Varias familias de una comunidad del municipio de Usulután se encuentran preocupadas por el entierro que se hizo este viernes de una persona que murió, supuestamente, por coronavirus.
Según confirmó Luis López, quien tiene 12 años de trabajar como sepulturero, les han solicitado de manera inmediata cavar una fosa de más de 3 metros para la inhumación de una persona originaria de la cabecera departamental y que falleció en San Salvador, supuestamente, por Covid-19.
Por la escasa información que se tiene para los entierros de una persona que ha muerto por Covid-19, López teme por su salud, la de su familia y vecinos.
“Nos han pedido que esté listo para las 3:00 de la tarde. Hace cuatro días vinieron a enseñarnos cómo debemos de usar unos trajes, ya sabían que en algún momentos se tenía que enterrar a alguien”, comentó López.
Al parecer, la persona que murió fue un hombre de entre 78 a 80 años que ingresó a un hospital de San Salvador para recibir atención médica por otras patologías. En el municipio de Usulután se han tomado todas las precauciones para realizar la inhumacion con el protocolo de manejo y disposición final de cadáveres con casos covid-19, incluso ha sido la comuna la que se encargó de comprar la caja fúnebre; pero fue el personal de Salud el que se encargó de trasladar el cadáver.
La preocupación de López se debe a que el cementerio se encuentra saturado y no cuentan con mucho espacio y “si se abre una fosa y se entierra a alguien, después estaremos abriendo otra fosa a la par de la primera que abrimos y nos exponemos a muchas cosas; además, a media cuadra está una comunidad y tenemos cerca un río, los cuerpos prácticamente quedaran a altura del cauce del río”, señalo. La zona se encuentra aledaña a la colonia Deusem y barrio Candelaria.
Esta semana el alcalde de Usulután reconoció a El Diario de Hoy que el cementerio de Usulután esta colapsado, “pero buscaremos de qué forma se pueden abrir algunas fosas buscando el espacio necesario para ver de qué forma se cubre esta necesidad”, expresó.