Cuando las nuevas autoridades del área de Salud Pública asumieron las riendas de la cartera de Estado encontraron a un “paciente en crisis”. Hospitales públicos con escasez de fármacos e insumos, entre los que destacaron Rosales, Bloom, Zacamil y el Mazzini en Sonsonate.
De ahí que una de las primeras acciones del nuevo Gobierno, a manera de carta de presentación ante pacientes, empleados y sindicatos, fue el reparto de fármacos e insumos por un monto de 20 millones de dólares; los cuales fueron una donación de Cross International, a través de la Fundación Una Mano Amiga. La donación es importante pero no hay que perder de vista que el problema es más complejo y la donación solo ha sido como una pastilla para aliviar el dolor.
Pero los males crónicos como la burocracia, licitaciones declaradas desiertas y sobrecarga laboral son factores a enmendar.
Y tan importante como lo anterior es un diagnóstico preciso de qué tipo de medicamentos y en qué cantidad necesitan hospitales y clínicas.
El pasado 27 de agosto, el Gabinete de Salud anunció la creación del Plan Nacional de Salud, en el cual destaca una apuesta a la salud preventiva y la agilización de servicios, por ejemplo una directriz precisa para reducir el tiempo de espera por cirugías programadas.
El aspecto preventivo en salud es importante y un reto frente a un sistema sanitario que está enfocado en curar. Mientras que el aspecto preventivo, que implica educar o informar, resulta un área con mucha oportunidad de mejora.
Por ejemplo ante la actual situación epidemiológica del dengue; en donde los casos duplican los registros del año anterior, ¿cómo involucrar, educar u orientar a cada individuo para que combate al mosquito transmisor de la enfermedad?
Las acciones, tibias a criterio de médicos expertos, están enfocadas en detener el alza de casos y detectar a los pacientes con fiebre como medida de precaución ante la sospecha del dengue, que ya causó siete muertes, pero la cifra seguramente se incrementará ya que hay más defunciones en auditoria médica.
¿Es posible apostarle a combatir los criaderos de zancudo antes de que las alarmas suenen por el incremento de casos de la enfermedad?. De ahí que la nueva Dirección Nacional de Salud Preventiva tiene un papel importante que jugar en la salud de los salvadoreños; no solo con el dengue sino con otras enfermedades como la insuficiencia renal, problemas cardiaco , hipertensión y otros.
Los cambios, ofrecimientos y mejoras en este nuevo Gabinete de Salud pueden marcar una diferencia para una sociedad en donde la población adulta mayor va en crecimiento, hay mayor expectativa de vida y las necesidades de atención médica deberán responder a este grueso de la población.