Cuando era niño, dibujaba los anillos de los Olímpicos en un cuaderno. Ahora, a sus 27 años, Enrique Arathoon está por iniciar la ruta de preparación rumbo a Tokio 2020, evento para el que se convirtió en el primer salvadoreño en clasificarse, luego de acabar en el cuarto lugar en los Juegos Panamericanos de Lima, recientemente.
Está de vacaciones, pero aprovechó para darse una vuelta por Ilopango, una “cancha” a la que calificó de excelente para desarrollar más la vela en el país, el deporte que ama, y al que llegó tras practicar un tiempo triatlón.
Quique estuvo ahí ayer para compartir con otros atletas un poco de su experiencia en un evento que originalmente sería una regata, pero que terminó como exhibición por las condiciones climáticas.
Estas mejoraron con el paso de las horas en el lago, a donde participaron, entre otros, Arturo Merchez, Marcos Flores, Ezequiel García y Rodrigo Colorado, entre otros, en la modalidad Hobie Cat. Más tarde, ingresaron al agua Arathoon, Walter Merchez y Gerson Merches, estos últimos, lugareños del lago.
Adentro, Quique hizo algunas maniobras y pasó a explicarles a Walter y a Gerson cómo tratar de equilibrar la vela en relación a la dirección del viento, la concentración que deben tener, entre otros aspectos. “Cuando veo para atrás, cuánto se ha avanzado, y cuánto creyeron en mí, es increíble. Estaba 80, 90 del mundo; luego fui bajando, 40, 50. Ahora iré a los Olímpicos”, explicó, y contó que su objetivo es poder demostrar que cualquier salvadoreño puede alcanzar sus sueños con mucho esfuerzo y dedicación.
“Busco mejorar en cada entreno, no solamente en lo técnico, en el deporte, sino en lo personal. Sueño con darle una medalla olímpica al país, entre tanta cosa, tanta violencia que hay acá”, dijo con una sonrisa. Tras el evento, Quique recibió un reconocimiento por parte de la federación por su clasificación a los Olímpicos y su carrera deportiva. En unas semanas, inicia la ruta a su gran sueño.