INFOGRAFÍA: El Icacal se queda sin vivero para cuidar los huevos de las tortugas marinas

Durante cuatro años funcionó en la playa unionense de El Icacal el vivero o corral para el cuido de huevos de tortuga marina. El financiamiento para el proyecto no fue dado debido a que el terreno esta en litigio.

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Recientemente, una tortuga Golfina llegó al a playa El Icacal, en el municipio de Intipucá, para desovar 76 huevos. Fotos EDH / Insy Mendoza

Por Insy Mendoza

2020-01-19 5:45:42

LA UNIÓN. Cada año, cientos de tortugas marinas regresan a desovar a la playa El Icacal, en la zona costera de La Unión. En los últimos cuatro años, un grupo de lugareños se encargó de proteger los huevos contra los depredadores naturales y del mismo ser humano; además se aseguraron de que las crías llegaran hasta el mar. Este año ese acompañamiento quedó en el limbo y la amenaza más fuerte es que esos miles de huevos terminen en el comercio ilegal.

El Icacal es una playa de 13 kilómetros de extensión, del municipio de Intipucá, en el departamento de La Unión. El lugar es atractivo para las tortugas porque hay poca intervención humana, cada noche la oscuridad se apodera de las playas y proteger a las tortugas. Por el contrario, las playas iluminadas, con reflectores, ahuyentan a los quelonios.

A El Icacal las que más llegan son las golfinas y las prietas.

 

Entre junio y diciembre, las tortugas marinas llegan a las playas a dejar sus huevos. En El Icacal, el año pasado en ese periodo, los lugareños recolectaron 37,474 huevos, los cuales cuidaron en el vivero de la playa y lograron que eclosionaran 33,103 tortuguitas que posteriormente fueron liberadas cerca del mar.

Pero este año no habrá vivero en el mismo terreno. La noticia fue dada por representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la causa es que el terreno donde ha funcionado por cuatro años el vivero es propiedad privada. Esa situación es un obstáculos para recibir el financiamiento para el proyecto, el cual llega a través del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES). El ministerio analiza la posibilidad de abrir otro pero en la misma playa, en una propiedad del Estado.

Para los pobladores el golpe del cierre del actual vivero es doble. Por un lado están conscientes del impacto ambiental que tiene la retirada del proyecto. Por otro les corta de tajo el ingresos a 46 recolectores de huevos y a cuidadores.

“Hay una veda permanente al consumo de los huevos de tortugas, y, todos esos huevos que salen a desovar las tortugas hacía donde se irán, eso es lo que más nos preocupa”,

Juan Carlos Hernández, encargado del vivero en playa El Icacal

“Es un daño al medio ambiente que le están provocando porque las tortugas continuarán en su temporada saliendo a desovar, y esos huevos a dónde irán, si ya no contaremos con el corral”, dijo Juan Carlos Hernández, viverista del corral de la playa El Icacal.

La labor del grupo de lugareños ha sido ubicar los puntos donde las tortugas llegan a desovar, recolectar los huevos y llevarlos al vivero en donde les han pagado $2.50 por docena de huevos. Y por cada docena entregada, el recolector dona dos huevos.

Sin está dinámica, los huevos terminan siendo vendidos par el consumo en los mercados, con precios entre $3.00 y $5.00 la docena, pese a que esa practica es ilegal y pueden terminar capturados.

El coordinador de Agencia de Desarrollo Local de La Unión (Adel), que administra el vivero, Mario Chavarria, teme que no se pueda establecer el vivero en El Icacal. “Hay afectaciones en relación a la conservación de la tortuga y también la parte económica de las familias que son los recolectores de los huevos”, expresó.

El corral o vivero es parte de un proyecto de conservación de la tortuga marina que financia FIAES y es ejecutado por organizaciones no gubernamentales.

Los corrales están a orillas de la playa, son hechos de madera y rodeados con malla metálica; tiene un relleno de arena para hacer los orificios de los nidos y poder enterrar los huevos que luego son monitoreados por los encargados del corral.

 

La liberación de las crías es generalmente un acontecimiento importante que se realiza en presencia de personas de las comunidades o alumnos de las escuelas de la zona e incluso turistas, con el objetivo de crear conciencia ambiental.

