En El Salvador, la industria del plástico es el tercer sector más relevante en términos de exportaciones. Representó el 6.5 % de todas las ventas en el exterior en 2018, equivalentes a unos $450 millones; es por eso que, según los empresarios, para redefinir el concepto de plástico e incentivar el surgimiento de nuevos negocios que generen más empleos, es necesario encontrar maneras alternativas de su uso y reuso.
La creación de monedas virtuales para incentivar el reciclaje, la tendencia a edificar casas cuyas paredes sean 100 % de plástico reciclado y de fabricar productos de origen biobasados (que vengan de la agricultura y que tengan una biodegradación incorporada en el polímero), son solo algunas de las nuevas formas en las que el plástico ha tomado forma de negocio y, para fortuna del país, están a solo un paso de hacerse realidad en El Salvador, aseguró el gerente general de Termoencogibles, Rodrigo Tona.
Solo esta empresa, que data de septiembre de 1970 y se enfoca en la producción de empaques con alternativas biodegradables y 100% reciclables, logró reciclar 33 millones de libras de plástico en 2018, que equivalen a retirar desechos y reincorporar productos de unos 65 contenedores al mes.
En los próximos 10 años, Termoencogbles prevé duplicar el volumen reciclado; sin embargo, la empresa está consiente de que el trabajo requiere del apoyo de más empresas y ciudadanos.
Por eso, en el marco de compartir su estrategia de sostenibilidad y en la búsqueda de aliados, Tona señaló que uno de los primeros proyectos es el programa Recicla 503, que han considerado como la red de voluntariado más grande de recolección de residuos de toda Centroamérica.
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En síntesis, el programa tiene como objetivo educar y captar residuos plásticos (pajillas, bolsas y tapas) para ser procesados en la planta de reciclaje. “Esta es una plataforma educativa para generar una cultura verde en la población y crear oportunidades de desarrollo económico a través de la red de recolección de estos materiales”, indicó la empresa.
Recicla 503 se lanzó en febrero pasado y a la fecha ya cuenta con más de 10 aliados, puntos de recolección en cuatro departamentos (Santa Ana, La Libertad, San Salvador y San Miguel). En los tres meses de operaciones, logró la recolección de 22 libras de pajillas, 277 libras de bolsas plásticas y luego de charlas de concientización, la declaración de 900 personas convertidas en embajadoras del reciclaje.
Bajo la sombrilla de Recicla 503, se prevé que en unos tres meses, el eco emprendimiento costarricense, eCoins finalmente tenga lugar en El Salvador.
Este proyecto, creado por Karla Chaves, consiste en valorizar el reciclaje de plástico y premiar a las personas responsables con sus residuos. Aunque dependerá del análisis de las condiciones del país, lo que se pretende con eCoins El Salvador es convertirlo en un programa de lealtad en el que al separar los residuos (papel, plástico, vidrio, cartón, etc), las personas los lleven a un centro de acopio en el que les otorguen puntos canjeables por descuentos y promociones en diferentes comercios.
El vicepresidente de operaciones de Termoencogibles, Luis Carlos Gómez, explicó que la relación con eCoins (que inicialmente se llamó eColones y que ya extendió operaciones a Panamá y prevé hacerlo a 12 países de la región) surgió tras analizar los resultados de los estudios de la empresa sobre sus programas de reciclaje. El empresario dijo que estas investigaciones revelaron que la mitad de los salvadoreños tiene intención de reciclar por cuenta propia; sin embargo, otra mitad necesita incentivos.
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Soluciones a otros problemas
“Para cocrear las industrias del futuro que tengan un nivel de alcance mundial, buscamos qué puede ser un impacto realmente. Al unir los puntos de calor, como el exceso de residuos, la falta de recursos y el tema económico, encontramos a Cristina y Óscar”, dijo Tona.
El gerente de Termoencongibles se refería a los creadores de Conceptos Plásticos, una empresa colombiana dedicada a construir infraestructuras con materiales 100 % de plástico reciclado y con la que Termo recién ha firmado una alianza también.
Conceptos Plásticos surgió para suplir la necesidad de productos de buena calidad a un precio bajo. A la fecha, construidas con esta tecnología ya existen casas y refugios en Colombia y varias escuelas en Costa de Marfil, África.
Una casa de unos 50 metros cuadrados solo requiere de cuatro personas y cinco días para construirse. De acuerdo a la creadora del concepto, este material es más liviano que el ladrillo convencional (20 % menos) y más durable (entre 300 años de vida); es más amigable con el medio ambiente (no necesita agua ni cemento para construir), más adaptable a cualquier clima (especialmente el costero) y más barato (siendo entre 10-25 % más económico que edificar una vivienda de interés social).
Con la alianza, Conceptos Plásticos y Termoencogibles pondrán una planta de producción de materiales para construir casas 100 % de plástico. Se prevé que las obras inicien a finales de este año.
La titular del nuevo Ministerio de Vivienda, Michelle Sol, que asistió al evento de la empresa de plásticos, aseguró que la cartera tomará en cuenta la iniciativa de casas construidas con esta tecnología, en aras de suplir la necesidad habitacional que hay en el país.
“Estamos innovando en temas de medio ambiente. Ellos tienen un sistema para construir casa con plástico reciclado. Es interesante conocer nuevos productos y formas de construcción y ver de qué se trata”, dijo Sol.
Por otro lado, más allá del reciclado, los expertos consideraron que es menester que El Salvador vaya un paso adelante y, siempre bajo el modelo de economía circular, trabaje en cómo alterar el origen del plástico “para cambiar su destino final cuando no se pueda controlar su fin”.
Como no todo el plástico puede ser reciclado, una alternativa es probar con nuevas formas de hacer plástico. Los bioplásticos, biobasados y biodegradables, a diferencia de los plásticos convencionales que provienen del petróleo (recurso finito, no renovable); son de fuentes biobasadas; es decir, aquellas que tienen origen en recursos renovables como plantas o biomasa de subproductos agroindustriales y por su carácter biodegradable, tienen la capacidad de someterse a biodegradación, un proceso químico durante el cual los microorganismos en el medio ambiente convierten los materiales en sustancias naturales como el agua, dióxido de carbono y composta.
Aunque ya hay productos bioplásticos en El Salvador, estos no son fabricados aquí debido al costo y poca tecnología disponible.
De ahí que Termoencogibles anunció una alianza con Green Hope para comenzar a producir bioplásticos. El proyecto aún tomará un año en concretarse.
Por ahora, más del 55 % de la materia prima que recicla Termoencogibles viene de fuera de Centroamérica; se abastece sobre todo de Estados Unidos, México, República Dominicana y Chile.
