La sostenbilidad ambiental: tendencias y perspectivas fue el tema que desarrolló Juan Marco Álvarez, asesor de Sostenibilidad del Banco Industrial, ayer en el cierre de la Cumbre Centroamericana de la Industria.
Desde el inicio el experto expone un panorama no muy alentador respecto a las afectaciones climáticas y cómo ahora la sostenibilidad ambiental influye directamente a la sostenibilidad de los negocios.
El experto detalló que de las emisiones de efecto invernadero acumuladas por cada país en Centroamérica, El Salvador acumula 213.28 millones de toneladas de emisiones de gases, lo que podría ser bajo si se compara con los más de 399 billones que tiene acumuladas Estados Unidos; sin embargo, Álvarez consideró que debe haber una reducción.
También habló de las sequías y cómo estas se han venido incrementando en el corredor seco de Centroamérica, con una proyección preocupante de aumentar más.
“La situación de vulnerabilidad de El Salvador es delicado para el futuro y desarrollo del país. Solo en el 2015 hubo una sequía muy severa que provocó la pérdida de 86 mil hectáreas de maíz, lo que provocó la destrucción del 60 % de la producción nacional”, señaló el experto.
Todo este panorama que planteó Álvarez dio paso al tema de la necesidad de los negocios de migrar a políticas de sostenibilidad para mantenerse en el tiempo y para ello el modelo de economía circular es necesario. Ya no es viable el modelo de economía lineal, afirmó.
“En el 2018, es decir desde el año pasado, el modelo de la economía circular apuesta en convertirse en el nuevo modelo económico y los recursos naturales también generan oportunidades naturales y económicas”, explicó Álvarez.
El experto señaló que hay una urgente necesidad de acción climática, pero que no es solo responsabilidad del gobierno, sino también de los empresarios, de la industria, que lleven a reducciones de carbono que ayuden a la reducción de consumo de agua, de reducción de calentamiento global, pero la mitigación y adaptación a esos cambios enfrenta varios desafíos, aseguró.
“Para la industria significa que debe desarrollar e implementar estrategias de mitigación y objetivos globales o regionales, a la vez que se abordan riesgos locales que puedan afectar el recurso agua, a las comunidades, de impacto de las operaciones mismas de las empresas, impacto en la cadena de suministros”, dijo Álvarez.
El ponente detalló tres recomendaciones para las empresas que quieren ser exitosas y sostenibles en el tiempo: desarrollar y mantener esfuerzos ambiciosos de mitigación es un componente clave de la residencia corporativa.
En segundo lugar, la industria debe invertir en adaptación de cara a los riesgos climáticos físicos para asegurar continuidad en los negocios. Y como tercera recomendación, dijo que las empresas deben diagnosticar sus dependencias y sus contribuciones de valor a la sociedad, por ejemplo: la incidencia para una transformación sostenible interna y externa que genere el mejor resultado para la sociedad y el medio ambiente.
Tendencias
En la cumbre también participó como ponente la presidente de país de la empresa IPSOS Herrarte, Ana María Herrarte, quien en el foro denominado “El nuevo consumidor” coincidió con Álvarez en que la responsabilidad social de las empresas debe ser genuina.
“Esa responsabilidad social debe ser auténtica, debe ser genuina, sino el consumidor no se lo cree, no compra ese servicio o ese producto”, dijo Herrarte.
La especialista además motivó a los presentes a tomar acciones a diario para buscar el éxito como persona y también en sus empreas.
Este año, la cumbre desarrollada por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) se orientó a analizar y profunfizar los avances hacia la industria del futuro, los nuevos liderazgos de El Salvador y de la región, así como las nuevas tendencias en trabajo, sostenibilidad ambiental, facilitación del comercio, entre otros.
En la clausura de la cumbre entregaron el premio Regional de Eficiencia Energética, otorgado por la Federación de Cámaras de Industria de Centroamérica y República Dominicana (Fecaica), y la ASI recibió el premio por Liderazgo excepcional.