“Sobrevivo con la liquidación de mi trabajo anterior”. Tres historias de profesionales desempleados por crisis generada por pandemia

Historias de salvadoreños que han sido cesados de sus labores, son el rostro de las cifras de la crisis. Rubros como el turismos, servicios e industria se han visto obligados a reducir operaciones.

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Según proyecciones de analistas económicos 110,000 empleos podrían perderse en el país a raíz de la pandemia. Foto EDH / archivo

Por Magdalena Reyes nacional@eldiariodehoy.com

2020-04-30 10:00:08

Después de cinco meses de buscar incansablemente empleo, luego de ser despedido de su antiguo trabajo en el que estuvo por 18 años, Alfredo Rivera (nombre ficticio) logró colocarse en el área administrativa de un restaurante, en enero pasado, pero la emergencia sanitaria del coronavirus hizo que su nuevo empleo durara solo 60 días.

Rivera, quien había laborado por 18 años como encargado de las exportaciones en una empresa de la industria textil en el occidente del país, se aventuró en una nueva experiencia laboral en el área administrativa, esta vez en el rubro de restaurantes.

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“Era algo totalmente diferente pasar de la administración en la oficina a pasar a la administración de un restaurante”, detalló.

Al igual que él, meseros, cocineros y otro personal que tan solo tenía seis meses de laborar en el restaurante, enfrentaron la remoción de sus cargos por la emergencia.

El restaurante también era un emprendimiento que llegaría al año de funcionamiento en junio.

Según ha explicado el Comité de Turismo de la Cámara de Comercio, el sector turismo, que incluye a los restaurantes, ha sido el más afectado por las medidas de contención de cara la pandemia y también será el que más se tardará en recuperarse.

Detrás de las cifras

En cuanto al desempleo en El Salvador a raíz de la emergencia, alrededor de 110,000 perdieron sus trabajo según datos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS); mientras que según las proyecciones de la Cámara de Comercio, el 21 % de las empresas podría reducir personal.

Rivera y sus ex compañeros de trabajo son algunos de los rostro detrás de los datos y pasan a engrosar los indicadores que demuestran la contracción de la economía que se le viene al país.

El hombre, que además es padre de familia, menciona que no recibió liquidación por los escasos 60 días que laboró en el restaurante. Manifiesta que todavía sobrevive con la liquidación que recibió en agosto, en su anterior trabajo.

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“Primero Dios, cuando esta situación se normalice un poco, como todavía tengo liquidez por la indemnización de mi empleo anterior, espero poner un negocio propio, pequeño, con el que yo pueda ir subsanando más o menos mis gastos y necesidades en esta batalla que se viene”, apuntó.

Carlos N: “Sin ingresos aquí estamos ‘zocando’ la tripa”

El ciclo de seis años de trabajo en el área operativa de una empresa de la industria de la confección cerró en marzo pasado y Carlos N. quedó desempleado pues la empresa donde laboraba se vio obligada a prescindir de los servicios de unos 400 colaboradores de corte, arte, bodega, tintorería y otros. Esto fue una semana antes de que el Gobierno anunciara la emergencia nacional por el COVID-19.

La situación de don Carlos, un hombre de 47 años y padre de familia, se vio más complicada porque la empresa donde laboraba los liquida anualmente, es decir que al momento de su cese laboral únicamente le dieron la liquidación por tres meses.

Sin embargo el trabajador mantienen la esperanza de que la crisis sea algo pasajero.

“Yo pienso que tal vez con lo que pase después me puedan volver a instalar en la fábrica”, mencionó.

Como padre de familia afirma que le apremian las responsabilidades propias del hogar como pago de servicios básicos de agua, luz eléctricas, alimentación y vivienda, sobre todo tomando en cuenta que no recibieron el bono de los $300.

“Desde el 17 de marzo a la fecha no he tenido ningún pago, entonces sin ingresos aquí estamos zocando la tripa”, mencionó.

Reconoce que a la empresa le ha parado la producción y se han estancado los pedidos, por la emergencia internacional del coronavirus.

Además: ¿Qué pueden hacer las empresas cuando pase la emergencia?

El sector textil y confección genera más del 40% de las exportaciones del país y más de 80,000 empleos directos. En este momento es de los que tienen más del 80 % de sus operaciones paralizadas.

Para los empresarios el sector textil debería comenzar a dinamizarse paulatinamente por la cantidad de pedidos que tienen, siempre que las empresas se comprometan a cumplir con medidas de seguridad.

 

Según el Comité de Turismo de Camarasal el turismo interno será el primero en dinamizarse y los extranjeros llegarían hasta 2021. Foto EDH / archivo


“La gente llamaba a las agencias para pedir su dinero”

Luego de dos años y medio de laborar en el área de redes sociales de una agencia de viajes, Carolina Alvarado afirma que resultó afectada con la baja en la demanda de viajeros y el cierre del aeropuerto, a raíz de la emergencia provocada por la crisis de salud en el país.

“El siguiente día que se anunció el cierre solo recibíamos mensajes de clientes que querían regresar al país, estaban angustiados, pero a todos se les indicaba que al venir al país ingresarían a cuarentena. Desde ese momento la baja de venta en boletos aéreos y paquetes vacacionales fue nula”, menciona la joven.

Relata que tanto las operaciones como los ingresos de la agencia para la que laboraba se vieron reducidos a cero.

“Los clientes que tenían comprados sus paquetes vacacionales para abril, los cancelaron o solicitaban el reembolso. Lo mismo con los boletos aéreos”, mencionó la empleada, que ahora espera a que la llamen pues este es su único ingreso.

“Por el momento solo trabajo, pero tenía planes de estudiar un par de cursos”, comentó la profesional a ver sus aspiraciones temporalmente estancadas.

El panorama para el sector es incierto dijo y se descartan contrataciones de personal, al contrario seguramente se harán recortes.

“Las ganancias no se verán en muchos meses ya que los clientes tienen miedo de viajar por el Covid-19 ante ese miedo no querrán viajar. Otra desventaja es que los aeropuertos estarán cerrados por varios meses, al igual que las aerolíneas muchas no comenzarán a viajar por lo que complica más la situación. Los clientes tienen planes de viajar, pero hasta el próximo año”, acotó.

Por esas razones para ella no se ve una luz para que una agencia sobreviva, por ejemplo las agencias de viajes que tenían poco tiempo es probable que cierren.

“Por momento en las propuestas de los funcionarios nadie menciona cómo pueden ayudar a las agencias”, cierra.