La paralización económica para frenar la propagación del coronavirus también le está costando caro al Gobierno, que ya perdió $448 millones en ingresos tributarios hasta el 15 de mayo (respecto a lo proyectado en 2020), según confirmó ayer el Ministro de Hacienda, Nelson Fuentes.
“Los ingresos están cayendo en picada”, dijo el funcionario. Pese a eso, apoya que se mantenga la cuarentena, que ha detenido toda actividad económica desde hace dos meses y obligado a muchas empresas a diferir el pago de sus impuestos.
A su vez, le pidió a los diputados de la Asamblea Legislativa que le den el último aval a los préstamos que ha negociado. Uno de ellos es el de $389 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que solo necesita de la incorporación al presupuesto general de la nación para que sea efectivo.
“Si no quieren ver el país en crisis, en un problema financiero, deben aprobar los recursos que están ya en la Asamblea. Hasta hoy hemos garantizado la estabilidad financiera del Estado, pero en junio no voy a recibir nada de Renta. Ese mes se va a cero. IVA? Quién me va a pagar IVA si no se ha consumido nada en mayo”, dijo el funcionario en una entrevista radial.
Expertos de instituciones como la Escuela Superior de Negocios (ESEN) y el INCAE, que han presentado su plan económico al Gobierno, insisten en que esta es justamente esta una de las razones por las que la economía debe ir abriendo de forma gradual lo antes posible pues de lo contrario, el Gobierno también se quedará sin fondos, lo que lo obligará a recurrir a más endeudamiento, que se hace cada vez más caro.
Pero el ministro Fuentes apoya que la cuarentena continúe pues dice que el país tiene un mes de diferencia con respecto a otras naciones que ya están abriendo su economía.
Y por el lado de los gastos, tampoco presenta alternativas: afirma que ya le pidió a todos los ministerios y autónomas que reduzcan sus gastos, pero aclara que por ahora no se contempla una reducción salarial para los empleados públicos.
“Por el momento no se ha considerado. En otros países de América del Sur, lo que han hecho es ponerle impuesto a los salarios, pero estas tienen que ser razones de extrema necesidad. Nosotros no estamos reduciendo el porcentaje de salarios públicos. Como ha dicho el presidente: mientras tengamos los recursos lo vamos a seguir haciendo”, señaló.
Su única opción es el endeudamiento. Según Fuentes, de los $3,000 millones avalados por la Asamblea Legislativa, no ha recibido nada pues los diputados todavía deben avalar la incorporación presupuestaria de $389 millones que ya le prestó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Y como no ha podido usar este dinero, ha recurrido a la “tarjeta de crédito” conocida técnicamente como Letras del Tesoro (Letes) y con la que ya colocó $491 millones solo entre marzo y mayo.
También ha colocado $483 millones en Certificados del Tesoro (Cetes). Estos préstamos le están constando tasas de intereses de hasta el 9 %. Además ha hecho transferencias presupuestarias por $513 millones para afrontar la crisis.
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Según Fuentes, una vez que la Asamblea Legislativa dé el último aval para usar los fondos del FMI, este dinero repondrá el que ya se había tomado prestado con anterioridad.
“Deben dejar ya el impase político en el que estamos enfrascados. Vamos a entrar en crisis y tengan claro que en junio, si no hay recursos aprobados, El Salvador va a entrar en crisis. No se va a poder pagar salarios, programas sociales, pago a veteranos, ocupar dinero para la pandemia. No va a haber recursos”, advirtió.
Desconfianza en los mercados
Esta polarización política también está afectando la colocación de deuda en el exterior. De los $3,000 millones avalados no ha logrado obtener ni un cinco con inversionistas privados pues el elevado endeudamiento sobrepasará el 80 % del PIB.
La semana pasada el precio de los bonos pagaderos a 2023, 2032 y 2050 se cotizaban por debajo de los $85, cuando a inicio de año estos valían más de $100.
Eso significa que si el país quisiera colocar deuda ahora, tendría que pagar tasas de interés de hasta el 15% por la deuda.
Sin embargo para el analista económico, Manuel Enrique Hinds, las advertencias de que no habrá dinero para pagar salarios y que se entrará en crisis tampoco generan confianza a los inversionistas.
Fuentes reconoce que las “calificadoras de riesgo están esperando que El Salvador caiga en impago” debido a que no se logra ningún acuerdo político en la Asamblea.