Exvicecanciller Cálix afirma que Gobierno de Bukele debe tener una política de buena vecindad

Señala que el presidente electo ha dado buenos pasos en tratar de recuperar la relación con sus principales socios estratégicos: Estados Unidos y México. Espera que pronto Bukele decida sobre relación con China Popular.

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Por William Alexander Hernández Reyes

2019-04-18 6:00:09

Eduardo Cálix, es un experto en protocolo y relaciones internacionales no solo en el país sino en Latinoamérica; ha sido viceministro de Relaciones Exteriores y también embajador plenipotenciario de El Salvador en México y Jamaica, conoce perfectamente los detalles de la diplomacia internacional.

El Diario de Hoy conversó con Cálix sobre los primeros destellos de lo que será la política exterior del nuevo gobierno de Nayib Bukele quien ya visitó en su primer gira como presidente electo a México y Estados Unidos, y en esta semana República Dominicana.
Bukele de entrada se ha distanciado de las relaciones que los gobiernos del FMLN han mantenido con Nicaragua y Venezuela. Solo falta que defina qué sucederá con la relación con China Popular.

¿Cómo ve los primeros reflejos de política exterior del presidente electo?

Hay cosas muy positivas como la que atestiguamos hace unos días 15 días donde el presidente electo hizo un viaje bien importante tanto a México como a Estados Unidos.

Yo considero que una política de buena vecindad es muy importante para el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas de El Salvador frente a sus intereses geopolíticos, uno de esos intereses es el tema de los tres millones de salvadoreños que viven en los Estados Unidos y aquellos que por algún motivo necesitan emigrar hacia este país y cruzan por el territorio mexicano y que son víctimas de muchos problemas, vejaciones y violaciones.

Y en ese sentido, de cómo los gobiernos pueden facilitar, a través del entendimiento continuo, que se les pueda brindar protección y que se les pueda dar garantías de que de alguna manera no puedan ser objeto de grupos indiscriminados inhumanos que se lucran con ellos o inclusive que los matan, creo es importante que se continúe haciendo.

El hecho que haya ido a México a hablar sobre este tema y otros con el presidente López Obrador también es algo que tiene de alguna manera, al principio, una buena disposición.

Además, lo que en Estados Unidos significa el tema migratorio, para el presidente Trump es lo más elemental que existe dentro de su gobierno. Y se ha visto como un tema doméstico, de política doméstica, no de un tema internacional o un tema de intereses internacionales de Estados Unidos frente a otros países.

Es el tema para el presidente Trump, haya ido y converse con los diferentes funcionarios de alto nivel y que, además, de alguna manera pueda llevarse esa conversación continua al más alto nivel es algo positivo para el país.

Lo otro también es poder tener un fortalecimiento de las relaciones comerciales, de las garantías que podes ofrecer y facilidades para aquellos inversionistas que puedan estar interesados de invertir en nuestro país para lograr fomentar un poco más de empleos, y empleos de calidad.

Creo que es imperativo que se haya llegado a hablar con esos sectores porque de alguna manera son los que pueden, en parte, fortalecer y apuntalar la economía, y las necesidades que se tienen de mucho empleo en el país.

¿Qué mensaje da visitar a Manuel López Obrador en un primer viaje?

Es lo lógico, lo que pasa es que no lo habíamos visto anteriormente en los últimos gobiernos, pero visitar México ha sido algo que muchos países de América Latina, sobre todo los centroamericanos por estar próximo a un país más influyente y más grande en términos de importancia geopolítica, para nosotros era una parada obligada en la visita de los presidentes electos.

Yo estuve en algunas de las visitas de anteriores presidentes electos, que visitaron México precisamente como uno de sus primeros destinos junto con países centroamericanos o los Estados Unidos.

Creo yo que es un buen mensaje, porque juntos podemos resolver situaciones, que de alguna manera, son una constante en los problemas que enfrenta Centroamérica con México, y Centroamérica frente a los Estados Unidos. En ese sentido el tema migratorio, el tema de comercio, el tema de inversiones, de cooperación, la seguridad regional, es algo que si no está México en la ecuación es muy poco lo que nosotros podemos hacer como países centroamericanos, porque precisamente somos un país de tránsito para muchos flagelos a nivel internacional que están amenazando la seguridad y democracia de nuestros países.

¿Se va alejar El Salvador de Nicaragua y Venezuela?

Yo considero que con el tema de Venezuela bien hacen en el hecho de poder decir: sí hay que condenar a ese régimen, que de alguna manera, reconocer que el régimen de Maduro ha sido un régimen que ha violado los derechos humanos y que tiene restringidas muchas de las políticas necesarias para darle mayores facilidades y mayores beneficios a la población venezolana.

