A menos de una semana de que se reactive la economía, los micro, pequeños y medianos empresarios (mipymes) afirman que no han tenido acceso a los fondos del fideicomiso que anunció el Gobierno de Nayib Bukele para pago de empleados e inyectar liquidez a sus negocios.
Pese a que la Asamblea Legislativa aprobó en julio pasado $600 millones como parte del plan de reactivación económica por la emergencia COVID-19 para dar apoyo principalmente a la pequeña y mediana empresa, estos sectores productivos aún no han tenido en sus manos ese dinero, de acuerdo a dos gremiales consultadas en las que ninguno de los miembros ha tenido acceso a dicho beneficio.
“No nos han dicho todavía nada, ni nos han convocado, ni participado; los fondos sabemos que están autorizados, pero todavía no están disponibles”, afirmó Víctor Rodríguez, presidente de la Sociedad de Comerciantes e Industriales (SCIS).
Aseguró que como gremial que forma parte de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), a través de los representantes de la empresa privada, han solicitado información a Bandesal, ya que será el administrador del fideicomiso, pero no han tenido respuesta.
El Diario de Hoy solicitó la semana pasada entrevista con el presidente de Bandesal, Juan Pablo Durán, para consultarle sobre los señalamientos que hacen dirigentes de mipymes y cuántos han tenido acceso a los fondos, pero no hubo respuesta.
Durán ha dicho que serán tres modalidades de apoyo financiero para los pequeños empresarios.
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El primero es por $140 millones para créditos no reembolsables para empresas formales que tengan entre 1 y 99 empleados inscritos en el Seguro Social y que sus ventas e ingresos no sean superiores a los $7 millones al año; el segundo programa es por $360 millones para capital de trabajo donde se incluye el pago del 50% de la planilla; y el tercero es por $100 millones para el sector informal.
“Nuestro éxito va a ser si logramos canalizar esos recursos en tiempo récord y correctamente”, afirmó Durán en julio pasado.
Pero Rodríguez dijo que es preocupante que el apoyo financiero que ha ofrecido el Gobierno aún no llegue cuando está por reabrirse más la economía y los negocios están sin liquidez.
“Es preocupante porque algunos ya sucumbieron y aunque les den préstamos no hay posibilidades de poderse salvar porque implica que el préstamo sería para pagar deuda, atrasos y para capital de trabajo no habría, por lo tanto no se sale de nada”, expuso.
Según el microempresario, el sector desconoce los montos, los requisitos y condiciones con los que se les otorgaría el financiamiento por parte de Bandesal.
“Esperamos que se agilice este proceso, porque ya mucha incertidumbre y los que podrían todavía recuperarse, entre más pasa el tiempo, menos oportunidades tienen; por lo tanto es de buscar que se agilice el proceso”, urgió Rodríguez.
Partidos como el FMLN y ARENA han denunciado que el Ministerio de Hacienda ya usó parte de los fondos del fideicomiso para financiar el déficit del presupuesto de 2020.
Según la diputada del FMLN, Anabel Belloso, el exministro de Hacienda, Nelson Fuentes, dijo en una entrevista semanas atrás que tomó $645 millones de la emisión de bonos por $1,000 millones para financiar el déficit del Presupuesto General de la Nación de 2020, cuando justamente esos fondos se debían destinar a las mipymes.
También la diputada de ARENA, Margarita Escobar, señaló que la Asamblea aprobó el detalle exacto de hacia dónde deben dirigirse los fondos del Fideicomiso de $1,000 millones y que si el Gobierno ha hecho lo contrario estaría cayendo en un “fraude de ley” o “malversación de fondos”, dependiendo del destino que le dio al dinero.
Mientras tanto, el presidente de la gremial Unión Mipymes, Guillermo Guido, insistió en que como sector no han sido tomados en cuenta en reuniones sobre el plan de reactivación económica, que implica el acceso a fondos.
“Oficialmente no nos toman en cuenta, todo lo que es ANEP para ellos está bloqueado. Esperamos con ansias esa información, porque hay micro y pequeñas empresas cerradas por todos lados”, destacó.
Guido dijo que basta con dar un recorrido por las calles y observar la cantidad de negocios cerrados y rótulos de locales en alquiler para comprobar que muchos negocios ya perecieron. “Para reactivarse hay que pagar alquileres, dejar depósitos y otros gastos, y eso no todos lo van a poder hacer, más con este desgaste en el que ha quedado el dinero de capital de trabajo para quienes tenían”, indicó.
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria, Federico Hernández, consideró que las mipymes deberían estar aplicando a los fondos a más tardar a finales de este mes, pero la información no ha fluido.
“Todavía no sabemos si las asignaciones presupuestarias han sido concretadas y si el Consejo de Administración ha empezado a sesionar”, dijo Hernández.
También enfatizó que lo importante es que los procesos se agilicen y la ayuda llegue lo más pronto posible a quienes con urgencia lo necesitan. “De este apoyo depende la vida de muchas empresas, sobre todo medianas, pequeñas y micro”, apuntó Hernández.
El ofrecimiento del Ejecutivo como medida de salvataje para las empresas es que estas recibirían por dos meses el dinero para pagar la mitad de la planilla, es decir el 50% de lo que pagan mensualmente a los empleados. Es más, en la última cadena nacional, el presidente Bukele ofreció que se ampliaría a cuatro meses la ayuda económica. El máximo a otorgar por empresa sería de $22,500 cada mes.
Pero Rodríguez afirmó que con la premura de la reactivación de las operaciones productivas, el ofrecimiento del Gobierno ya debería estar claro, pero “se está tardando demasiado”.
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Y aunque tienen la esperanza que esa ayuda llegue, el dirigente mencionó que “no salimos da nada porque de qué sirve pagarle a empleados si no tenemos capital para trabajar y recuperar la empresa”.
“Nos va a costar más levantarnos, mientras más nos tardemos. No hay nada oficial si ya tienen el pisto o no lo tienen”, acotó Guido.
Como sector productivo se han preparado para salir, pero aún impera la incertidumbre a menos de una semana de que se pueda reactivar el tejido productivo del país.
“Yo le aseguro que si el Gobierno y el banco estuvieran ya listos, de verdad que ya estuvieran con bombos y platillos diciéndonos que lo tienen, pero si no dicen nada es porque no están listos y no han concretado lo que estamos esperando”, sostuvo Guido.