de comunicación hacen un llamado a la población a acatar las recomendaciones para no continuar dañando al medio ambiente.