Empresas Alba, el mayor naufragio económico y socialista del FMLN

Un conglomerado de empresas que inició con un aporte económico de alcaldías salvadoreñas y capital venezolano y que salió prometió vender gasolina a bajo costo y apoyar proyectos sociales es hoy una barco naufragado, con deudas que superan los $900 millones.

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Foto EDH/Archivo

Por El Diario de Hoy

2019-07-15 5:30:31

La mayor empresa de distribución de petróleo, alimentos y fertilizantes del FMLN, que fue promovida como la panacea para el crecimiento económico de El Salvador a través de un enfoque social, es un hoy un barco naufragado que más que ganancias, ha dejado una estela de interrogantes sobre la legalidad y transparencia de sus operaciones desde que inició en 2006.

Su tiro de gracia fue la más reciente investigación por supuesto lavado de dinero que inició la Fiscalía General de la República y por la cual ya allanó 27 de sus sedes.

Además, sus más de 50 gasolineras en todo el país tiene sus rótulos visiblemente tapados y son una muestra más de la debacle en la que cayó la principal empresa del FMLN.

Alba Petróleos de El Salvador (Albapes) fue fundada en 2006 como producto de una sociedad entre la Asociación Intermunicipal Energía para El Salvador (Enepasa), una empresa que agrupó 30 alcaldías del FMLN, y PDV Caribe, una subsidiaria de Petróleos de Venezuela (PDVSA). La empresa mixta nació con la promesa de vender gasolina y derivados del combustible a precios “más competitivos” y con sus utilidades iban a crear programas sociales, un discurso que se mantuvo en la mayoría de sus empresas pero que a la larga no se cumplió.

Pero aunque toda empresa está obligada a presentar toda la documentación que demuestre sus operaciones en el país, en el archivo del Centro Nacional de Registros (CNR) las empresas del conglomerado Alba Petróleos han intentado pasar desapercibidas y no han hecho transparentes su operaciones desde 2016, olvidando que son una sociedad de economía mixta y que recibieron fondos públicos para su constitución.

En el último informe financiero consultado en el CNR, Albapes reporta, a diciembre de 2016, $1,113 millones en deudas, tanto a empresas relacionadas como a su contraparte venezolana, a la que le debe más de $899 millones, mientas que reporta $141.3 millones en cuentas por cobrar y $112.1 millones en inversiones, cifras que pudieron aumentar entre 2017 y 2018, aunque no hay reportes oficiales de estos años.

Esto demuestra que durante más de 10 años Albapes ha otorgado créditos con un riesgo elevado y se desconoce por qué no ha ejecutado los cobros o las garantías, algo que solo se puede explicar recordando que una buena parte de estos son a empresa vinculadas como Alba Alimentos, Alba Gas, Fundación Alba Petróleos y Termopuerto y Sociedad Distribuidora y Comercializadora de Combustibles y Lubricantes (Sodico), entre otras.

Por ejemplo, esta última ha recibido más de $27.5 millones en prestamos de Alba Petróleos, dinero que se utilizó para comprar terrenos y luego construir gasolineras de bandera Albapes, aunque se desconoce si se pagó el monto o si se ha realizado alguna triangulación en el conglomerado para evitar más impago.

Según su escritura de constitución de sociedad, Sodico es representada por José Mauricio Cortez Avelar, un abogado que ha trabajado con la mayoría de empresas Alba e incluso fue representante y directivo de Vuelos Económicos Centroamericanos (VECA), la extinta aerolínea que recibió $16.5 millones de Albapaes como un préstamo para su financiamiento inicial, aunque luego recibió dinero de la sociedad El Día Corporation, la cual estaba domiciliada en Curazao, una isla caribeña y paraíso fiscal.

Los pocos reportes que están disponibles en el CNR permiten confirmar otros aspectos: las empresas subsidiarias de Albapes tienen buen crecimiento en activos e inversiones pero, sin razón evidente, reportan pérdidas de operaciones, lo cual incluso contrasta con la realidad, por ejemplo con el hecho de que las gasolineras de la bandera Alba Petróleos han dejado de ser 55, en 2010, a solo 10, según confirmó Julio Villagrán, ex miembro de Alba Petróleos.

Por ejemplo Alba Fertilizantes hizo un reporte de activos por $6 millones y que a la vez reportó pérdidas por $3.4 millones, aunque no detalla los proyectos o las inversiones que le provocaron pérdida.

Otra de las subsidiaras, quizá una de las más conocidas, es Alba Alimentos que en su único balance financiero (de 2015) registró activos de $60.1 millones con un crecimiento ese año de $7 millones pero reportó cuentas por pagar que ascienden a casi $58 millones, según la información pública del CNR.

Otra de las instituciones de crédito del conglomerado es “Tu Solidaria”, una especie de intermediario financiero para proyectos de emprendedores y comerciantes donde incluso tuvo participación Jorge Schafik Hándal Vega, diputado propietario del FMLN.

En marzo de este año, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos extendió las sanciones económicas impuestas a Petróleos de Venezuela (PDVSA) a Alba Petróleos, la filial que posee la petrolera en El Salvador, así como a la nicaragüense Albanisa, una subsidiaria donde también Albapes tiene una mínima participación accionaria.

En la mayoría de balances consultados también aparece Apes Inc., una subsidiaria domiciliada en Panamá que, según medios internacionales, recibió aportes de Alba Petróleos por casi $160 millones en calidad de “préstamos”, aunque no se detalla el origen de los fondos y para qué se otorgaron.