Wílber Ernesto Toloza Rivas, de 20 años, era empleado de una maquila que funciona en la zona franca El Pedregal. Ayer en cuanto abordó el autobús que la empresa proporciona para trasladar a sus empleados, fue atacado a balazos. Junto al joven, cuatro personas más fueron trasladadas al hospital nacional de Zacatecoluca. Pero Toloza Rivas era el más grave: las heridas de bala eran en la cabeza.
A pesar de lo que la policía afirmó, de que cuatro personas más habían resultado heridos, una fuente de este periódico, médico del hospital de Zacatecoluca, hizo una afirmación: “Venían cinco manchados de sangre pero solo uno era el herido que vino aquí. Está grave con una lesión craneal. Es asegurado y ya se trasladó al ISSS (Instituto Salvadoreño del Seguro Social) de San Salvador”.
Fue en el trayecto de ese traslado que Toloza Rivas murió. La ambulancia en que lo llevaban regresó al hospital de Zacatecoluca y allí llegó el Instituto de Medicina Legal y la Fiscalía a hacer el reconocimiento legal del cadáver.
La hipótesis de los policías
Un oficial de la policía, responsable de la seguridad de la zona afirmó que el autobús no fue ametrallado, sino que fue un ataque directo a una persona en el momento en que abordaba el automotor.
“Fueron cinco personas las heridas, incluyendo el objetivo, un sujeto alias La Vaca”, afirmó el oficial.
La Vaca (Toloza Rivas) era un pandillero y fue a él a quien iba dirigido el ataque. Las otras cuatro personas resultaron heridas porque iban cerca de él, aseguró el jefe policial.
Tras el ataque, el motorista del autobús lo condujo hasta el puesto policial del cantón El Pedregal, de donde fueron trasladadas las personas heridas al hospital de Zacatecoluca.
De acuerdo con la Policía, el autobús atacado transportaba a todos los empleados de la maquila que viven en la población de San Luis La Herradura y en el trayecto, por eso es que se detuvo en el caserío Divina Providencia, del cantón Las Isletas, del municipio de San Pedro Masahuat, para que Toloza Rivas lo abordara.
La policía indicó que, de acuerdo con testigos entrevistados, los atacantes fueron dos.
Otras versiones de lugareños aseguran que los atacantes eran miembros de la Mara Salvatrucha y que la víctima mortal del ataque se relacionaba con miembros de esa agrupación criminal y que al tratar de romper esa relación, se fue a vivir cerca del lugar donde lo atacaron.
“Evangélico y trabajador”
No obstante la vinculación que elementos policiales hicieron a un grupo criminal, familiares de Toloza Rivas dijeron que este tenía su propia familia y que era empleado de una maquila.
Además, algunos vecinos indicaron que conocían al joven como una persona entregada a los asuntos religiosos.
“Últimamente yo lo había visto bien entregado al evangelio”, dijo una mujer, vecina de Toloza Rivas, que había llegado al hospital para ayudar a la madre del joven.
Sin capturas
El ataque fue cometido aproximadamente a las 5:20 de la mañana, según la policía. De inmediato se movilizaron no menos de diez pick ups con policías y soldados para hacer un rastreo en la zona en busca de los sospechosos.
Horas después, un helicóptero del Grupo Aéreo Policial (GAP) sobrevoló la zona, sin embargo hasta las 10:30 a.m. los policías en el lugar del ataque dijeron que no había capturas de sospechosos.
Este es el segundo ataque a autobuses en el que los criminales quedan en la impunidad.
El 23 de agosto anterior, en el cantón El Limón, de Santa Tecla, pandilleros atacaron un autobús de transporte colectivo causando varios heridos. Hasta la fecha no ha trascendido que hayan sido capturados los responsables.
En esa ocasión, los atacantes también fueron miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), y horas después, policías y militares desplegaron un operativo que incluyó un helicóptero policial, sin resultados.
Los de Toloza Rivas es algo frecuente que sucede contra personas que deciden abandonar una pandilla para dedicarse a trabajar, se vuelven blanco de sus excompinches.