SAN SALVADOR. La Fundación la Niñez Primero inició, ayer, la campaña de prevención contra el abuso sexual infantil; como parte de esa actividad presentó el libro “Mi cuerpo me pertenece”, el cual es un cuento dirigido a niños mayores de tres años.
El libro fue escrito por Rodrigo Simán con ayuda de psicólogos e ilustradores. La historia de la publicación ayuda a que los niños, con el apoyo de sus padres, maestros y profesionales del tema, conozcan el valor de su cuerpo e identifiquen señales de abuso sexual o identifiquen situación que represente peligro o incomodidad para ellos.
El director de la fundación, Rodrigo Simán, explicó que es difícil detectar cuando los niños fueron abusados sexualmente porque se deben buscar las secuelas; por eso es mejor apostarle a la prevención y que los infantes sepan qué les está sucediendo.
Simán hizo un llamado a la población a estar más atentos a los traumas de los infantes, ya sea por el abusos físico, sexual o psicológico. “El lema (del cuento) es ‘Mi cuerpo me pertenece’ porque ellos (infantes) deben saber que nadie los puede tocar, que es de ellos y deben conocer cuales son las partes privadas que nadie puede palpar”, manifestó.
El director de la fundación añadió que ese tipo de educación ayuda a la prevención de la violencia porque los menores de edad, que son abusados, al llegar a la edad adulta pueden presentar este tipo de comportamientos o tener tendencia a la “autodestrucción” con el consumo de drogas.
Simán explicó que iniciativa de hacer el libro nació hace más de 15 años, cuando él estaba en el Programa Nacional de Sida, en donde conoció adultos que fueron abusados en su niñez y que se infectaron con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en su vida adulta.
Retomando una historia
La presidenta de la junta directiva de Fundación la Niñez Primero, Lourdes de Flores, comentó que la iniciativa se retomó debido al alza de casos de violencia y abusos sexuales infantiles.
“El libro tiene una estructura que fomenta que los padres y cuidadores se conviertan en cuentistas y que sean ellos los que instruyan a los niños a denunciar y expresar las señales de abuso o las situaciones de riesgo en que se encuentren”, explicó.