La organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), denunció el asesinato de 21 mujeres durante la cuarentena desde el 17 de marzo hasta el 18 de mayo de 2020, tras el registro de las estadísticas oficiales.
La más reciente víctima fue Ángela María Martínez de la Cruz, una mujer que vivía en la colonia Las pampas Cantón Río frío, en el departamento de Ahuachapán.
Ángela era madre de tres menores de edad, quienes presenciaron la muerte de su madre, quien fue asesinada por su esposo, Neftaly de la Cruz Jiménez, con quien sostuvo una discusión acalorada donde Neftaly mató a la señora y luego se quitó la vida. El hombre trabajaba como vigilante, según la Fiscalía.
Uno de los huérfanos avisó a la policía. Los investigadores encontraron una arma a la par del cadáver de Neftaly. Los menores quedaron en poder de familiares.
Otro hecho de violencia contra una mujer, fue reportado en el caserío Las Pampas, en el cantón Iglesia Vieja, en San Dionisio, Usulután. Según la policía, Santos Rigoberto Márquez, atacó a su pareja con un envase y lesionó a su esposa. Después del hecho, se quitó la vida tras lesionarse el cuello frente a compañera de vida usando botella de vidrio.
Para Ormusa, la cuarentena domiciliar obliga a la mayoría de mujeres a permanecer junto a sus parejas, quedando expuestas de ser víctimas de agresiones verbales, sexuales, económicas, sicológicas entre otras, según las denuncias hechas a instituciones del Estado y un rastreo realizado por la referida organización.
Los datos oficiales revelan que durante la cuarentena ha habido más de 290 denuncias de delitos relacionados a expresiones de violencia contra las mujeres. A eso se le suma que desde 1 de enero al 6 de abril, fueron registradas 1,302 denuncias.
Para Silvia Juárez, encargada de la oenegé Ormusa, la cuarentena ordenada por el presidente Bukele, carece de medidas que beneficien a las mujeres y de enfoques integrales, dejándolas vulnerables a las agresiones de sus parejas, ya que conviven las 24 horas del día junto con sus esposos, en medio de pobreza, falta de alimentos y estrés.
Juárez explica que las víctimas aprovechan a denunciar a sus agresores cuando ellos no están en casa.