Varios municipios de la zona metropolitana no están brindando el servicio de inhumación por COVID-19 y sus habitantes que mueren por contagio del mortal virus deben gestionar el entierro en Soyapango, San Salvador, Apopa o Santa Tecla.
Esos municipios son Mejicanos, Santo Tomás y Ciudad Delgado la situación es que sus cementerios están saturados para casos de muerte por otras causas.
Ilopango es ejemplo del colapso que ha tenido su cementerio a raíz del COVID-19 y ahora las autoridades edilicias andan en busca de terreno para ese propósito. Para Ilopango no ha sido fácil encontrar un terreno, no porque no cuente sino porque la población se organiza y bloquea esas iniciativas.
El alcalde Adán Perdomo afirmó recientemente que han localizado un terreno sobre la Carretera de Oro para descongestionar el cementerio municipal.
El alcalde ha solicitado a las autoridades gubernamentales encargadas de autorizar o dar los permisos para la edificación de un cementerio que le colaboren al municipio en acelerar el proceso.
El presidente de la Asociación de Funerarias de El Salvador, Carlos Belloso, consideró que varias alcaldías se han quedado sin espacio en sus cementerios por la mala administración que se registra en el país desde hace 20 años.
Belloso afirmó que para que los cementerios sean auto sostenibles deben alquilar espacios para siete años y no darlos a perpetuidad, porque luego de la segunda generación de los difuntos se olvidan y las tumbas quedan abandonadas.