"Cuando volvamos a clases en las aulas va a ser una fiesta", dice maestra de escuela pública

Desde su rol como maestra en un centro educativo de La Libertad, la docente Guadalupe Hernández ve con ilusión el regreso a la modalidad presencial

La entrevista se realizó el día 6 de marzo, días antes del anuncio del retorno a clases presenciales o semipresenciales para el mes de abril.

Por Carlos López Vides

2021-03-10 11:10:35

Retroceda a su infancia, piense en una maestra muy querida de su escuela o colegio, y ahora imagínela llorando de emoción. Una emoción que en realidad es una mezcla: ansiedad, alegría, alivio... Las lágrimas vienen a ella al preguntarle: ¿Cómo imagina que será el primer día cuando vuelvan las clases en las aulas, y esté en salón con sus estudiantes?

La misma emoción sienten buena parte de los estudiantes y otros maestros, en el sector público y privado, quienes ahora ya tienen una fecha en el calendario para volver a las clases semipresenciales: 6 de abril. Es la fecha anunciada este miércoles por autoridades del Gobierno, para las instituciones educativas que hayan cumplido con los requisitos para obtener la certificación.
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Para comprender toda la presión acumulada que han significado todos estos meses de clases virtuales, póngase por un momento en la piel de la profesora Guadalupe Hernández, 49 años, quien trabaja más de ocho horas al día, incluidos los fines de semana, para responder a miles de mensajes de los más de 300 alumnos a su cargo, con estudiantes de tercer ciclo y bachillerato que le meten ganas, empeño, voluntad, pero que igualmente están ya agotados tras casi un año de clases en línea.

Los centros educativos de San Miguel se preparan para recibir a los estudiantes. foto: Iliana Ávila

Desde el 11 de marzo de 2020, el Gobierno decidió que los alumnos de colegios, institutos y universidades no asistieran a las aulas, tanto en el sector privado como público. Y desde esa fecha le cambió la vida a esta maestra de escuela pública en La Libertad, quien tuvo que comprar una computadora y aumentar la potencia del internet en su casa para salir adelante.

Hernández es una profesora altamente comprometida con su profesión. Cuando muchos estudiantes desistieron de continuar con las clases en línea, fue a buscarlos directamente, para poder conversar con ellos y sus padres o encaragdos, para que no abandonaran la educación. "Los buscamos, y algunos no quisieron. Se les dio muchas oportunidades y no se pudo. A muchos niños se les esperó, y decidieron mejor no seguir estudiando; otros aceptaron que sí fue error de ellos, y decidieron repetir el año".

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Es una maestra que responde las inquietudes de sus alumnos uno por uno, vía Whatsapp, aunque esto le signifique acumular horas y horas de trabajo frente a la computadora. Hablamos de que, si se descuida un par de horas, puede llegar a tener más de 2,000 mensajes en su móvil.

"Cuesta, porque el uso de internet a ellos les cuesta. Solamente estamos trabajando con Whatsapp. Algunas aplicaciones en sus móviles no tienen la capacidad, como lector de PDF, el Word... se les dificulta. Ellos tienen que hacer el máximo esfuerzo, porque hay familias que tienen muchos niños, y con ese mismo teléfono trabajan varios niños. Se turnan en horarios", narra la seño Guadalupe.

Todo esto tiene un precio. Ha tenido que cambiar lentes por el tiempo frente a las pantallas; se le ha complicado la gastritis y el colon, y tanto ella como sus alumnos -cuenta- han sufrido por ansiedad, estrés e impotencia.

La frase "brecha digital" suena muy teórica, pero Hernández lo vive en carne propia y, sobre todo, en las carencias de sus estudiantes. Por eso ha decidido conectarse solamente una vez a la semana en Internet con cada clase, y no a diario, "porque algunos compran los paquetes de 1 o 2 dólares... la idea no es saturarlos, sino evitarles el gasto. Incluso este año no les hemos pedido libros. Trato de buscarles la información, para que ellos se dediquen solamente a leer".

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Las guías que ofrece el Ministerio de Educación son una buena herramienta, dice la maestra, pero basarse solamente en ellas tiene un costo de enseñanza-aprendizaje, porque a su juicio "los niños se están malacostumbrando a solamente copiar. De nada me sirve que solamente están transcribiendo y no han aprendido nada".

Entonces, la profesora ha encontrado una salida en modificar las guías, y luego pide que se las envíen por PDF o en foto, para ella revisar cada una. Y después, envía un audio a cada estudiante, vía WhatsApp, donde "individualmente, le digo 'aquí te equivocaste, corrija, y vuélvamelo a mandar'. Eso nos quita bastante tiempo. No me alcanza el tiempo".

Esto significa que cada problema, ejercicio, explicación o tema produce una ola de preguntas, dudas, inquietudes y consultas de sus estudiantes. Y esta profesora ha decidido contestarlas individualmente. El estrés es diario, constante y, hasta este miércoles, no tenía fecha para llegar a un final. Cuando la maestra Guadalupe habló con El Diario de Hoy, el Ministerio de Educación aún no había anunciado que se volverá a clases semipresenciales el 6 de abril próximo.

Por eso las lágrimas de la profesora, al solo pensar en cómo será ese primer día de la vuelta a los salones.

"¿Cómo lo imagino? ¡Ay, se me enchinó la piel...! (solloza, llora). Porque sí hace falta. Perdone la emoción, así soy, solo me lo imaginé...", reaccionó la maestra al proyectar ese momento.

"Ese día, que primero Dios logremos estar todos y sin miedo, va a ser una fiesta. Los niños van a abrazarnos", agregó, y luego sopesó algunas decisiones educativas.

"Los estudiantes tienen que desahogarse, tienen que volver a socializar, no sería de un solo a clase... a lo mejor van a platicar, hay que reconocerse, darles las herramientas para que ellos psicológicamente se vuelvan a adaptar. No podemos empezar de lleno, hay que trabajar el área psicológica, porque han pasado mucho tiempo encerraditos", reflexionó la maestra.

Finalmente, Hernández consideró que "va a ser un gran reto, porque es un año en el que siento que hemos retrocedido, porque han quedado muchas lagunas. No se dieron todos los contenidos el año pasado, se priorizaron, y nos hemos enfocado a lo que les va a servir para la vida. Nos hemos enfocado más en el área humanística, pero en matemáticas siento que va a haber muchas lagunas".