Gobierno trata de entorpecer investigación de ataque al FMLN ocultando armas de fuego

Las armas de dos implicados en el asesinato de dos militantes del FMLN no se sabe dónde están. Supervisor de seguridad pidió “guardar” el arma del guardaespalda del ministro de Salud.

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En el vehículo de los sospechosos del ataque, hallaron restos de heroína, en la manecilla de la puerta trasera izquierda y en el baúl, pero a ninguno de los detenidos se les ha hecho examen para determinar si al momento del ataque, habían consumido alguna droga. Foto EDH / Archivo

Por Jorge Beltrán Luna @Jbeltranluna_

2021-02-09 9:50:02

En la escena del crimen contra militantes del partido FMLN, en el que dos de ellos fueron asesinados y otros dos fueron heridos, elementos de la División de Policía Técnica y Científica (DPTC) encontraron 13 casquillos disparados por dos armas diferentes aunque del mismo calibre.

De acuerdo con vídeos y testimonios recogidos por la Fiscalía, aparentemente los tres imputados por ese crimen portaban armas de fuego al momento de cometer el ataque; sin embargo, según el expediente judicial al que se tuvo acceso, en el mismo solo se menciona el secuestro como evidencia, del arma que portaba Diego Francisco Alvarado Peña, miembro activo de la Policía Nacional Civil, con orden numérico institucional (ONI) 30308, y principal acusado de disparar contra el grupo de militantes, el pasado 31 de enero.

Junto a Alvarado Peña, agente de la PNC, también están acusados Héctor de Jesús Castaneda, empleado del Ministerio de Salud, así como Roberto Carlos Coto de Paz, empleado de la empresa Sistemas de Seguridad y Limpieza, S.A. de C.V., según consta en el expediente judicial, asignado al portón de acceso al despacho ministerial.

De acuerdo con las investigaciones diez de los casquillos recogidos como evidencias, pertenecen a una pistola Smith & Wesson, calibre 9 mm, arma de equipo de Alvarado Peña, según documentos oficiales.

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CASQUILLOS.En la escena del crimen, la policía recogió 13 casquillos calibre 9 mm de dos pistolas diferentes.

Los otros tres corresponden al arma que portaba Castaneda, con la cual realizó varios disparos al piso, una 9 mm. En el proceso judicial no consta que esa arma haya sido encontrada.

Tampoco Castaneda ha hecho referencia a ello, sin embargo, hay testimonios que lo señalan como el sujeto que hizo disparos al arriate que está a un lado de una casa de empeño y que, luego de esos disparos, Alvarado Peña disparó contra los ocupantes del camión que iban en la parte de atrás.

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Orden de “guardar” arma del policía, seguridad de Alabí

De acuerdo con el expediente judicial, el ministro de Salud tiene asignados seis guardaespaldas, divididos en dos equipos.

El pasado 31 de enero, el equipo de turno era Peña Alvarado, Pablo Martínez y otro de apellido Joya, quien ese día no había llegado.

De acuerdo la investigación, fue Pablo Martínez, el PPI supernumerario, quien decidió llevar a Peña Alvarado al hospital Médico Quirúrgico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social; nadie lo quería llevar para no meterse en problemas.

Según este testigo, aquel 31 de enero, Alvarado Peña y Castaneda salieron a buscar comida para su cena y que como a la hora regresaron, pero era Castaneda quien conducía el vehículo mientras que Alvarado Peña iba en el asiento trasero.

Castaneda contó que en la Alameda Juan Pablo II habían tenido un problema tras el cual Alvarado Peña había sido herido.

En una entrevista que la Fiscalía le hizo a Martínez el pasado 3 de febrero, este afirmó que cuando regresó con el carro de Alvarado Peña al parqueo del Ministerio de Salud, tomó el arma de su compañero y la fue a guardar debajo del colchón del catre donde aquel dormía.

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Pero no lo hizo por iniciativa propia y por desconocer, como policía, que no debía mover el arma ni tocar nada del vehículo.

En la entrevista ha afirmado que guardó el arma por orden de Andrés Osorio, supervisor de la seguridad de los funcionarios.

Ayer El Diario de Hoy contactó a Martínez a través de telefonía celular para preguntarle más detalles sobre el ocultamiento que hizo del arma de su compañero, pero cortó la llamada sin dar mayores detalles.

Rastro de heroína en manecilla y en el baúl

Al siguiente día del ataque, la Fiscalía hizo inspección en el vehículo de Alvarado Peña y en las oficinas del Ministerio de Salud, específicamente en el despacho ministerial (de Alabí), donde encontró varias evidencias, entre éstas una escopeta.

Dentro del auto encontró una funda para arma de fuego, manchas de sangre y un sello de hule con el nombre de una doctora en medicina, cuya clínica está en Cojutepeque, departamento de Cuscatlán.

Así también encontró restos de heroína en la manecilla de la puerta trasera izquierda y en el baúl.

Sin embargo, hasta el momento, en el expediente judicial no consta que a los tres imputados se les hiciera un examen toxicólogo, para determinar si todos o alguno habían consumido alguna droga.

“Herido por la terminal de oriente”

Del ataque y asesinato contra activistas del FMLN, se ha dicho muchas cosas. El mismo presidente de la República, Nayib Bukele, escribió en sus redes sociales, a pocos minutos del hecho criminal, que este se de debía a una disputa vial, luego dijo que los tres empleados del ministerio de Salud habían sido atacados a balazos y que éstos solo se defendieron.

Pero en el expediente judicial consta que el motorista Coto ha dado al menos dos versiones del hecho: la que contó a sus compañeros cuando llegaron al parqueo del Minsal, luego de cometer el ataque, y lo que contó a investigadores policiales cuando éstos lo abordaron minutos después del hecho, cuando ya Alvarado Peña había sido trasladado al hospital del Seguro Social.

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Consta en una entrevista a investigadores policiales, que Castaneda les manifestó que luego de ver por televisión el partido de la final de fútbol salvadoreño, en el carro de Alvarado Peña junto a Coto de Paz, salieron a buscar comida para cenar y que allá por la Terminal de Oriente, les cruzaron un Kía blanco; Alvarado Peña se bajó a ver qué sucedía pero que, segundos después, cuando regresó al auto, ya iba lesionado. Los investigadores lo subieron a un auto patrulla para que les fuera a mostrar el lugar, pero Castaneda los llevó hasta el bulevar del Ejército, mostrándose muy nervioso y que hablaba sin coordinar ideas, por lo cual regresaron al parqueo del Ministerio de Salud.