Hasta el último momento de su vida, Sandra Guadalupe Pérez de Barrientos, enfermera salvadoreña, ayudó a salvar vidas en Estados Unidos, por medio de la donación de sus propios órganos.
“Miss” Barrientos, como era conocida en el Hospital Nacional San Rafael, en Santa Tecla, fue despedida con honores en el hospital Overlook Medical Center, en New Jersey, de Estados Unidos. Tenía 51 años.
“Ella donó órganos, porque entró en una muerte cerebral, yo no permití que la desconectaran. Le hicieron dos tipos de honores porque ella donó a una fundación y el otro porque ella fue una enfermera. El hospital puso a todo su personal médico completo, enfermería y de otras especialidades. Cuando ella pasó por el pasillo hacía el quirófano, todos salieron a hacer una valla y aplaudirle para despedirla”, sostuvo Wilson Edgardo Barrientos, esposo de Sandra Guadalupe.
La enfermera fue diagnosticada con muerte cerebral, conocida como muerte legal, el 3 de enero de 2020, por lo cual donó a una fundación tres órganos vitales de la región del tórax y abdominal. Sandra Guadalupe se encontraba vacacionando en Estados Unidos cuando su salud se complicó y perdió la vida.
“Ella fue tratada como se lo merecía, ella siempre se sacrificó para mitigar el dolor de sus pacientes”, argumentó Barrientos.
Según comentó el doliente, Sandra Guadalupe siempre fue muy altruista y siempre acordaron como familia sobre la acción de donar. “Como familia tenemos ese espíritu altruista, pensamos que ella seguirá viviendo, no solo en nuestros corazones sino salvando otra vida”, explicó Barrientos.