Estudio destaca el valor del dibujo para ayudar a los niños en su desarrollo

El trabajo abarcó a un grupo de niños de un centro educativo público.

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A través de los dibujos, los maestros pueden tener idea de la realidad de los niños en casa, sus avances en el aprendizaje y buscar ayuda en caso identifiquen problemas.

Por Susana Joma

2019-09-27 4:30:54

Los profesores deben utilizar con más frecuencia la técnica del dibujo y solicitar apoyo profesional para la interpretación de estados emocionales y problemas psicológicos en los niños. Esa es una de las conclusiones que arrojó un reciente estudio de caso que se realizó este año entre infantes de 5 años que asisten a un centro escolar público del departamento de La Libertad.

La investigación, que se denominó “Interpretación del dibujo infantil, desafíos psicopedagógicos”, fue desarrollada por el especialista educativo Óscar Picardo Joao, en apoyo al Instituto de Investigación para el Aprendizaje y en coordinación con Unicef.

Picardo Joao, quien es licenciado en Filosofía, con una maestría en educación y doctorado en didáctica y organización escolar, explicó que el trabajo explora la parte comunicativa de niños en edad preescolar que todavía no logran leer ni escribir, pero que sí necesitan comunicar ideas.

Durante el proceso se cubrió a un total de 16 niños a quienes se les pidió que dibujaran a sus familias.

“Encontramos que dos niños representaban a sus familias, digamos, en términos normales: papá, mamá, niño; dos niños hicieron garabatos amorfos, y doce niños presentaban fotografías familiares disfuncionales: ponían mamá y yo, papá y yo, hermano y yo, abuelo y yo, o sea nunca estaban mamá, papá y el niño”, detalló.

En la investigación, que contó con el apoyo del especialista en didáctica, Jeser Candray, se utilizaron técnicas de evaluación que tuvieron como precursor al psicólogo, epistemólogo y biólogo suizo Jean Piaget, y también se creó una curva estadística específica a partir de las teorías del experto en pediatría y educación, Mel Levine, autor del libro “Mentes diferentes, aprendizajes diferentes”.

Picardo Joao, quien por cuestiones éticas se reservó datos del centro escolar y de los niños, afirmó que los resultados sobre el estado familiar coinciden con los de otros estudios previos de Unicef, en donde se hablaba de que hay una disfuncionalidad del 66 % en las familias salvadoreñas.

Esta situación, según expuso el especialista se puede deber a que los padres migraron o los asesinaron, pero lo cierto es que al final no hay una estructura familiar coherente y eso afecta a los infantes en su proceso de aprendizaje.

En el estudio, además, se identificó que algunos niños tenían problemas de autoestima, lo cual se estableció a partir de cuán pequeños se dibujaban ellos frente a los adultos, o qué tan homogéneas eran las imágenes.

“En parte pudimos detectar un nivel de autoestima bajo, se dibujan muy chiquititos”, afirmó Picardo Joao, quien además posee un postgrado en finanzas educativas y otro en educación digital.

Según indicó, la información que arrojó la lectura de los dibujos fue corroborada en otras visitas al centro escolar.

“Al final el estudio concluyó que se confirmaba la hipótesis de las representaciones visuales del dibujo, y creo que es muy valioso para que los maestros lo ocupen como una técnica para entender la dinámica del mundo del niño, su personalidad”, reiteró.

Para el especialista educativo esto resulta de gran ayuda considerando que a veces los niños manifiestan dentro del salón de clase comportamientos que no son normales, a veces tristes, distraídos, o con ánimos bajos, y de repente les da pena y no quieren hablar.

El experto en educación subrayó que este estudio ya está publicado en el sitio info@iiasv.org del Instituto de Investigación para el Aprendizaje. Esta es una organización creada por un grupo multidisciplinario de profesionales que han trabajado en centros educativos, que conocen sobre problemas de aprendizaje y plantean soluciones a los mismos.

Sostuvo que los profesores interesados pueden consultar ahí este material para conocer sobre ese proceso de análisis de dibujos que él desarrolló, considerando que les puede resultar de utilidad como herramienta de diagnóstico, si quieren apoyar en la búsqueda de soluciones terapéuticas y psicológicas para algunos de sus estudiantes.

Aclaró que los maestros de igual manera pueden incorporar poco a poco el uso de esta herramienta en su práctica diaria, con el fin de ir midiendo y evaluando cómo van aprendiendo los niños determinados temas.

Picardo Joao también señaló que los docentes, sobre todo del ámbito de Parvularia, tienen el reto de profundizar en el uso del juego, el juguete y el dibujo, con miras a favorecer el desarrollo de la plasticidad cerebral que es crítico entre los cero y 6 años. La plasticidad es el proceso en el que el cerebro va creciendo, desarrollando y modificándose, a partir del establecimiento de nuevas conexiones de neuronas.

“Cómo juega un niño es importante para conocer su vivencia personal, qué tipo de juguete tiene también y cómo dibuja, sobre todo hoy que lo digital está comprimiendo ciertas capacidades y habilidades”, apuntó.

Sin embargo, el profesional de igual forma advierte que los centros educativos, especialmente del sector público, también tienen el desafío de contar con materiales didácticos adecuados para estimularlos, los cuales van más allá del papel y lápiz, y que les permiten fortalecer aspectos como formas geométricas, aritmética, lingüística y comunicación.