Beca universitaria permite a joven panadero seguir sus estudios en mercadotecnia

Con 24 años, Óscar Edenilson es fundador de dos organizaciones juveniles. Desde su infancia ha trabajado para salir adelante y ayudar a su familia.

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Foto EDH / Marcela Moreno

Por César Jiménez

2019-09-23 8:30:38

La ilusión de superarse, las ganas de ayudar a su familia a salir adelante y mostrar a los niños y jóvenes de escasos recursos que hay oportunidades es lo que inspira a Óscar Edenilson García García a soñar lo más alto posible.

Es humilde, de figura delgada y su filosofía de vida es trabajar duro por aquello que anhela. Sus amigos lo describen como empático, siempre al servicio de los demás.

 

 

Él vive en el cantón Miraflores, del municipio de San Pedro Perulapán, en el departamento de Cuscatlán. Es el segundo de cuatro hijos de Fredy Rolando García, panadero por 30 años y con su propio negocio desde hace 18 años, y María Cristina García, que ayuda en la panadería y es ama de casa.

Óscar Edenilson es el primer miembro de la familia que logra estudiar en la universidad y actualmente está cursando, gracias a una beca, el cuarto año de la licenciatura en mercadotecnia en la Universidad Don Bosco.

El primer año de estudios fue cubierto por sus padres, pero con la promesa de que él iba a conseguir una beca para el resto de su estancia en la universidad.

Dicha beca la obtuvo en el segundo año de la carrera y le cubre el 50 % de los gastos, pero el proceso inició hasta en 2016, cuando se acercó al departamento del programa de becas.

Le hicieron un estudio socioeconómico y entregó sus documentos de registro académico en los que detallaban notas mayores a siete y CUM de 7.5 o más.

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Por último tuvo una entrevista para identificar si tenía el perfil apto para ser seleccionado. Al pasar esta fase ya era acreedor de esa promesa que le había hecho a sus padres.

Ahora es fundador de la organización “Sé Joven” y la Red Comunitaria de Jóvenes “Join Us”. Está a cargo de la presidencia de la Asociación Salesiana de Estudiantes Becarios de la UDB y forma parte de la selección universitaria de ajedrez.

“Desde pequeño ha tenido la visión de seguir estudiando porque siempre le ha gustado”, comentó su padre.

El universitario recuerda que desde pequeño ha llevado los estudios y el trabajo de la mano. Aprendió a leer de forma autodidacta con un libro que tuvo su hermana mayor, cuando ella empezó su educación básica.

A los siete años ingresó al primer grado sin cursar la educación parvularia y empezó a ayudar a su familia en la venta de pan.

Su padre explica que esto fue por los movimientos que hicieron al mudarse de San Bartolo, en Ilopango, a San Pedro Perulapán, lugar donde la familia pudo adquirir una vivienda propia.

Óscar Edenilson comenta, por su parte, que desde segundo hasta sexto grado él se desmayaba y hasta la fecha ningún doctor les supo decir qué tenía.

Desde el 2009 no ha sufrido más de estos episodios y confirma que, a pesar de haber pasado con doctores para que le diagnosticaran, ni ellos saben por qué le pasaba eso.

Foto EDH / Marcela Moreno

Los días del joven siempre han empezado a las 4:30 de la mañana para ayudarle a su madre con la venta de pan. Al terminar, cuando estudiaba educación básica, tomaba un refrigerio y se iba a clases. Por la tarde iba a trabajar en la panadería y en las noches hacía sus tareas.

“Fue mi etapa más difícil porque no tuve la dicha de poder divertirme como otros niños y la misma presión de tener que trabajar (para ayudar a su familia) no me lo permitía, pero estaba muy convencido de lo que quería”, expresó.

Este estilo de vida le hizo crecer en la timidez, ya que no convivía mucho con los demás. Sus padres comentan que fueron cuidadosos con las amistades que él tenía.

Fredy explica que siempre ha aconsejado a su hijo para que sepa escoger a sus amigos.

Personas que le ayudaron a crecer

Siempre que el joven cuenta su historia destaca a tres personas que han sido fundamentales para su vida universitaria: Elizabeth Sánchez, David Chacón y Fernando Cedillos.

Comenta que ellos le ayudaron a ver más allá de lo académico y se dio cuenta de que la vida es de momentos que no se deben dejar pasar.

Tanto David como Fernando admiran a Óscar Edenilson por su personalidad, esfuerzo y determinación. Aseguran que son un grupo muy unido, se apoyan mutuamente, ya sea con los estudios o para escuchar las dificultades de los demás y que de todos él es el más aplicado.

Por su parte, Elizabeth es su amiga de infancia y compañera de clases desde primer grado. Ella dice que él en educación básica siempre fue muy reservado, pero reconoce su disciplina en el estudio y que ambos han crecido en sus cualidades de comunicación, liderazgo y la conciencia social.

Foto EDH / Marcela Moreno

“Cuando empezamos a estudiar el bachillerato fue creciendo un poco más porque asumió roles de liderazgo en su grado. No estuvimos en la misma sección, pero nos contábamos las cosas que pasaban a nuestro alrededor”, recuerda la joven.

Cuando el joven cursó bachillerato enfrentó incidentes con sus docentes, ya que su rendimiento académico fue afectado por las tareas en la panadería, las cuales no podía evadir porque significaban ingresos para su familia.

“En bachillerato habían profesores que no me entendían; por más que yo les explicaba ellos decían que no era su problema. Sí tuve momentos de frustración y de decir ‘ya no puedo con esto’ porque lo miraba difícil, pero siempre mi madre me motivaba y lo superaba con el apoyo de mis padres y personas que se acercaron a mí”, explica el joven.

En una ocasión terminó en la subdirección porque lo acusaban de no trabajar en clases, pero tuvo profesores que le apoyaban y lo defendían por su alto rendimiento académico en las demás asignaturas.

¿Quién es Óscar Edenilson ahora?

Para el rector de la UDB, Mario Olmos, “Edenilson no es el mismo desde que llegó a la universidad”, debido al desarrollo de sus capacidades, como la proyección y el liderazgo.

“Edenilson tiene credibilidad por el trabajo que hace, manifiesta sus competencias y con la responsabilidad que ha asumido (como presidente de la asociación de becarios) muestra su compromiso para con sus compañeros y jóvenes que aspiran a las becas, así como para el desarrollo de El Salvador”, expresó el rector.

El universitario ha aplicado a diferentes programas de desarrollo profesional externo y algunas iniciativas adentro de la universidad.

Su familia está impresionada por las diversas reuniones que ha tenido a lo largo de su carrera. “Habla con personas importantes de otros países, algo que para nosotros era inimaginable”, expresó el orgulloso padre.