Fiscalía confisca rancho de playa y dos residencias a Carlos Perla

Perla completó este año una condena de 15 años de cárcel por actos de corrupción. En 2004, diez trabajadores de Anda hacían tareas en mansión confiscada a exfuncionario

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Residencia en calle Los Duraznos #524, de la colonia San Francisco, que pasó a manos del Estado mientras se desarrolla proceso de extinción. Fotos EDH / cortesía fgr

Por José Alexander Torres /Patricia Recinos.

2019-09-28 6:25:53

Un deteriorado rancho de playa en las costas de Sonsonate, una residencia en la colonia Escalón y otra más en la calle los Duraznos de la colonia San Francisco le fueron embargadas ayer a Carlos Perla, expresidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados, Anda.

El exfuncionario recuperó su libertad en febrero de este año luego de pasar más de una década en prisión tras ser condenado a 15 años por los delitos de peculado (apropiarse de fondos del Estado) y negociaciones ilícitas, y de haber sido ligado a una red de sobornos, ya que en su época de funcionario -la Fiscalía comprobó- que se cobraba hasta 10 % por proyecto otorgado a contratistas de Anda.

La acción legal del decomiso fue ejecutada por la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía General de la República bajo el argumento de que los inmuebles fueron adquiridos con dinero mal habido, producto de la corrupción que encabezó Perla en la autónoma entre los años 1994 y 2002.

Vista desde un drone del rancho de playa decomisado por la Fiscalía a Carlos Perla, en Sonsonate. Está descuidado. FOTO EDH/CORTESÍA FGR.

Una de las residencias de Perla está ubicada en calle Los Duraznos, número 524, de la colonia San Francisco, en San Salvador. Cuando se destapó la trama de corrupción en Anda, en 2003, la Fiscalía General descubrió que ese inmueble estaba a nombre de su hijo Carlos Gerardo, lo mismo que una mansión que le fue confiscada en las faldas del volcán de San Salvador, en la finca Los Alpes, y en la que Perla puso a trabajar a diez hombres pero les pagaban en la planilla de la autónoma, según archivos periodísticos.

En el procedimiento de ayer, se establece embargo y anotación preventiva (que impide que un inmueble pueda ser vendido, traspasado o donado) y fue avalado por el Juzgado de Extinción de Dominio.

La fiscal del caso detalló que ese Juzgado Especializado autorizó la materializaciones respectivas de los inmuebles y que “se ha comprobado que estos inmuebles han sido obtenidos de forma ilícita por Carlos Perla y sus familiares”, agregó.

Piscina de una de las residencias confiscadas ayer a Perla, en las colonias Escalón y San Francisco, en la capital. FOTO EDH/CORTESÍA FGR

Fin de una condena

En febrero de 2019, Perla recibió la resolución que le no tificaba que su pena fue extinguida. Esto después de haber finalizado su condena por peculado y negociaciones ilícitas en contra de la administración pública.

En 2007, el Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador lo encontró culpable de haber cobrado el 10 por ciento del valor por cada obra que Anda contrató durante su gestión, una acción que constituyó el delito de cohecho o soborno y que cuantificó en 8.7 millones de dólares.

El 15 de julio de 2015, Perla fue beneficiado con la libertad anticipada, pero debía seguir sometido a las disposiciones del juzgado y del Departamento de Prueba y Libertad Asistida (DEPLA), el cual le realizaba visitas sin anunciar, tanto a su vivienda como a su trabajo, el cual compartía con su hijo. Asimismo, tenía prohibido salir del país y no cambiar de domicilio, sin anunciar al suscrito.

En 2004 cuando le confiscaron la mansión del volcán de San Salvador, la Quinta Ave María, allí la Fiscalía encontró que entre otras comodidades había: piscina, jacuzzi, controles de temperatura, sauna y un bar, en un espacio de aproximadamente una manzana de terreno y con excelente vista a la ciudad.