Como en la primera vuelta, con un empate a dos, FAS y Alianza sentenciaron este duelo, el número 243 entre estos dos, con el que Alianza cede distancia en lo más alto de la tabla, aunque se mantienen líderes.
Es lógico que por el ambiente que se vivió ayer en el estadio Cuscatlán, reaparezca la discusión de cuál es el verdadero clásico nacional. Y es que este duelo cada vez está ganando los méritos necesarios para ser nombrado de esta forma.
Los jugadores también ponen de su parte, desde el calentamiento y ya en el partido con una enorme intensidad, que hizo de ayer un encuentro bastante entretenido, con muy buena dinámica muy particular de este encuentro.
FAS era el local administrativo, pero Alianza los dueños de casa, por ello se sintieron muy cómodos y tomaron la iniciativa, teniendo mayor control de la pelota.
Casi medio equipo había rotado Wilson Gutiérrez, DT de los paquidermos, en el once inicial que entre semana enfrentó al San Carlos por Liga Concacaf y en el que Guillermo Rivera, técnico de los tigrillos, había estado presente tomando apuntes.
FAS no cambió mucho del equipo que ganó la semana pasada en Santa Rosa de Lima, pero que en los primeros minutos se dedicó más a defenderse, en lugar de atacar, caso contrario a lo que había sucedido frente a Limeño.
Los primeros diez minutos fueron de un casi total dominio de los albos sobre los santanecos, con los desbordes por la izquierda de Jonathan Jiménez y los movimientos en diagonal de Cristian Olivera, quien tuvo la primera clara a gol, con un remate que se fue desviado.
Hubo lamento de los paquidermos, pero ese era un aviso de las precauciones que tenían que tomar los santanecos. Ya que no tardó en que los albos armaran otra buena llegada, con los mismos dos protagonistas. Sin embargo, esta vez fue Óscar Cerén quien la cerró, tras el centro de Jiménez, el cual cabeceó y dejo sin chance al portero Wilbert Hernández (7’).
Buenas sensaciones se despertaron en los albos, quienes se atrevían de hablar de goleada. Pero FAS, en la cancha decía que con paciencia podían revertir la situación y eso comenzó emparejando las cosas, haciendo mejor conexión Julio Amaya, Guillermo Stredella, en el medio campo, con los delanteros, Jeison Quiñones y Bryan Gil, siendo este último quien más problemas generó a la defensa alba.
Dos tiros que se fueron abiertos del colombiano inquietaron al portero Víctor García y despertó los reclamos del central Henry Romero, quien algunas veces se metió con el central y sus asistentes.
Fue hasta a los 26 minutos, después de un cabezazo de Bryan Gil que pegó en el larguero, que vino un centro de Landaverde, que prolongó Moscoso y que llegó a Gil, para mandarla al fondo de la red, de pierna derecha.
Era una resurrección para los tigrillos, que lo celebraron con mucho entusiasmo y con el cual tomaron confianza, para arriesgar más al frente y generar varias ocasiones con las que pudo irse al frente, pero les hizo falta mayor precisión para definir.
Era el mejor momento de FAS, aunque el partido se mantenía parejo, tenían mejor proyección ofensiva. Los albos generaban llegadas esporádicas, pero en una de ellas falló Diego Chávez, al tirarse al piso en un tiro de esquina y tocar la pelota con la mano. Chicas sancionó penal, que nadie discutió.
Los albos celebraron, pero Raúl Peñaranda amargó el festejo al fallar el tiro, que cobró con potencia y hacia arriba, que terminó con los aficionados en sol preferente norte (31’).
Para los paquidermos fue importante no decaer anímicamente, para seguir llegando y antes de cerrar el primer tiempo, volverse a poner arriba en el marcador, tras un tiro de esquina, que Óscar Cerén se encontró la pelota en el área y de pierna derecha anotar, con un remate que se coló al ángulo derecho del meta Hernández (42’).
Mucha atención se centraba en el árbitro Joel Aguilar Chicas, quien, desde su nombramiento, recibió varias críticas, inusualmente de la directiva aliancista. Pero la presión que pudo haber en el experimentado silbante nacional, la supo manejar muy bien, a través de un trabajo destacable en la primera parte y que se consolidó en el segundo, donde el ritmo de juego bajo.
Alianza volvió a manejar el partido y cuidó la ventaja en el marcador, no renunciando al ataque, generando muchas ocasiones para haber anotado el tercer tanto, pero el equipo falló en el último pase para hacer efectivas esas ocasiones.
Incontables ocasiones que al final se terminaron pagando caro, cuando FAS, que prácticamente había desapercibido en ataque, encontró una inigualable oportunidad, con un pase en profundidad de Amaya, a Gil, quien superó en velocidad a Mancía y anotó con un toque colocado sobre García (79’).
Ya el encuentro estaba liquidado con este resultado. Los dos equipos generaron otras ocasiones para haber ganado el partido, pero así como en la primera vuelta, estos dos equipos firmaron el empate a dos.