El sector textil y confección tuvo una fuerte caída debido al cierre de la economía y de la industria impuesta por el gobierno en 2020, ya que dejó de exportar al menos $684.4 millones, respecto al 2019.
En total este sector, que por años ha sido el más dinámico en las exportaciones salvadoreñas, solo alcanzó $1,928.1 millones el año pasado, cuando en 2019 llegó a los $2,612.5 millones, según informó ayer la Cámara Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas (Camtex).
“A pesar que el sector textil cerró con $684.4 millones menos, respecto al 2019, la participación del sector sigue siendo importante, ya que si bien en los últimos diez años nuestra participación ha sido de 45% en exportaciones, el año pasado alcanzamos el 38 %”, explicó Patricia Figueroa, directora ejecutiva de Camtex.
La caída de las exportaciones del sector textil y confección equivale a un 26.2 % de decrecimiento, ya que muchas de las fábricas tuvieron que cerrar definitivamente y otras se quedaron con una apertura parcial fabricando mascarillas para sobrevivir en ese período crítico.
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Sector textil y confección sufrió caída de $684.4 millones en 2020
A esto se le suma que ha caído una posición dentro de los 10 países de mayor exportación de prendas de vestir a Estados Unidos y ahora El Salvador está en el escalón número 10 y su mayor competencia regional sigue siendo Honduras que está en la octava grada.
“Si vemos lo que sucedió del 2019 al 2020 y consideramos que hubo un cierre total por tres meses, cosa que no ocurrió en todos los países de Centroamérica donde los cierres no fueron totales, consideramos que la capacidad que tuvo la industria de dar respuesta a este cierre ha sido bastante favorable”, señaló Figueroa.
Esa respuesta rápida de la industria fue como una estrategia que impulsó el sector para poder dar cumplimiento a los contratos que aún se mantenían, ya que otros fueron cancelados.
“Todo en el mundo estaba tan cambiante, había que dar respuesta rápida a las órdenes que ya habían sido colocadas por los compradores, porque había necesidad de cumplir con lo atrasado con los compradores que mantuvieron los contratos y además observamos una demanda del mercado”, expuso Figueroa.
Todo esto ocasionó que la industria textil y confección perdiera 5,000 empleos; actualmente genera 73,668 puestos de trabajo.
Las ventajas del sector
Esta industria está valorada muy bien a nivel internacional gracias a la calidad de trabajo de su mano de obra, lo cual es una de las ventajas del sector, a pesar que no pudo cumplir con pedidos por el cierre.
Actualmente Estados unidos sigue siendo el mayor comprador, ya que solo en 2020 demandó de El Salvador en este sector $1,310 millones, que equivale al 73.4 %; le sigue Honduras, Guatemala, Nicaragua y México con 22.5% y finalmente una serie de países a nivel mundial en menor monto con el 4.1 %.
Los tres productos más exportados a nivel total en 2020 son del sector textil: camisetas de algodón con $424.0 millones; las chumpas para hombres o niños con $173.4 millones y las camisetas de fibras sintéticas con $143.0 millones.
“Estos son nuestros productos estrella y este es un nicho, aunque por la pandemia nuestra industria dio una respuesta en productos médicos (mascarillas), pero nuestro tema central de producción sigue siendo este (las prendas de vestir)”, dijo Figueroa.
Retos para El Salvador
En el marco de la Unión Aduanera- Triángulo Norte se debe incluir la modalidad de un paso fácil para el movimiento de mercancías en regímenes fiscalmente controlados.
También se debe contar con un marco jurídico laboral actualizado que se adapte a la realidad de la dinámica productiva comercial a nivel internacional, indica Camtex.
Se debe impulsar la diversificación de la matriz energética para asegurar que empresas anclas sean competitivas en industrias estratégicas de alta generación de empleo.
Además es necesario retomar la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Canadá, actualmente detenida, destacó Mauricio Rodríguez, gerente del área técnica y comercial de Camtex.
Otro tema importante es atraer nuevas inversiones. “Que el gobierno a través de sus agencias de promoción pueda atraer otras empresas”, apuntó Figueroa.
La ejecutiva dijo que se debe desarrollar una Estrategia de Promoción de Inversiones al más alto nivel por parte del gobierno con participación del sector privado.