La naturaleza ha sido anulada por la “modernidad”. Los bosques, parques, montañas y jardines públicos son escasos en las urbes, y el ser humano se acostumbró al concreto.
También se habituó a tomar una taza de café para levantar el ánimo; sin saber que “la mejor forma de obtener energía es tener contacto con la naturaleza”, según un estudio de la Universidad de Rochester.
Y eso solo es una pequeña muestra de lo favorable que es un entorno verde, un lago, riachuelo o un paraje en la playa. Otras investigaciones europeas descubrieron que la sola presencia de la naturaleza “ayuda a evitar la sensación de agotamiento que, sin causa física aparente, algunas personas experimentan a veces en entornos urbanos”.
Al reunir el yoga con un escenario natural, los beneficios son incalculables. Si esta disciplina milenaria ayuda a calmar la mente y ha vigorizar el cuerpo sin tener un escenario natural, al experimentarla con el arrullo de un río o las olas, con la arena o el pasto bajo tus pies, respirando el aroma de árboles o flores, recibiendo el calor de los rayos de sol o la frescura del rocío te sentirás completamente renovado.
“Las posturas (o ásanas), casi todas llevan nombres de animales o elementos naturales, como la Montaña, el Árbol, el Perro, el Gato, la Vaca, el Pez, entre otras. Todos estos elementos están justo allí, muy cerca de nosotros durante una práctica al aire libre”, comentó la terapeuta e instructora de yoga Marisol Dy Sánchez, al portal As.com.
Así que al estar al aire libre practicando determinadas posturas, podrás escuchar cómo tu mente agitada se calma con el sonido del viento, de los pájaros o de otros elementos del contexto. Poco a poco se reducirá el estrés y la ansiedad.
Al ser evidente la inherente relación entre esta práctica y la naturaleza, es momento de que realices una sesión al aire libre o te acerques a la actividad que realiza Yogashala en el parque Bicentenario.
YOGA PARA TODOS
Uno de los proyectos más empáticos del centro especializado Yogashala es la clase gratuita que brinda a todos los salvadoreños que se acercan, cada último sábado de mes, al parque Bicentenario. La cita es este sábado 25 de mayo a las 6:30 a.m. Entrada gratis.
Beneficios de hacer yoga al aire libre:
Activa tus cinco sentidos
La neurociencia y la filosofía del yoga determinan cinco sentidos: vista, olfato, oído, gusto y tacto. Estos están conectados a una función del cerebro que recopila información, luego es transformada en una sensación. Cada estímulo de tu entorno provoca una reacción en tu sistema nervioso. Si quieres tranquilidad, una sesión de ásanas al aire libre estimulará tus sentidos, aumentará tu concentración, te renovará, y relajará tu mente.
Mejora la concentración
Uno de los principales objetivos del yoga es “dirigir la mente a un objeto sin distracción alguna, adquiriendo la capacidad para comprender plenamente, algo que una mente agitada no puede conseguir”, según el portal español El Gong. Inmerso en un escenario calmado, donde prevalecen los sonidos naturales, la mente se expande y la tensión y el estrés se reducirán considerablemente. Acá no hay cabida para elementos distractores.
Saca lo negativo
La especialista Mara Saldaña señala que al estar descalzo sobre la grama o arena y en contacto con el suelo “absorberás la energía de la tierra, permitiendo que las energías negativas se intercambien por las positivas”. Cuando arraigas tus pies (al realizar una postura) en espacios naturales relajas el sistema nervioso, estimulas la circulación sanguínea, fortaleces las articulaciones de tobillos, rodillas y caderas y alivias el dolor de espalda.
Tienes mayor oxigenación
Respirar es vital para el ser humano. Con esta acción se oxigena todo el organismo y cuando se respira conscientemente, también se libera estrés y tensiones emocionales. ¿Imaginas respirar pausadamente en un lugar fresco y limpio, con aromas naturales, sin el humo de los vehículos? No te prives de experimentar yoga en la naturaleza, respira y desarrolla tus pulmones, libera los músculos y las toxinas y equilibra el sistema nervioso simpático.
Te nutres de los cinco elementos
Para el yoga, el cuerpo humano está compuesto de aire, fuego, agua, tierra y éter, mismos elementos que rigen el mundo. Así es que, si estas en la playa o con vista a cuerpos de agua, también te nutrirás de estas primordiales energías. Simbólicamente son definidos como: espacio (emergencia), aire (extensión), fuego (transformación), agua (moción) y tierra (estabilidad).