El Ejecutivo presentará este miércoles el proyecto del Presupuesto General de la Nación 2021 y el gran reto que tiene es enfocarse en una disciplina de austeridad y priorizar aún más los servicios básicos de salud y educación que se han visto seriamente afectados por la pandemia en este 2020.
El economista Rafael Lemus asegura que el gobierno debe ser disciplinado y saber racionalizar sus gastos para resolver con seriedad los problemas de la población y no invertir más en tanta publicidad y pago de troles destinada, según él, con fines electoreros.
“No se puede repetir el episodio del ejercicio 2020 en 2021 que es gastar de manera desproporcionada con deuda, y seguir con esa expansión del gasto y sobre todo gastos de consumo con deuda. Lo que se necesita es disciplina, racionalizar gastos, prioridades claras y enfoque de recortes severos en todo lo que no es fundamental como gastos en publicidad. Todos esos gastos de cuentas de troles debería ser ya delito que en esta pandemia se esté gastando en gente que esté difamando en redes sociales y no en atender la salud u otras necesidades de la población”, cuestionó Lemus.
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Por sup arte la Fundación para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) en su análisis económico sobre el Presupuesto 2021 explica la necesidad de contar con un presupuesto por resultados, que permita una mejor evaluación de la consecución de metas y objetivos.
“Un presupuesto por resultados es más urgente en las actuales circunstancias, cuando debe prevalecer la eficiencia y transparencia en el uso de los fondos, ante los recursos escasos y la rigidez del presupuesto. El documento de Política Presupuestaria 2021 menciona que continuará el esfuerzo por implementar el Presupuesto por Programas con Enfoque de Resultados (PPER) en 2021, como un proceso de transición, por lo que todavía no está claro si esta modalidad funcionará plenamente”, señala el documento.
El gobierno debe enfocar sus gastos en lo necesario
Tanto Lemus como Carolina Alas de Franco, investigadora del Departamento de Estudios Económicos de Fusades, señalan que estrategias transparentes, eficientes y claras en educación, salud, atracción de inversión y la generación de empleos son vitales para que El Salvador vaya recuperándose de la crisis actual.
Lemus señala que la educación deber ser un pilar de vital importancia para el ejercicio 2021, ya que este año, por la pandemia, hubo grandes pérdidas.
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“Hay un gran reto en educación. El esfuerzo educativo este año está parcialmente perdido y no puede darse el lujo el gobierno de el otro año perderlo; sería un golpe y un retraso al desarrollo, del mediano y largo plazo, importante. Por lo que es crítico que la apuesta debe ir para servicios básicos de educación y de salud, ya no debemos andar en locuras de andar comprando armamento que traen los grandes planes de seguridad y esas pantomimas de comunicaciones que a la población no le ayudan en nada”, señaló el economista.
“Es necesario tener planes del presupuesto que nos indiquen hacia a dónde va a ir el dinero. Y las áreas de salud y educación deberán ser prioritarias, y recordemos que muchas veces el gasto en un área es tomado como equivalente que mejorarán, y esto no necesariamente es así”, dijo Alas de Franco.
Respecto al deterioro económico, Lemus lamentó que el gobierno no hubiera podido manejar la pandemia sin el deterioro drástico que ha sufrido la economía y la pérdida de empleos, además de la desconfianza de inversión que se ha producido por los conflictos entre el Ejecutivo y el Legislativo y la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
“El problema de la crisis sanitaria, el gobierno la convirtió en crisis de desempleo y fiscal, No es el COVID, es la gestión de cada gobierno. Somos el país que más ha gastado de manera desproporcionada, el COVID no representa esta crisis en todo el mundo”, dijo Lemus.
Solo en empleos el país ha perdido unos 85,000 puestos de trabajo formales según cálculos de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Alas de Franco señala que con este tipo de problemas El Salvador no logrará atraer inversión, ni podrá generar los empleos perdidos y menos crecer económicamente.
“No hay confianza en las políticas económicas y eso es muy negativo porque no vamos a poder superar esta crisis y lograr un mayor desarrollo económico y social”, dijo Alas de Franco.
Según el análisis de Fusades las medidas para reducir el gasto corriente no se acataron, continúan los gastos en exceso y no se prioriza; el rubro que más aumentó en los últimos años ha sido el de las remuneraciones, impulsado por incremento de plazas y aumentos salariales.
Fusades estima que el gasto corriente del gobierno para el 2021 será un 27.5 % del presupuesto.