El espionaje o escuchas telefónicas ha venido en aumento en los últimos años, solo que ahora ha quedado en evidencia y los casos han sido denunciadas en la Fiscalía General, algo que es sancionado con prisión en las actuales leyes.
El Diario de Hoy documentó al menos nueve casos de espionaje en organizaciones y diferentes gremiales empresariales, cinco de ellos fueron denunciados para investigación ante la Fiscalía se desconoce el avance de las mismas investigaciones o si simplemente fueron a parar al archivo.
Las denuncias comenzaron hace varios años contra los magistrados de la Sala de lo Constitucional anterior, justo al inició del primer gobierno del FMLN en el 2009.
En esa fecha, empleados de seguridad de la Corte Suprema de Justicia denunciaron que el jefe de Seguridad, Manuel Vega Centeno, tenía una red de espionaje hacia los magistrados de la Sala de lo Constitucional, especialmente dirigida contra el entonces presidente de ese Órgano, Belarmino Jaime.
Posteriormente, el también magistrado Florentín Meléndez, presidente interino de la Corte Suprema de Justicia denunció que sus teléfonos estaban intervenidos. Explicó que el espionaje contra él y otros tres magistrados de la Sala de lo Constitucional se ejecutaba de varias maneras. La intervención de los teléfonos era solo una de ellas.
Según publicaciones de este periódico, el 17 de octubre de 2013, Meléndez señalaba como presuntos responsables del espionaje a Walter Menjívar y Orestes Ortez Quintanar, dos gerentes despedidos el 15 de octubre de 2013.
Otro caso fue el del economista Roberto Rubio, director de Funde y representante de Transparencia Internacional en el país, denunció que había sido objeto de acoso e “intromisión electrónica” en los diferentes servicios que maneja en Internet. Rubio dijo que era objeto de seguimiento por parte de hombres a bordo de automóviles, quienes lo habían fotografiado. Añadió que tenía sospechas de que el espionaje del que era víctima estaban implicados funcionarios del Ejecutivo.
El mismo fiscal general Douglas Meléndez (en el 2016) denunció también que era objeto de espionaje y hostigamiento. “Mi teléfono desde anoche fue desconectado y hoy vamos a abrir una investigación. Ningún teléfono en la Fiscalía en este momento ha fallado, solo el mío, ya lo corroboramos… ni llamadas, ni Internet”, afirmó el 23 de agosto.
A esos casos se suma el de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) quien documentó en la Fiscalía el espionaje telefónico de las comunicaciones en sus oficinas, en la colonia Escalón. Descubrieron un dispositivo inalámbrico de fabricación israelí con un capacidad de escuchas en un radio de 600 metros de distancia.
Otro caso fue en la Asociación Nacional de la Empresa Privada donde encontraron un microprocesador instalado en las cámaras de seguridad de la gremial. Era un dispositivo de fábrica del tipo LA 7058R, compuesto de un micrófono, un transmisor de frecuencia de 900 Mhz y una antena con capacidad para enviar señal a más de 600 metros.
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) también estuvo en la mira del espionaje descubrieron en una de sus salas de reuniones un micrófono oculto bajo una regleta para conexiones eléctricas y telefónicas. El aparato permitía intervenir llamadas telefónicas y captar las conversaciones que se hacían en la sala de reuniones.
Algunas técnicas de espionaje
Seguimiento y vigilancia personal
Seguimientos de personas o por medio de vehículos ha sido denunciados en algunos casos, una técnica que es considerada como acoso e intimidación.
Intervención de llamadas telefónicas
Intervenir llamadas telefónicas grabarlas y preparar informes sobre las conversaciones ha sido una práctica de espionaje. Algunas de las víctimas afirman que les han cortado las llamadas, escuchan un eco en las conversaciones o les han puesto música.
Micrófonos y transmisores
Los espías han filtrado las oficinas y salas de reuniones de gremiales empresariales, algunos de esos dispositivos grababan conversaciones y las transmitían a lugares cercanos.
Transmisores en cámaras de vigilancia
Los sistemas de vigilancia se han convertido en todo un sistema para espiar a las instituciones, con solo instalar internamente un transmisor en las redes internas que envía imágenes y audio hacia otro lugar que las documenta y graba.