Educación necesita $240 millones para cumplir promesa de entregar computadoras a estudiantes

La ministra Carla Hananía de Varela ha dicho que necesitan un “presupuesto millonario” para adquirir 800,000 laptops.

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Foto EDH / Archivo

Por Susana Joma / Carlos Vides

2020-09-19 10:15:22

“Una niña, un niño, una computadora” fue un programa que promovió el Gobierno anterior de Salvador Sánchez Cerén, a través del cual en realidad no se entregó los equipos a los infantes, sino que se colocó computadoras de escritorio y portátiles (laptops) en los centros educativos.

Ahora, en este 2020 pandémico y con los estudiantes en sus casas para evitar contagio por COVID-19, la enseñanza en línea ha sido el día a día para docentes y alumnos; pero los fondos invertidos en equipo en años recientes no servirá.

El Ministerio de Educación actual consideró que las “Lempitas”, como se llamó a las computadoras de la gestión Sánchez Cerén, están “desfasadas”, según declaró la titular Carla Hananía de Varela en abril de este año. Por lo tanto, no sirven para su planificación, y la solución que plantean es comprar más equipo, una inversión que rondaría los $240 millones.

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Según datos de enero 2019 del Ministerio de Educación, casi al final de la administración de Sánchez Cerén, el Gobierno ya había entregado 75,574 computadoras para servir a un total de 865,749 estudiantes y 29,653 docentes, equipo repartido entre 2,983 centros escolares públicos.

Según un reporte de Educación, para 2017 habían distribuido 38,441 computadoras. Y según el mismo reporte, había un presupuesto de 6.1 millones de fondos del gobierno y 2 millones de donaciones de Taiwán para adquirir todo este equipo tecnológico.

Pero todo este equipo no será considerado por la actual administración Bukele, que planea entregar una computadora a cada familia que tenga estudiantes en escuelas públicas. Según declaró la ministra Hananía de Varela, no entregarán una laptop a cada uno de los 1.2 millones de alumnos que atienden, pero sí lo harán a 800,000 familias, según informó el 13 de agosto en YSKL.

En dicho programa le consultaron por qué no se iba a usar las “Lempitas”, y Hananía de Varela respondió que “lindo hubiese sido que hubiésemos encontrado lo que decía ese programa ‘Una niña, un niño, una computadora’, pero no ha sido así. Además, esas computadoras estaban destinadas a los centros educativos que tenían conexión de internet. Algún esfuerzo se hizo, pero fue un esfuerzo muy esporádico, aislado y no cubrió al cien por ciento de los centros educativos. Además, se entregaban computadoras con diferentes características tecnológicas, con diferentes procesadores, entonces ha sido un poco complejo el poder manejar eso”.

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Tomada ya esa decisión de no ocupar las “Lempitas”, el primer paso de Educación en medio de la pandemia no fue solucionar la falta de equipo entre los estudiantes, sino que se enfocó en entregar laptops, primero, a los docentes. El Ministerio se ha comprometido a entregar 42,000 en ese proceso, y también ha capacitado en Google Classroom a la planta de profesores, con el apoyo de la Secretaría de Innovación. Se trata de equipo marca Lenovo modelo Think Pad.

Detalló la ministra el 22 de junio que una primera compra de 9,000 laptops requirió un presupuesto de 2.7 millones de dólares, de lo que se desprende que cada unidad-equipo cuesta 300 dólares.

Si proyectan comprar 800,000 equipos para las familias que tienen alumnos en la red pública, a razón de $300 por laptop, se llega a un total de $240 millones.

Anuncios sin concretar

Pero, por ahora, la compra de laptops y entrega para los alumnos sigue siendo solamente una promesa, una promesa que ha tenido distintos anuncios que todavía no han sido cumplidos.

El 24 de abril, en medio de una dura etapa de contagios y fallecidos en medio de la pandemia por COVID-19, vinieron promesas desde el Gobierno en cuanto a solucionar la falta de conectividad de los estudiantes, pero pasados ya cinco meses, no se ha concretado nada.

“¡Les tengo buenas noticias! Junto a la Secretaría de Innovación estamos diseñando un proyecto para garantizar la dotación de equipo tecnológico y conectividad a internet a todos los estudiantes y docentes del sistema educativo público. Próximamente les daremos más detalles”, publicaba en Twitter la ministra Hananía de Varela. El mismo día, el titular de Innovación, Vladimir Handal, declaraba que “también se están realizando gestiones para la adquisición de 700 mil equipos, con HP y Samsung, para entregarlos gratuitamente a los estudiantes que no cuentan con esta herramienta”.

Pero los equipos no han sido adquiridos. Lo único que ha existido es la postura de la ministra pidiendo a los diputados que aprueben préstamos para adquirir el equipo, a pesar de que desde la Asamblea Legislativa reportan que no tienen una documentación oficial al respecto (ver nota aparte).

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El 13 de agosto pasado, Hananía de Varela daba detalles sobre la entrega de laptops a docentes, y añadía que “la siguiente etapa incluye las computadoras para los estudiantes, pero esto depende de la aprobación de préstamos por parte de la Asamblea”. Y siete días después, en un informe presentado directamente a los diputados en el Salón Azul, les lanzó este mensaje: “Esperamos entregar prontamente una computadora a los alumnos que tanto la necesitan, pero necesitamos del apoyo de ustedes señores diputados, por favor apoyen a los alumnos aprobando los fondos que aquí se encuentran entrampados, también de ustedes depende la continuidad educativa”.

Mientras los receptores de la educación (es decir, los alumnos) siguen sin equipo, la solución que ha encontrado Educación ha sido la impresión de guías, la activación de un centro de llamadas para consultas académicas y reportar problemas psicológicos, potenciar la TV y radio educativa con franjas de enseñanza, y aprovechar la alta penetración que tienen los teléfonos celulares en la población, lo que permite comunicación docente-padres-alumnos a través de Whatsapp o redes sociales.

“Mucha gente no tiene internet, pero mucha tiene teléfono con conexión y ese ha sido el recurso más recurrido. Ese ha sido el principal recurso en esta pandemia: el teléfono con conexión. Entonces ha sido posible bajar las guías, mandar y recibir tareas de parte de los alumnos”, dijo a inicios de agosto la ministra, quien comentó además que calculan que son unos 300,000 alumnos quienes no tienen acceso a internet.