Servicios de eventos en quiebra por cancelaciones

Bodas, convenciones, congresos, bautizos, fiestas temáticas y otros dan empleo a cientos de personas, pero debido a que todas se cancelaron o postergaron por la pandemia, los organizadores reportan graves pérdidas económicas para los involucrados.

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En una boda se pueden llegar a involucrar hasta doce proveedores de servicios, cada uno de los cuales emplea hasta diez colaboradores, de ahí que la paralización de los eventos golpea a varias familias. Foto EDH / Cortesía.

Por Tania Urías

2020-04-09 5:50:10

Se doblaron los manteles, se marchitaron las flores, se apagó la música, se cerraron las cocinas y la fiesta se canceló. Este es el escenario montado para cientos de personas que viven del negocio de los eventos y que ahora tienen sus operaciones paralizadas.

Bodas, bautizos, baby shower, quince años, congresos médicos y empresariales se cancelaron o postergaron a partir de la segunda mitad de marzo y para los que se dedican a este rubro significó una caída del 100% en sus ingresos.

Ana Blanco de alquileres Bsquare y con 25 años ofreciendo renta de mobiliario, explica que ella fue impactada desde el momento en que el Ejecutivo comenzó a reducir la concentración de personas.

“La semana del 9 de marzo la escalonada de restricciones causó que de un solo golpe el 60% de nuestros eventos calendarizados fueran afectados ocasionando la postergación de los mismos, ese fin de semana subió al 98% (las cancelaciones) por el aumento en restricciones”, contó.

Alquileres Bsquare – empresa de la que dependen 14 colaboradores- en una semana normal cubre entre 15 a 35 eventos, algunos hasta con 3,500 invitados.

Ana asegura que al ser una empresa de servicio de alquiler de mobiliario, las inversiones en compra de equipo son grandes y el retorno de la inversión es a largo plazo sumado a los altos costos fijos en almacenaje (bodega), mantenimiento y sueldos, por eso no operar provoca una crisis casi inmediata.

Lo mismo opina Axel Romero, un joven que ofrece montaje de eventos y renta de mobiliario, y a quien solo en marzo le cancelaron ocho reservaciones. “Nuestro rubro será muy afectado no solo ahora sino a futuro. Las cancelaciones nos han traído pérdidas bastante fuertes, hablamos de varios miles de dólares”, contó.

Efecto cascada
El rubro de eventos involucra a diversas actividades que se conectan entre sí y si una sufre una cancelación, esta se reproduce al resto de prestadores de servicios, como un efecto cascada.

Ana, de alquileres Bsquare por ejemplo, explicó que cuando dejaron de operar le comunicaron a los proveedores con los que tienen crédito de las cancelaciones tratando de recuperar un poco de efectivo para paliar la caída económica que estaban experimentando y eso provocó problemas financieros para más personas.

Lo mismo opina Laura Castillo con diez años como planificadora de bodas, quien asegura que ella trabaja con al menos ocho proveedores, cada uno de los cuales tiene entre ocho y doce colaboradores.

“Una boda puede involucrar hasta 100 empleos. Yo armo el concepto pero incluye música, carnaval, iluminación, flores, decoración, entretenimiento, comida, pastel, local, limpieza, meseros, personal de cocina, fotógrafos y más”, cuenta Laura.

Para la emprendedora que organiza bodas de destino- en la que uno de los novios o ambos son extranjeros pero se casan en El Salvador- le toca no solo organizar la ceremonia y la fiesta sino traer hasta 100 extranjeros, buscarles hotel, transporte y comida, y para ella esta crisis la tiene desvelada desde hace días.

“Todo esto es sumamente complejo, porque hay lugares que uno tiene que reservar un año y medio antes y las fechas de septiembre a diciembre están comprometidas, nos ha tocado seleccionar fechas disponibles, planificándolas en día de semana, porque no hay espacio en fin de semana. Yo ya tenía bodas reservadas hasta enero de 2021. Se complica todo”, contó.

 

Laura realiza unas 25 bodas por año. La inversión que cada cliente hace en una ceremonia ronda entre los $12,000 y los $40,000, dependiendo del concepto.

“ Yo tenía encargos con proveedores y un año de planificación y sabemos que la incertidumbre nos seguirá por mucho tiempo. Ninguno estábamos preparados para este tipo de situaciones”, contó Laura quien calcula pérdidas de unos $5,000 solo en las cancelaciones de marzo.

Celina Mendoza de Ciudad Real, dueña de floristería Celiflor, aseguró que están a la espera de que la situación mejore. “Ahorita les hemos pagado esta quincena a los empleados, pero no sabemos después. Ahorita estamos viendo qué hacer., promocionar nuestra pagina web, para pasar el tiempo”.

Insistió en que hay que esperar que abran las fronteras por la flor que llega de Ecuador y de Guatemala, porque aunque hay nacional , la gente prefiere la extranjera. “No sé cuánto va a durar esto , pero vamos a comenzar cuando abran las fronteras y pase todo esto”, subrayó.

Verónica Cañas, dueña de un salón de belleza y maquillista de novias, cuenta que ella había invertido en febrero pasado todos sus ingresos para remodelar el salón y se quedó sin fondos, jamás sospechó que el año sería tan duro, contó.

Por ahora tiene el salón cerrado y mandó a sus cuatro empleados a casa. “Si la crisis sigue, tendré que repensar en el negocio, no son rubros a los que la gente volverá fácilmente”, dijo.
La propietaria de alquileres Bsquare por su parte, también está pensando en estrategias que puedan sacarla de la crisis.

“De continuar esta situación con cero ingresos se tendrá que tomar la decisión de downsizing ( suspensión temporal o la terminación permanente del contrato de un empleado), disminuir la cantidad de inventario y reinventarse en otro tipo de mercado”, expresó.