Hemos sido testigos de todo lo que está aconteciendo y nosotros no nos podemos quedar de espaldas a esa realidad y considero que condenar eso no atenta precisamente con las relaciones entre uno y otro país, sino simplemente se está poniendo el dedo sobre problemas que pudiera tener cualquier otro país que esté violentando derechos humanos o violentando derechos de la población.

En ese sentido considero que lo que se le pueda decir a Venezuela sobre cuáles son los problemas que tiene es parte de lo que nosotros mismos como El Salvador en su momento no señalaron e hicimos nuestro propio esfuerzo, y ahora tenemos la posibilidad de decir nosotros ya caminamos y ustedes hagan exactamente lo mismo y no regresen a un sistema totalitario como el que se tiene ahora en Venezuela.

Sí considero que es importante también tomar partido con otros grupos de países como el Grupo de Lima, que en su momento debería, a mi criterio El Salvador ser parte de ellos porque conjuntamente se puede llegar a tener un poco más de resonancia a nivel de América Latina para señalar los problemas que existen en ese país.

¿Propones que El Salvador sea parte del Grupo de Lima?

Yo soy un fiel convencido que deberíamos estar en el Grupo de Lima y con eso lograr llevar resoluciones y señalamientos, que, de alguna manera, hagan que haya cambios fundamentales en la institucionalidad democrática de Venezuela.

En los últimos días hay un poco de tensión entre el presidente electo y el presidente de Honduras al no invitarlo a la toma de posesión.

¿Puede tensionarse más la relación con Honduras?

Yo creo que nuestros países, Centroamérica está vinculada y ligada por origen, por destino, juntos nacimos a la vida independiente en 1821 y siempre hemos tratado, sobre todo El Salvador, de ser un país que fomente la integración centroamericana. En ese sentido, Honduras, Nicaragua, Guatemala y Costa Rica, todos tenemos la misión de ir fortaleciendo la institucionalidad centroamericana y de alguna manera lograr conjuntamente cosas que mejoren un poco las condiciones y niveles de vida que imperan en esta zona geográfica.

Yo que es imperativo que haya búsqueda de entendimientos en la medida, que si por último tenemos que estar juntos y compartiendo fronteras con países como Honduras, Guatemala y Nicaragua, lo más conveniente es que nosotros no nos demos la espalda y que podamos de alguna forma contribuir a superar las diferencias o desavenencias, inclusive las debilidades que tenemos como países, solo juntos lo podemos lograr.

Como países separados es muy difícil que podamos salir adelante, porqué, porque somos países que estamos en proceso de crecimiento, que tenemos niveles de subdesarrollo todavía muy importantes que frente a las debilidades que tienen otros países vecinos no contribuye a que superemos de alguna manera esos rezagos.

Yo considero que honrar la integración es una de las premisas que debemos tener nosotros de ahora en adelante para tratar de salir conjuntamente hacia mejores expectativas de vida para la población centroamericana.

¿Cómo ve al presidente electo frente a la relación China o Taiwán?

Él ha sido muy claro en decir que él va analizar y tomar una decisión una vez se siente en la silla presidencial sobre ese tema.
Sobre esa coyuntura yo creo que él tiene su visión al respecto. Si considera él, y yo lo comparto también que la manera de cómo se rompió relaciones diplomáticas con un país con el que teníamos relaciones diplomáticas formales por más de 85 años no fue la mejor.

Creo que debimos haber atestiguado la consulta del gobierno con diferentes sectores de la vida nacional que inciden en la relación diplomática Taiwán-El Salvador; en su momento debieron haberlo consultado, no se hizo así, tomaron una decisión que fue muy propia de ellos, obviamente llevó a una reacción por parte de los sectores nacionales por la manera en cómo se hizo, y el presidente electo no fue ajeno a eso, lo ha dicho que no fue la forma en que se hubiese tomado una decisión al respecto.

Por eso es importante esperar a ver qué es lo que él va decidir con relación a esto, sus asesores le dirán qué es lo más conveniente, considero que el tema amerita análisis, amerita tener beneficios-ventajas versus desventajas, versus algún tipo de inconveniente que pudiera llegar avizorarse por la decisión que pudiese tomar al respecto.

La decisión no debería ser algo que se tarde, sino que debería tomarse de cara a qué conviene para el país continuar con relaciones con uno u otro, en la medida que haya intereses de sectores nacionales que están a la espera de lo que va acontecer.