Fibromialgia, la enfermedad del dolor

Hoy es el Día Internacional de la fibromialgia, ocasión ideal para hablar de esta enfermedad, de sus síntomas, diagnóstico y de su tratamiento, el cual incluye, además de ciertos medicamentos, un cambio en el estilo de vida.

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Foto Por Shutterstock

Por Osmín Monge

2019-05-11 9:32:08

Las cifras son alarmantes. Según la Asociación Mundial de Fibromialgia, aproximadamente el 6.3 % de la población mundial padece esta enfermedad. Si bien es cierto que es más frecuente en mujeres, también se presenta en hombres y niños de todos los grupos étnicos.

El síntoma principal es dolor continuo en amplias áreas del cuerpo, entre ellas la zona cervical, la parte superior de los hombros y espalda, la región lumbar, los glúteos, el área compuesta por brazos y manos y la zona que comprende muslos, rodillas y tobillos. El sistema nervioso interpreta como señales dolorosas situaciones que no lo son. En casos extremos, los pacientes sufren dolor con el simple roce de su piel contra un objeto.

“Este dolor suele empeorar con ciertas posiciones, al realizar algún esfuerzo físico o ante alguna situación emocional intensa, aunque a veces se acentúa de forma espontánea y sin un factor desencadenante aparente”, manifestó la reumatóloga Adela de Huezo.

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Según la especialista, el dolor suele estar acompañado de una sensación de cansancio o agotamiento, se produce una alteración del descanso por las noches y se manifiestan problemas de concentración.

La fibromialgia suele estar asociada al síndrome de fatiga crónica, entre el 50 % y 70 % de los pacientes con esta dolencia lo manifiestan.

Dicha condición se caracteriza por cansancio crónico severo que produce una limitación muy significativa de la capacidad funcional.

El día a día de un paciente con fibromialgia “es un verdadero viacrucis”, así lo describió María Luisa de Argueta, una de las tanta personas afectadas por esta enfermedad.

“Es terrible. El dolor comienza desde que me despierto en la mañana hasta que me acuesto en la noche. En muchos días no duermo absolutamente nada, estoy en vela por el fuerte dolor. Al bañarme siento como si mil cuchillos se me incrustaran en el cuerpo”, dijo Luisa.

A pesar de no producir secuelas físicas (no destruye las articulaciones, no ocasiona lesiones irreversibles ni deformidades) ni influir en la supervivencia del paciente, el impacto que origina en la calidad de vida de quien la padece es muy variable de unas personas a otras.

Difícil de diagnosticar

Según el sitio inforeuma.com, la causa de esta alteración no se conoce, pero se piensa que hay muchos factores implicados.

“Hay personas que desarrollan la enfermedad sin causa aparente y en otras comienza después de procesos identificables como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil o en otros casos aparece después del diagnóstico de otra enfermedad (…) como artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.”, informó el sitio.

Clínica Mayo señaló que por presentar síntomas tan similares a los de otras enfermedades y por no existir una prueba específica para esta dolencia, es más complicado dar con un diagnóstico certero.

“No se puede confirmar ni descartar con facilidad mediante un análisis de sangre o radiografía, sino que parece estar vinculada con cambios en la forma en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales de dolor”, explicaron los expertos en el sitio oficial.

Para realizar de manera exacta el diagnóstico primero se deben descartar otros problemas como enfermedades reumáticas, problemas de salud mental o trastornos neurológicos. Además, se deben hacer otras pruebas de laboratorio, entre ellas hemograma completo, velocidad de sedimentación de los glóbulos rojos, análisis de la función tiroidea y medición de niveles de vitamina D.

La doctora De Huezo señaló que aún no se ha podido determinar si la fibromialgia está asociada a un gen o grupo de genes determinados, pero sí hay convicción de su predisposición genética.

Tratamiento

Según inforeuma.com, la enfermedad no tiene una cura definitiva. El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y tratar los síntomas acompañantes, de esta manera se logra conseguir una gran mejoría en la calidad de vida de los enfermos.

Es importante conocer la naturaleza de la enfermedad y cuáles son los factores que desencadenan los episodios. El paciente debe tratar las alteraciones sicológicas asociadas (si es que las hay), como ansiedad y depresión, y hacer ejercicio físico suave todos los días.

También resulta de mucha ayuda establecer las mejores condiciones para un sueño reparador, por ejemplo: tener una cama no excesivamente blanda ni muy dura, así como una almohada baja. Se debe evitar la ingesta de sustancias y bebidas estimulantes, las temperaturas extremas y los ruidos y luces.

Los analgésicos disminuyen de manera parcial el dolor y solo deben tomarse si el médico lo indica.

Otros medicamentos utilizados son los relajantes musculares, que deben tomarse en períodos cortos, y algunos fármacos antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina y que mejoran los síntomas; pero todos ellos deben suministrarse bajo prescripción médica.

Consejos:

Según Clínica Mayo, los cambios en el estilo de vida pueden reducir considerablemente la intensidad del dolor y la fatiga causados por la fibromialgia, es por ello que esta entidad dedicada a la práctica médica comparte los siguientes consejos que ayudan a enfrentar los días difíciles.

Escucha música

La música puede tener un poderoso efecto en el estado de ánimo y las emociones. También ayuda a reducir el dolor y aumenta la movilidad. Escucha tus canciones favoritas y déjate llevar por la música.

Medita

La meditación implica enfocar la atención solo en lo que sucede ahora, en este momento.
Si no estás seguro de si la meditación es adecuada para ti, prueba la respiración rítmica, que se trata de una respiración controlada para disminuir la frecuencia cardíaca. Trata de estar siempre relajado.

Ríete

Incluso en días difíciles trata de mantener tu sentido del humor. Pasa tiempo con personas que tengan una perspectiva positiva y un gran sentido del humor. Disfruta una película divertida o alguna comedia en el teatro.

Muévete conscientemente

Se sabe que el ejercicio es beneficioso para las personas que padecen fibromialgia. Las investigaciones indican que el taichí, una práctica que se originó en China y que supone mover el cuerpo de forma lenta, suave y consciente, puede brindarles beneficios a las personas que padecen esta enfermedad. También son opciones prometedoras el yoga y el arte de sanación chino chi kung, que combina meditación, respiración controlada y movimiento.

Enfócate en algo significativo para ti: ofrécete como voluntario en una causa que te importe. Enfocarte en otros puede ayudarte a olvidar los síntomas por un rato, y es posible que lo encuentres muy gratificante.