Familia dice que repatrió el cuerpo de migrante sin apoyo del Gobierno

Senaida fue asesinada en Veracruz cuando viajaba hacia los Estados Unidos. Cancillería se comprometió a repatriar el cuerpo y a investigar su muerte.

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Una familia de migrantes, con un par de niños y una adolescente incluidos, se toman de las manos mientras cruzan la frontera entre los EE. UU. y México en el río Río Grande, en su camino hacia El Paso, Texas. Foto/EFE / Foto Por Referencia

Por Karla Arévalo

2019-10-26 8:40:45

María Senaida tenía 19 años cuando le pidió a su padre que la ayudara a huir de El Salvador. Aunque ella ya había terminado el segundo año de bachillerato, no tenía esperanzas de que al quedarse su vida cambiaría. Entonces huyó. El traficante de personas que la llevaría hasta la frontera entre México y Estados Unidos pidió $4,000 de adelanto; en total recibiría $11,500 al concluir el viaje.

Senaida salió de El Salvador el 9 de junio de este año acompañada de otras personas que huían por las mismas razones que ella: la pobreza y la inseguridad. La Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples de 2018 indicó que, en el país, el 26.3 % de los hogares se encuentra en pobreza; de estos, el 5.7 % se encuentra en pobreza extrema; mientras que el 20.6 % está en pobreza relativa.

“Quería tener sus cositas, lo que no se puede tener cuando se vive allá (en El Salvador)”, dice Darío, padre de María Senaida, quien ha sido deportado de los Estados Unidos tres veces y tres veces más se ha vuelto a ir. Darío ha vivido más de diez años en Estados Unidos y no pensaba en volver a El Salvador hasta el día en que una joven que iba junto a María Senaida en el viaje hacia los Estados Unidos le avisó que María Senaida había sido asesinada en el municipio de Agua Dulce en el estado mexicano de Veracruz. Aparentemente una patrulla de la Policía Federal disparó al camión en el que María Senaida viajaba junto con otros migrantes. Al parecer los federales sacaron al motorista y lo golpearon.

“Ella tenía la ilusión de llegar allá (Estados Unidos) y estar conmigo”, dijo Darío.

La muerte de un salvadoreño en condiciones vulnerables, como un migrante en tránsito hacia los Estados Unidos, es una de las razones por las que el Ministerio de Relaciones Exteriores puede dar apoyo económico parcial o total a la familia del fallecido. Los requisitos que piden son tres cotizaciones de funerarias para repatriar el cuerpo; un estudio socioeconómico y una declaración jurada, en la que se demuestre que la persona que pidió el apoyo no puede pagar la repatriación del cuerpo.

Aunque Darío vivía en Estados Unidos, su esposa y su hija vivían en un cantón del municipio de Victoria, Cabañas. En Victoria habitan alrededor de 12,800 personas, según las proyecciones de población para el 2019 de la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc). Pero lo alarmante es que el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local de El Salvador (FISDL) indicó que, en Victoria, la tasa de Extrema Pobreza en hogares es del 42.1 % y la tasa de Pobreza Total es del 65.9 %.

Mientras el Estado salvadoreño guardaba silencio sobre el asesinato de María Senaida, las funerarias mexicanas acosaban a Darío. “La funeraria que tenía a mi hija me presionó tanto. Me dijeron que, si yo era el papá, tenía que hacer todo el esfuerzo por sacarla de la funeraria porque si no me la iban a tirar a una fosa común. Para mí no era correcto que la tiraran si apenas había muerto”. Darío le reclama al Estado salvadoreño el desinterés en el caso de su hija.

Ni el gobierno mexicano ni el gobierno salvadoreño han dado más declaraciones que las que la canciller Alexandra Hill dio en junio de este año, cuando aseguró que harían las gestiones necesarias para repatriar el cuerpo de María Senaida y esclarecer las circunstancias de su asesinato. “‘No es posible’, dije, voy a hacer todo lo posible, todo lo que esté a mi alcance por repatriarla yo. Es difícil, pues son momentos de presión en los que no sabe para dónde hacerse”. Darío regresó a El Salvador con el cuerpo de su hija.

El Diario de Hoy buscó la posición de Cancillería sobre este caso el 11 de octubre. Pero no hubo respuesta ante las preguntas: ¿Ayudó Cancillería a repatriar el cuerpo de la joven? ¿Qué gestiones ha hecho al respecto de ese caso? El padre de María Senaida asegura que no hubo ayuda alguna. Cancillería calla.

El artículo 27 de Ley Especial para la Protección y Desarrollo de la Persona Migrante Salvadoreña y su Familia establece que el programa de Asistencia y Protección Humanitaria debe garantizar los servicios de asistencia y repatriación de los salvadoreños en situaciones que afectan la dignidad, la vida y la libertad de los migrantes y sus familias.

Norma Fernández, representante legal de víctimas de desplazamiento forzado de Cristosal, menciona que es importante que se haga una investigación por el asesinato de Senaida: “Las políticas migratorias actuales están generando situaciones inhumanas”.

México le cumplió a Trump

Una bala aparentemente de la Policía Federal mexicana mató a María Senaida a cuatro días de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador firmara un acuerdo con los Estados Unidos para impedir el paso de migrantes centroamericanos a México y Estados Unidos. México envió a 6,000 soldados a la frontera con Guatemala para impedir los ingresos irregulares.

Hasta el 31 de agosto de 2019, 102,314 migrantes centroamericanos fueron deportados desde México; las deportaciones aumentaron un 63 % respecto al mismo periodo de 2018, cuando 62,746 migrantes fueron deportados; 26,071 en 2017 y 81,234 en 2016.

La amenaza de los Estados Unidos al gobierno mexicano fue de imponer un arancel del 5 % a los bienes exportados desde México e incrementarlo hasta el 25 % si dicho país no evitaba los ingresos de migrantes en la frontera México – Guatemala.

El Salvador le incumplió a Senaida

María Senaida huyó de la pobreza extrema y se encontró con un muro militar que detuvo su derecho a buscar las oportunidades que el Estado salvadoreño le negó. La joven no tuvo acceso a bachillerato en el cantón donde vivía y los últimos dos años debió viajar hasta el casco urbano de su municipio para terminar de estudiar.

Tras la muerte de Senaida, la familia le pide a Cancillería que se les informe sobre el proceso de investigación en México; buscan, además, que el Estado salvadoreño se pronuncie ante las políticas migratorias mexicanas; que se les reintegre alrededor de 4,000 dólares que gastaron en la repatriación del cuerpo de la joven y que se les involucre en programas de apoyo para migrantes retornados.

La mañana en que salió hacia los Estados Unidos pidió que le tomaran una fotografía en el parque central de su municipio. Vestía un jeans azul y un suéter negro. Llevaba una mochila como si se tratara de una aventura. Se le veía contenta.

María Senaida murió cinco días después.

Senaida emprendió su viaje rumbo a Estados Unidos con la esperanza de lograr mejores oportunidades de superación. Foto Cortesía