Golden State pegó primero

Los Warriors vencieron a los Trail Blazers, por 116-94, en el primer juego de las finales de la Conferencia Oeste en la NBA

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El centro de los Portland Trail Blazers Enes Kanter (d) conduce a la canasta contra el centro de los Golden State Warriors Andrew Bogut (i) durante la final de los playoffs de la Conferencia Oeste de la NBA en el Oracle Arena en Oakland, California, EE. UU. / Foto Por EFE / John G. Mabanglo

Por César Najarro / Agencias

2019-05-15 4:00:54

Después de 3 cuartos disputados, los Trail Blazers de Portland seguían vivos en la casa de los bicampeones de la NBA, los Warriors de Golden State, en el inicio de la serie final de la Conferencia Oeste.

Lo curioso es que el equipo apenas acertaba, para entonces, un 36% de sus intentos de campo y, contra los Warriors, eso es pecado si lo que se quiere es competir.

Pero lo estaban haciendo a base de rebotes ofensivos, 13 por 9 de su rival, y de ir a la línea de castigo, con 22 tiros libres por 3 de los Warriors. Con ello, estaban sobreviviendo a la diferencia del tiro perimetral. Es que los bicampeones les sacaban una diferencia abismal en triples, con casi el 50% por 28%.

Pese a todo, a que Enes Kanter está jugando con un hombro separado, a que Rodney Hood sintió molestias (leves) en la rodilla izquierda que se lesionó en el último juego contra Denver (se temía que no pudiera disputar aún ningún minuto), y con que Damian Llilard estaba desaparecido (3 canastas en 10 intentos), los Trail Blazers cerraron el tercer cuarto a apenas 6 puntos.

Del lado de los Warriors, tampoco es que estén completos. Durant y Cousins siguen lesionados, y, en medio del partido, Stephen Curry tuvo que salir al camerino para ser atendido por molestias físicas. Sin embargo, regresó al final del tercer cuarto, y enchufado.

Punto de quiebre

Pero en el último asalto, poco a poco los Warriors fueron abriendo brecha y, cada vez más, se le volvía más difícil acercarse de nuevo a los de Portland. Un triple de Cook, y otro de Klay Thompson permitieron que los Warriors empezaran a marcar distancias que, en la medida en el que el tiempo se agotaba, parecían cada vez más insalvables.

A falta de 7 minutos, la diferencia a favor de los Warriors era de 12 puntos, y Hood parecía ya no estar muy cómodo por sus problemas de rodilla izquierda. Para colmo, Lillard seguía sin meterse de lleno en el encuentro y el otro explosivo, CJ McCollum, tampoco estaba realizando su mejor partido, con apenas 17 puntos y 2 rebotes.

Con 25 puntos entre el segundo y el tercer cuarto, y 33 para ese entonces, Curry era la figura estelar del partido, en el que, además, ya había repartido 5 asistencias. Para bien de los Warriors, de a poco Klay Thompson seguía aportando, y sumaba ya 19.

No encontró las respuestas que buscaba Portland; por más que jugadores como Maurice Harkless por fin aparecieron en playoffs, la defensa de los Warriors no permitió que Lillard, Hood o McCollum lograran explotar en la ofensiva para meterlos a la pelea en el último cuarto.

A falta de 2:15 en el reloj, con 17 puntos de ventaja, sacó la bandera blanca Portland y mandó a la banca, a lo que respondieron los Warriors de la misma manera.

Al final, los Warriors se impusieron por 116-94. Curry fue su punta de lanza con 36 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias. Mientras que Thompson cerró con 26 unidades. Del lado de Portland, el máximo anotador fue Lillard, con 19 unidades, quien añadió 4 tablas y 6 asistencias a la causa perdida. Lo intentarán de nuevo mañana.

Hoy inicia la final del Este, desde las 6:30, cuando los Bucks reciban a los Raptors de Toronto.