FIAES, a través de la unidad de Comunicaciones, informó que en la reciente convocatorio del concurso para proyectos ambientales, el proyecto del vivero de playa El Icacal no fue incluido. Añadió que de acuerdo con la información del MARN, el terreno donde se ha ubicado el corral en años anteriores es propiedad privada y actualmente hay un litigio sobre esa propiedad.

Juan Hernández, y otros lugareños, opinan que hubo un descuido del ministerio en no averiguar anteriormente si el terreno era propiedad privada o del Estado.

Los huevos son depositados en los nidos de arena que hacen los técnicos del vivero. Fotos EDH / Insy Mendoza
Los huevos son depositados en los nidos de arena que hacen los técnicos del vivero. Fotos EDH / Insy Mendoza

Además, FIAES comunicó que el pasado sábado 4 de enero, en una reunión con representantes del MARN, de la comunidad y los viveristas de la playa El Icacal, ministerio planteó la posibilidad de trasladar el vivero a un terreno cercano propiedad del Estado. La decisión aún está pendiente de confirmar.

El trabajo de Saqueo Hernández ha sido en los últimos cuatro años recibir las nidadas de huevos, incubarlos y monitorearlos hasta que eclosionan; por ese labor ha recibido un salario que le ayuda a su economía familiar.

El proceso de desove de una tortuga tarda entre una a dos horas, desde que sale a orillas de la arena. El animal prepara el hoyo que tiene entre 45 a 50 centímetros de profundidad. Al finalizar el desove, la tortuga empieza a enterrarlos; después regresa al mar.La importancia de la conservación de las tortugas marinas es que ayudan a equilibrar la población de otros organismos, como las medusas y las esponjas, de las cuales se alimentan. La sobrepoblación de medusas y esponjas es un riesgo para la destrucción de los arrecifes. El MARN informó que una alternativa en e Icacal es trasladar el viejo vivero a un terreno que cumpla con los requisitos legales técnicos o establecer un acercamiento con el propietario del inmueble mientras dure la temporada de anidación. El objetivo es dar continuidad de las actividades de conservación de la especie marina, y fomentar la educación ambiental y concienciación entre los pobladores que se dedicaban a la recolección de huevos y resguardo en los corrales de incubación, informó.

“Estamos preocupados porque para ésta temporada ya no funcionará el vivero, pedimos al gobierno Central que busquen una alternativa para evitar daños al recurso de la tortuga marina, y a la economía de las familias que se dedican a la recolección”, dijo Hernández.

El presidente de la Asociación de desarrollo comunal, Luis Torres, también vive de la recolección de los huevos de tortugas y opinó que las autoridades se están contradiciendo cuando hablan de la importancia de proteger a la tortuga marina y cerrar el vivero.

“Esperaron cuatro años para que salga un dueño, porqué antes no se dieron cuenta de eso, y si tanto quieren proteger el medio ambiente hay opciones para hacerlo porque aquí el Estado tiene terrenos y deben reubicarlos a esos lugares”, agregó Torres.

A través de un comunicado, el Ministerio de Medio ambiente informó que la conservación de la tortuga marina es parte de las prioridades ese Ministerio , y el establecimiento y buen funcionamiento de viveros de incubación son muy importantes para este fin. Añadió que el MARN, en coordinación con FIAES promueve la existencia de estos viveros a lo largo de la costa salvadoreña, los cuales se convierten en la clave para el programa de la Ruta de la Tortuga Marina, que busca la reactivación socioeconómica de la población costera a través de la visión ecoturística y conservacionista.

De los 25 viveros que forman parte de esta ruta, dos serán financiados en la zona del Golfo de Fonseca a través de FIAES. Se espera reintegrar en este programa a un tercero ubicado en la playa el Icacal, municipio de Intipucá, en el departamento de La Unión, el cual quedó fuera de los proyectos de financiamiento, debido a que el terreno en el que funcionó durante los últimos años, tiene problemas de propiedad.

En el viejo vivero de El Icacal aún hay algunos nidos, y pese a que el proyecto oficialmente ya finalizó, los lugareños siguen esperando que eclosionen esos huevos para liberar a las últimas tortugas.