Bisabuelos creen que alguien más mató al pequeño Erick en Quezaltepeque

La familia de Yessenia (tía del menor de edad) está convencida que ella no mató a Erick, como lo sostiene la Fiscalía General. Ella estará en prisión por seis meses mientras se desarrolla la investigación.

"Ante Dios les digo que no es ella. Al niño se lo llevaron y lo asesinaron", señala Antonio García, quien en reiteradas ocasiones manifestó estar completamente seguro que Yessenia es inocente de la muerte de Erick.

Por Jessica Orellana, Jonathan Tobías

2020-08-27 9:30:53

Una casa de lamina y madera, rodeada de árboles y piedras volcánicas, fue el escenario en donde Erick, de tres años, desapareció el pasado mes de julio en el caserío La Meca, municipio de Quezaltepeque. Sentados en una hamaca, dentro de la humilde vivienda, permanecen los bisabuelos del niño, a la espera que terminen las investigaciones que señalan a Yessenia García, como la principal sospechosa del asesinato de su sobrino.

Según lo ha detallado el Fiscal General, Raúl Melara, “hemos logrado esclarecer la muerte del pequeño Erick García, de 3 años de edad. Después de ser reportado como #ÁngelDesaparecido, su cadáver fue encontrado días después en estado de putrefacción. Hoy llevamos ante la justicia a la persona que cometió ese terrible crimen”, informó Melara, previo a la presentación de Yessenia Elizabeth García.

“Esperaba que fuera cualquiera el culpable, menos mi propia familia”, dice el padre de Erick, el niño de 3 años que fue asesinado a golpes por su tía

“Ante Dios les digo que no es ella. Al niño se lo llevaron y lo asesinaron”, señala Antonio García, quien en reiteradas ocasiones manifestó que la acusada es inocente.

Según el relato de Antonio, hay otras hipótesis de lo que habría sucedido la tarde de ese 11 de julio, que desligan a Yessenia de los actos por los que está en prisión preventiva. “Nosotros esperamos que la Fiscalía haga bien su trabajo. Dios se encargará de hacer justicia”, dijeron la pareja de esposos y enfatizaron que están sufriendo por el proceso jurídico que está enfrentando. “No sabemos nada de ella. Sus hijos preguntan por su mamá”, dice Antonio.

Foto EDH/ Jessica Orellana

La versión de los bisabuelos
Con dificultad, Antonio recuerda el día en que vio a su bisnieto por última vez. Según relata, era el mediodía, cuando vio al niño, sin ropa, que se paseaba en el patio de la casa. “Papito, vaya a que lo bañe su tía”, fueron las últimas palabras que recuerda que le dijo. Luego, Antonio entró a la casa para tomar un vaso de leche, mientras Yessenia bañaba a Erick.

La desaparición de Erick sucedió luego que Yessenia terminó de bañarlo y vestirlo. Los ancianos recuerdan que el niño nunca entró a la casa, por lo que comenzaron a gritar “gordito, gordito”, como cariñosamente le llamaban a Erick.

Erick García, de tres años, murió a golpes a manos de su tía, reveló Fiscal General

Los esposos creen que alguien ajeno a la familia se aprovechó de que todos estaban ocupados haciendo los preparativos del almuerzo para raptar al menor y asesinarlo. “Al niño lo tomaron a la fuerza”, dice Antonio, mientras señala el camino en donde el menor fue encontrado.

“La policía no vino a ayudar, sino a hostigar a las personas”, dice Antonio, enfatizando que no fueron cordiales en el trato con la familia. Incluso, recuerda que Yessenia estuvo sin comer toda la tarde debido a que agentes policiales la interrogaron.

“Nosotros buscamos al niño hasta lo último”, comenta Antonio, asegurando que todos los miembros de la familia comenzaron a buscar a Erick a la hora del almuerzo.

Al principio, el bisabuelo relató que Jonathan, el padre del menor, llegó a la casa en compañía de “muchas personas” para ayudar en la búsqueda, pero, luego su versión de los hechos cambió señalando que nadie, ni los vecinos, les apoyaron cuando el niño desapareció.

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Denuncia de falta de investigación
“Mi hija está sufriendo injustamente”, dice Antonio, mientras hace un llamado a las autoridades del caso que hagan una investigación para encontrar a los “verdaderos” autores del asesinato de Erick. Además, recalcó que la única respuesta que han recibido por parte de la Fiscalía es encontrar las huellas de Yessenia en el cuerpo del niño.

Yessenia fue enviada por seis meses a prisión preventiva el miércoles, ya que el juzgado considera que hay indicios que la incriminan, por lo cual la Fiscalía tiene ese tiempo para completar la investigación del caso.

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La versión de los vecinos

“El niño no pudo caminar hasta donde lo encontramos”, considera una de las vecinas de Yessenia, quien enfrentó la audiencia inicial el pasado miércoles 26 de agosto al ser acusada del asesinato de su sobrino de tres años: Erick García. La audiencia se desarrolló en el juzgado Segundo de Paz de Quezaltepeque, La Libertad.

Consternada por el hecho, la mujer comenta que ha llegado por verle la cara a Yessenia y que no sale del asombro de lo sucedido. “Nosotros, que éramos vecinos, dimos parte a la policía, porque ellos no querían, nosotros les decíamos, pero no les parecía la idea”, expresa y prefirió no dar su nombre por seguridad.

Yessenia, acusada por la Fiscalía de la desaparición y posterior muerte del menor, habita en la vivienda en donde sucedieron los hechos junto a su esposo y sus dos hijos. “La familia da una versión un día y daban otra después, todo era bien extraño”, señala la vecina de la familia.

El menor fue encontrado, tres días después, en estado de descomposición, tras la alerta de un residente local. “Nosotros veíamos como los zopilotes rondaban el lugar y yo sentí un presentimiento extraño y le dije a mi cuñado que fuera a ver, cuando llegamos, yo me quedé atrás y él se acercó y solo vi que se puso las manos en la cabeza”, recuerda.

Por las condiciones del cuerpo, los forenses suponen que el niño tenía cuatro días de haber muerto. Eso significa que pudo fue asesinado el mismo día que desapareció, según fuentes fiscales. “El cuerpecito del niño estaba comido por los zopilotes, es algo que yo no voy a poder superar, hasta se me eriza la piel solo de acordarme”, relata. “Pedimos que se haga justicia, porque eso no se le hace a un niño, que maldad puede cometer un menor así”.

Foto EDH/ Jessica Orellana