¿Eres protector o acumulador de mascotas? Conoce cómo identificar cada caso

El buen propósito de rescatar animales callejeros y en mal estado, en su mayoría perros y gatos, puede convertirse en crueldad animal y destapar un problema de acumulación o síndrome de Noé, cuando son expuestos a condiciones de hacinamiento e insalubridad.

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Debido a la falta de cuidados e insalubridad, muchos animales enferman y se mueren. Fotos Shutterstock

Por Mireya Amaya

2019-12-09 8:50:54

En los últimos tiempos, ha saltado a la palestra pública un buen número de organizaciones pro animales, cuya loable labor ha conseguido mejorar las condiciones de vida de muchos perros y gatos que se encontraban viviendo en las calles en condiciones deplorables.

A estas entidades también se suman personas particulares, quienes ofrecen su tiempo, trabajo e incluso su espacio personal para el bienestar de las mascotas.

Entre estos últimos, sin embargo, se distinguen algunos individuos cuyo aparente deseo de protección revela un trastorno mental, que en psiquiatría se conoce como el síndrome de Noé o acumulador de animales.

Este consiste en hacinar en un espacio reducido un elevado número de especies, que pueden ir desde gatos y perros hasta reptiles, roedores, aves, animales exóticos e incluso de granja. Pero con la característica de que no cuentan con los cuidados mínimos necesarios.

Según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés), el acaparamiento de mascotas es un problema complejo e intrincado con efectos de largo alcance que abarcan problemas de salud mental, bienestar animal y seguridad pública.

Con respecto al perfil del acumulador, la investigadora española Paula Calvo, de la Universidad Autónoma de Barcelona, sostiene que este trastorno “no entiende de edad, ni de género ni de fronteras socioeconómicas (…) Se ha observado tanto en hombres como en mujeres, jóvenes, ancianos, casados, solteros o viudos, y en personas con un perfil profesional alto”.

Foto EDH / Archivo

El origen
De acuerdo con la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA, por sus siglas en inglés), este comportamiento suele surgir en las personas después de una enfermedad, luego de la pérdida de un ser querido o como consecuencia de un evento traumático.

En este sentido, el acumulador pretende llenar sus vacíos afectivos con los animales, sin importar las necesidades básicas de estos.

“Ellos ven a sus animales como una fuente importante de amor y enfatizan cuánto dan y reciben de ellos (…)Pero confunden el amor que les tienen con su incapacidad para proporcionarles un hogar seguro, limpio y saludable. Además, creen que nadie los amará como ellos.”, explica el portal de la ADAA.

¿Cómo identificar un caso?
La ASPCA brinda algunos criterios para determinar si una persona sufre síndrome de Noé o simplemente es un amante responsable de los animales:

— Si bien no hay un número específico a partir del cual se determine este padecimiento, lo cierto es que el acumulador posee una cantidad atípica de animales, pues los recolecta de forma compulsiva y desmesurada. Entre los casos de mayor acumulación de este tipo, está el de una persona que tenía 550 animales en una vivienda de los Estados Unidos, según el portal srperro.com.

— En segundo lugar, y el punto clave, es que el individuo no es capaz de proporcionarles estándares mínimos de nutrición, saneamiento, refugio y atención veterinaria. Esta negligencia a menudo da como resultado inanición, enfermedad y muerte de las mascotas, lo que se puede convertir además en un problema de salud pública.

— Por otro lado, la persona niega la incapacidad de proporcionar este cuidado mínimo y el impacto directo que esto tiene en los animales, en su hogar y en los otros ocupantes humanos de la vivienda si los hubiera.

De hecho, los afectados creen que les hacen un bien a los animales, pues la mayoría son recogidos de la calle.

— Si la situación se da en una vivienda, esta puede estar deteriorada: ventanas sucias, muebles rotos, agujeros en la pared y el piso, y desorden extremo. Hay un fuerte olor a amoníaco, y los pisos pueden estar cubiertos de heces secas, orina, vómito, etc.

En El Salvador
Cada 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos de los Animales, que llama a reflexionar sobre el respeto a otras especies. En el país este tema no es indiferente.

En julio de 2016, fue aprobada una ley que contiene sanciones leves, graves y muy graves para las personas que maltraten o cometan crueldad contra los animales de compañía (mascotas).

Por ejemplo, esta contempla como infracción grave el mantener a un animal de compañía en espacios inadecuados, en donde no pueda desarrollar sus funciones motoras, así como el no mantener a los animales de compañía en buenas condiciones higiénico-sanitarias.

Lo anterior es algo común en el síndrome de Noé, de manera que si alguien mantiene a sus mascotas en dichas condiciones está cometiendo crueldad animal, y sin duda puede ser sancionado.