Ernest Hemingway, maestro de generaciones

Este 21 de julio se cumplen 120 años del nacimiento del exponente de la “generación perdida”, quien aún es de interés para los lectores.

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Hemingway recibió el Premio Nobel de Literatura en 1954. / Foto Por Shutterstock

Por Omar Martínez

2019-07-20 10:10:45

“Todos son una generación perdida, eso es lo que son”, le aseguró Gertrude Stein a Ernest Heminway, frase que después se leyó en la primera gran novela de él, “Fiesta”.

La “generación perdida” es el término que surgió de ese comentario para referirse al grupo de jóvenes escritores estadounidenses Scott Fitzgerald, Hart Crane, E. E. Cummings, Archibald MacLeish, Dos Passos y al propio Hemingway, todos expatriados en París y otras ciudades europeas desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la Gran Depresión, en 1929.

Hemingway también participó de forma directa en la primera guerra continental del siglo, como conductor de ambulancias en el frente italiano.

Su vida como escritor y periodista la comenzó como reportero al lado de los enfrentamientos bélicos, al poco tiempo se enteró, según sus palabras, de que “la verdad a menudo se escode bajo la superficie de una historia”. Por ello, al convertirse en novelista conservó su peculiaridad minimalista en la escritura, que es muy parecida al estilo de los diarios impresos.

“Escribir es una cosa pesada y como el autor quiere que el lector le comprenda no ahorra palabras para convencerlo. A mí me gustaría mucho poder leer alguna cosa escrita por el lector. Y espero que él sea conmigo tan indulgente como yo sería con él”, esa era la visión del Hemingway incomprendido por su práctica de escritura.

Su pluma transmitía su originalidad, ya que él no se adecuó a los estándares de los escritores de su tiempo y fue marcando un estilo único, sin adornos, simplista y “menos perfecto” estilísticamente.

En la búsqueda del conocimiento y arrastrado siempre por los conflictos observó detalladamente, y plasmó con su lápiz el sufrimiento y la desesperanza que carcomió a Europa en la Segunda Guerra Mundial, de ahí surgieron escritos sobre sus hazañas como el cuento inédito “Una habitación en el jardín”.

“Supongo que (los cuentos) son un poquito impactantes porque lidian con tropas y combates irregulares y con gente que, de hecho, mató gente”, le dijo Hemingway al editor Charles Scribner Jr. Y añadió: “De todas formas, siempre puedes publicarlos después de mi muerte”.

Así como otros acontecimientos, la Guerra Civil Española también formó parte de las fuentes que alimentaron las vivencias del novelista, de donde se inspiró para crear “Por quién doblan las campanas”.

Atravesó los continentes, conoció gente, se adentró en su cultura, presenció la naciente Revolución cubana, se fue de safari a África y de todo su registro de vivencias ofreció una amplia lista de cuentos y novelas.

El ya reconocido escritor y periodista, nació el 21 de julio de 1899, en Oak Park, Illinois, Estados Unidos. Publicó siete novelas, seis colecciones de cuentos cortos y tres obras de no ficción.

Después de su deceso, en 1961, comenzó a ser considerado como uno de los más grandes novelistas del siglo XX, sus obras se mantienen vigentes y son objeto de profundo interés para los estudiosos de la literatura.
Hemingway tuvo tres hijos, dos accidentes de avioneta y cuatro de automóvil.

Su vida terminó de forma trágica, cansado, enfermo y al mejor estilo de sus historias de ficción, disparándose con una escopeta de caza en la cabeza.