Hazel, la niña que un pandillero obligó a ser madre a los 12 años

La niña cuyo nombre real ha sido cambiado, es la de menor edad, de 44 menores que entre el 5 de abril y el 14 de agosto de este año, se convirtieron en madres a nivel del municipio de Soyapango. La mayoría de sus tíos y primos, excepto dos de estos, son pandilleros.

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La menor padecía discapacidad motriz y del habla. Foto EDH / archivo

Por El Diario de Hoy

2019-11-13 6:15:46

Hace poco más de seis meses que Hazel dio a luz a un bebé cuyo padre le cuadruplica la edad. Vive en una colonia que es bastión de una pandilla y nadie de su familia vio como anormal, y menos como delito, que aquella niña flaquita quedara embarazada poco antes de cumplir los 12 años.

El pasado 30 de abril su parto fue atendido en el hospital Molina Martínez, refieren personas que la conocen. A pesar de que según las leyes salvadoreñas en favor de la niñez, es un hecho que Hazel fue violada, el Estado salvadoreño no ha hecho nada para castigar al culpable: un reconocido pandillero del mismo vecindario, al norte de Soyapango.

 

El artículo 159 del Código Penal salvadoreño determina que, “El que tuviere acceso carnal por vía vaginal o anal con menor de quince años de edad (…) será sancionado con prisión de catorce a veinte años”.

VIOLACIÓN EN MENOR O INCAPAZ

El Código Penal salvadoreño estipula lo siguiente: Art. 159.- El que tuviere acceso carnal por vía vaginal o anal con menor de quince años de edad o con otra persona aprovechándose de su enajenación mental, de su estado de inconsciencia o de su incapacidad de resistir, será sancionado con prisión de catorce a veinte años.

De acuerdo con tales datos proporcionados por el departamento del registro familiar de la alcaldía de Soyapango, entre el 5 de abril y el 14 de agosto de este año, 44 menores de edad residentes en ese municipio, asentaron a sus hijos en esa comuna.

De esas 44 menores, por lo menos nueve tenían 15 años o menos cuando fueron a registrar a sus hijos. En términos judiciales, eso equivale a decir que al menos nueve hombres cometieron el delito de violación en menor o incapaz, por lo cual deberían ser condenados a penas de prisión entre los 14 y 20 años.

De acuerdo con habitantes de la colonia donde vive Hazel, el padre del bebé de esa niña es un pandillero a quien solo conocen con el alias del Viejo Wayno.

Éste es un hombre que aparentemente sobrepasa los 40 años de edad, muchos de los cuales los ha pasado inmerso en el mundo de las pandillas y, desde luego, también en la cárcel.

Toda una familia de pandilleros

De acuerdo con las fuentes, Hazel es parte de una familia que en su mayoría son miembros de pandillas. Ella misma es hija de una mujer que lleva su mismo nombre, quien hasta hace unos tres años pertenecía a la misma pandilla que sus hermanos y sobrinos.

La madre de Hazel se fue de esa colonia y dejó a su hija al cuidado de Erlinda, es decir, que la dejó bajo la responsabilidad de la abuela.

Según los informantes, los ocho hijos de Erlinda están vinculados a diversas clicas de la misma pandilla.

Eran ocho en total. Algunos están presos, uno está muerto (murió de leucemia), otros están en libertad; excepto la madre de Hazel, los demás están vinculados con la pandilla que controla la vida del vecindario donde vive Hazel.

Dos de ellos son palabreros y cada uno tiene tres hijos. Los tres hijos de uno de esos cabecillas están residiendo en Guatemala, afirmaron fuentes de este Diario.

En total, los nietos de Erlinda son 13, de los cuales únicamente dos no están involucrados, según la percepción de los informantes.

Entre estos 11 nietos, está un niño de tan solo unos ocho años quien ya colabora con la pandilla haciendo labores de poste, esto es, vigilando movimientos de policías o soldados o el ingreso de desconocidos a la comunidad, así como avisando sobre los vendedores ruteros que cada día llegan para poder rentearlos, es decir, exigirles dinero.

De acuerdo con quienes conocen el caso de esa niña, está demás decir que la abuela o tías de la niña no han hecho ninguna acción legal contra el pandillero que la embarazó y que tampoco es solo padre del bebé de Hazel.

Niñas, víctimas de pandilleros

En los vecindarios bajo control de las pandillas es muy frecuente que los miembros de esos grupos delictivos sometan sexualmente a niñas y adolescentes.

En esos lugares, abundan los casos de adolescentes y menores de edad que crían solas a sus hijos, o con la ayuda de sus familias, debido a que los padres están en prisión o están muertos porque eran miembros de pandillas.

A finales de junio de 2018, El Diario de Hoy publicó un extenso reportaje sobre cómo en los municipios Moncagua, Chapeltique y Lolotique, al norte del departamento de San Miguel, muchas menores de edad fueron embarazadas por miembros de la clica Saylor Locos Salvatruchas.

DATOS Y CIFRAS

19,190

Niñas y adolescentes fueron embarazadas en 2017, según el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), lo que indica que ese año, un promedio de 53 de ellas fueron embarazadas por día.

De acuerdo con apreciaciones de empleados de esas tres alcaldías, por lo menos seis de cada 10 menores de edad que entre el 2016 y 2017 asentaron a sus hijos, fueron embarazadas por pandilleros.

En ese reportaje, fuentes del Ministerio de Salud, con sede en San Miguel, afirmaron que entre 2016 y 2017, fueron 75 jóvenes de 18 años las que parieron en esos tres municipios.

El Fondo de Población de Naciones Unidas, UNFPA, reveló recientemente que “En el año 2017 se registraron en El Salvador 19,190 embarazos en niñas y adolescentes entre 10 a 19 años de edad, es decir, 53 niñas o adolescentes embarazadas por día”.

Datos más recientes del Ministerio de Salud, publicados ayer en este periódico, indican que hasta el 31 de julio de 2019, en las salas de parto de los hospitales de la red pública, se había atendido 5,834 casos de menores embarazadas.

Según Salud, entre las pacientes estaban cuatro niñas de 11 años, ocho de 12, 56 de 13 años y 249 de 14 años.

Hasta agosto de 2019, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) había atendido 171 partos de pacientes de 15 a 18 años. Entre ellas, tres tenían 15 años y 10 eran de 16 años.